Argentina: cuarto paro general contra las políticas económicas de Macri

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Un reclamo general contra las políticas de ajuste

A las 0 horas, la Confederación General del Trabajo inició su paro general, el cuarto contra el gobierno de Mauricio Macri y seguramente el más contundente, de acuerdo a los especulaciones previas de los propios sindicalistas, dado el grado de deterioro social. A la protesta convocada en rechazo a las políticas de la Casa Rosada adhirieron todos los gremios de transporte por lo que no habrá ni colectivos, ni trenes, ni subtes, ni aviones. La apuesta es que el centro porteño muestre un aspecto desolado.

A la medida de la CGT se le agregan las ya iniciadas desde el mediodía del lunes por las dos CTA y los movimientos sociales. El reclamo es por reapertura de paritarias, la suspensión de despidos y la declaración de la emergencia alimentaria, entre otras acciones para contrarrestar la crisis económica disparada en los últimos meses.

La estimación es que será una jornada con muy poco movimiento ya que desde las 0 horas se verán afectados el transporte público de pasajeros, el transporte de mercaderías, la atención en dependencias públicas, el dictado de clases en las escuelas, la apertura de comercios y la actividad de bancos. Tampoco habrá recolección de basura, recarga de cajeros automáticos, ni provisión de combustibles, mientras que estarán afectado el funcionamiento de los centros médicos, donde sólo habrá atención en guardias y el SAME.

Además, agrupaciones de izquierda anunciaron que realizarán cortes en los principales accesos a la Ciudad de Buenos Aires desde las 6. Los piquetes se ubicarán en Panamericana y 197, Acceso Oeste a la altura del Hospital Posadas y en el Puente Pueyrredón. Los cortes se replicarán en las principales ciudades del país como La Plata, Córdoba, Rosario, Mendoza, Neuquén, Jujuy y Tucumán.

Los miembros del triunvirato de la CGT junto a otros integrantes del Consejo Directivo seguirán la jornada desde la sede de la calle Azopardo. A eso de las 14 darán a conocer su evaluación de la medida de fuerza. El triunviro Héctor Daer explicó que la huelga apunta a conseguir «un cambio de rumbo» de parte del Gobierno y que se corrijan cuestiones de la actual política económica.

«Y si no cambian tendremos que seguir adelante con la lucha. Y por supuesto la principal salida de esto es política porque hay que buscar una alternativa política para ganar las elecciones y después gobernar con un acuerdo entre los sectores que piensan la Argentina y salir de este endeudamiento que nos van a dejar», aseguró Daer. Resaltó el hecho que mientras se realice el paro, Macri se encuentre de viaje en Estados Unidos. «Tiene que entender que no solo tiene que rendir examen y llevar buenas nuevas a los especuladores financieros y a las autoridades del Fondo», afirmó.

A diferencia de las CTA y las organizaciones sociales, la CGT resolvió que el paro sea sin movilización. Daer lo justificó diciendo que «la mejor foto» de una huelga es la que se ve a las estaciones de Constitución y Retiro vacías. «La mejor foto es que el país pare», insistió. Y, agregó, que en caso de movilizaciones el riesgo es que la noticia se traslade a lo que pueda suceder en algún piquete.

En tanto, el titular de UPCN e integrante del sector moderado de la CGT de los «independientes», Andrés Rodríguez, también señaló que la gestión de Macri debe «tomar medidas claras» como «paritarias que actualicen la pérdida de poder adquisitivo, un compromiso de protección del empleo y declarar la emergencia alimentaria».

Como es habitual, el Gobierno se apresuró a cuestionar la medida. «No es el momento oportuno», dijo el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, quien también adelantó que trabajará para permitir la libre circulación de los vehículos particulares. «Todos estamos haciendo un esfuerzo colectivo, empresarios, trabajadores, gobierno nacional y gobiernos provinciales, para superar esta crisis», aseguró Sica, en una rueda de prensa acompañado del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich.

Si bien ambos ministros evitaron hacer públicamente una estimación económica del costo del paro, luego, por canales oficiosos, desde la Casa Rosada tiraron la cifra de 31.600 millones de pesos.

Página 12


Una masiva movilización para comenzar 36 horas de protestas contra el ajuste y el FMI

Diez oradores tomaron la palabra ante una plaza colmada donde se reclamó un plan de lucha contra el FMI y para impedir la aprobación del Presupuesto. En forma elíptica pusieron la mira en las elecciones de 2019.

Medio millón de personas movilizadas fue la cantidad que, desde el palco y con cierto optimismo, estimaron los organizadores. Lo cierto es que la Plaza de Mayo estuvo repleta por las columnas que, desde el mediodía, comenzaron a ingresar por la Avenida de Mayo y las dos diagonales.

Por el sur llegaron los sindicatos confederados en la CGT y enrolados en el Frente Sindical para el Modelo Nacional. Allí se lucieron las columnas de Bancarios, pilotos (APLA), el SMATA, el SOMU, Camioneros y aeronavegantes, entre otras. Además entraron por allí las muy nutridas columnas de las organizaciones sociales que componen el denominado triunvirato de San Cayetano: la CTEP, la CCC y Barrios de Pie. Se trató de las organizaciones que participaron de la movilización y el acto en carácter de adherentes y que no se sumaron al paro de 36 horas pero sí al de 24 que comienza a las 0 horas del martes.

La Avenida de Mayo quedó reservada para las organizaciones convocantes. Por allí ingresaron las columnas de ambas CTA. La de los Trabajadores de Hugo Yasky y la fracción de la Autónoma que responde a Pablo Micheli. Detrás, los sindicatos de base de esas organizaciones. En primer lugar los docentes de CTERA y Suteba, luego los estatales de ATE y el Astillero Río Santiago y los gremios privados de Fetera como los aeronáuticos de APA los metrodelegados, entre otros sindicatos.

Por Diagonal norte ingresó la columna del Plenario del Sindicalismo Combativo encabezada por el Sindicato del Neumático, la Unión Ferroviaria de Haedo y la AGD-UBA que, junto con sindicatos docentes opositores a la conducción de Yasky y Baradel, se movilizaron en forma independiente y bajo la consigna de “plan de lucha hasta derrotarlos”. Luego harían un acto propio exigiendo la continuidad de las medidas. Por la calle Bolívar ingresó la columna del Sipreba encabezada por los trabajadores de Télam que cumplen tres meses de paro y permanencia pacífica en las instalaciones de la Agencia. En la plaza también se hizo notar la presencia de manifestantes no organizados y con carteles hechos a mano exigiendo el cese del ajuste y la renuncia del presidente Mauricio Macri.

El acto comenzó, como estaba previsto, a las 15.30 horas. Allí unos 50 dirigentes sindicales y de movimientos sociales dieron el marco al acto con el propósito explícito de dar una muestra de “unidad de los trabajadores”. Debajo del escenario se montó un palco reservado para organizaciones de derechos humanos y dirigentes políticos. Más de diez intendentes del conurbano bonaerense formaron parte de la comitiva VIP que allí se ubicó. El único dirigente eminentemente político que se hizo notar arriba del escenario fue el diputado nacional Agustín “Chivo” Rossi.

Diez oradores de distintas organizaciones se dirigieron a los manifestantes que, una y otra vez, coreaban el clásico cántico que hace ya más de un año se extiende en estadios de fútbol y recitales y cuyas siglas quedaron inmortalizadas: MMLPQTP.

Hugo Yasky comenzó señalando que “vamos a estar en la calle hasta que cambien la política económica, se terminen los despidos y tengamos nuestros derechos reconocidos”, además la emprendió contra el presidente Mauricio Macri señalando que “está en Washington y ya debe tener las rodillas entumecidas, nosotros estamos de pie y él de rodillas ante el FMI”.

El dirigente de la CTA, además, señaló que “hay que sostener la unidad y la convergencia para construir un plan de lucha”. Con todo, y en un mensaje electoral encriptado, concluyó con la frase “el pueblo siempre vuelve.”.

Luego harían uso de la palabra Pablo Micheli y Sergio Palazzo de la Bancaria que, a último momento, reemplazó a Pablo Moyano como orador del espacio del Frente Sindical para el Modelo Nacional. El dirigente de la CTA Autónoma aseguró que “no es cierto que el FMI sea el único camino, hay que convencer al pueblo de que hay otro”, para concluir proponiendo “hacer todos los paros necesarios hasta que caiga este modelo económico o estos tipos dejen el gobierno.”.

El dirigente de la Bancaria, en el mismo tono, consideró que el pueblo estaba dando “la batalla final contra el ajuste” y que “hasta aquí llegó la derecha”. El orador del Frente Sindical fue el primero que puso la mira en los diputados opositores del PJ y el FR que manifestaron votar en forma favorable el Presupuesto o dejarlo pasar a través de la abstención: “la oposición es mayoría. Tienen que ser valientes y rechazarlo. Si no serán funcionales al gobierno que dicen combatir”.

Palazzo se posicionó por hacer “uno y mil paros e intensificar el plan de lucha”. Con todo, se atajó: “No queremos un golpe de estado, queremos que cambien su política.”. Caso contrario, explicitó parafraseando al oficialismo, “sí se puede cambiar a Cambiemos en el 2019”. Luego recordó la convocatoria del espacio que encabeza a movilizarse a Luján el próximo 20 de octubre aunque omitió la convocatoria a marchar al Congreso el día que se trate el Presupuesto.

En el escenario también hicieron uso de la palabra el dirigente de ATE CABA Daniel Catalano que leyó una carta de Milagro Sala, el dirigente de la Tupac Amaru “Coco” Garfagnini y los dirigentes del triunvirato de movimientos sociales: el “Gringo” Castro (CTEP), Daniel Menéndez (Barrios de Pie) y Juan Carlos Alderete (CCC) que adelantó la participación de su organización en los bloqueos a todas las rutas del país en el paro del martes.

Menéndez, por su parte, señaló que “el gobierno está en un desfiladero muy estrecho y tiene que garantizar la paz social” aunque, se consoló, “queda nada para que se vayan con el voto popular”. Además hicieron uso de la palabra Lola Berthet del Sindicato Argentino de Actores y Sonia Alesso dirigente nacional de CTERA que cerró el acto antes del himno nacional.

La jornada ofició de preámbulo para lo que se espera sea un paro con un acatamiento contundente habida cuenta de la situación que atraviesan los trabajadores y de la adhesión total de los sindicatos de la CGT y ambas CTA incluyendo los gremios del transporte.

Además, por la mañana y desafiando la modalidad dispuesta por la CGT, habrá bloqueos y piquetes organizados por el Plenario del Sindicalismo Combativo, la CTA Autónoma de Ricardo Peidró y la Corriente Clasista y Combativa en todos los accesos a la Ciudad de Buenos Aires, el Obelisco y decenas de puntos en todo el país.

A las 14 horas el triunvirato de la CGT realizará una conferencia de prensa analizando el resultado de la medida.

El martes, por segunda vez en lo que va del año, el país quedará inmovilizado por el paro convocado por la conducción de la CGT y que incluirá a los sindicatos de transporte.

A la medida adherirán los más de 200 sindicatos confederados en la CGT, incluyendo los agrupados en el Movimiento de Acción Sindical Argentina que reúne a los trabajadores telefónicos, la Unión Ferroviaria y los peones de taxis, entre otros.

Tiempo Argentino


Macri confirmó lo que los mercados esperaban: irá por la reelección en 2019

Mauricio Macri confirmó ayer en Nueva York que está dispuesto a pelear por la reelección el año que viene. Lo aseguró en esta ciudad ante medios financieros sabiendo que estaba dando el mensaje que más esperaban los inversores sobre la Argentina. Esta claro, como luego confirmaron los empresarios estadounidenses que lo escucharon en el almuerzo en el restaurante Rao`s, que los dos principales interrogantes sobre la Argentina hoy son si continuarán las reformas de la mano de un segundo mandato del Presidente y si se mantendrán las reglas de juego. El resto de las especulaciones, como confió ayer un banquero a ámbito.com, son importantes pero no modifican la visión sobre el país. Y Macri les confirmó todo eso: no habrá cambio de rumbo, ni «Plan B» alternativo.

El Presidente mantuvo su día financiero clave en Nueva York: se reunió por la mañana con editores del Financial Times en un encuentro que en el que también participaron banqueros y representantes de fondos de inversión con intereses en Argentina como Jane Fraser (Citi Bank), Ed Al Hussainy (Columbia Threadneedl), Alberto Ramos (Goldman Sachs), Gerardo Mato (HSBC), Martin Marron (JP Morgan), Charles Feraz (Itau Asset Management) y Tom Langford (UBS). También lo acompañaron Fulvio Pompeo, Iván Pavlovsky y el embajador Fernando Oris d Roa.

Macri escuchó allí algunas señales de apoyo por parte incluso de algunos de los editores que hicieron chistes como comparar a la situación actual con un mundial de fútbol el que dijeron que «hinchan por la Argentina» y luego se preparó para brindar un reportaje en directo que emitió la cadena de televisión Bloomberg en su canal internacional. Fue allí donde confirmó que irá por la reelección. Explicó su visión de las cinco tormentas que enfrentó la Argentina en los últimos meses y confió en que todas las reformas ponen al país en una senda distinta que la que transita Venezuela.

Sobre algunos de los problemas que enfrentó el país dijo: «Afortunadamente, toco madera, los pronósticos climáticos muestran que no vamos a tener sequía ni inundaciones, por lo que la principal producción argentina, que son los granos, escalará a un nuevo récord».

Fue en ese reportaje cuando se le preguntó sobre el punto que mantuvo en vilo ayer al todo el mercado en Argentina: cual será el monto de la ampliación del acuerdo con el FMI. Macri no quiso aclarar si u$s 5000 millones más serían suficientes o no y si esa extensión, sumando los montos ya acordados podría llegar a u$s 70.000 millones. Solo afirmó que en dos días se va a conocer el resultado. Tampoco lo hizo un poco más tarde Nicolás Dujovne cuando afirmó que es más importante la técnica del acuerdo y las herramientas con las que contará Argentina que el monto final de la asistencia extra.

«Tenemos que esperar a tener una comunicación oficial y mal podría yo dar un monto porque no hay un monto definido. Estamos trabajando para tener un buen acuerdo. Todavía seguimos conversando y trabajando. Tenemos que maximizar la calidad del acuerdo», explicó puntualmente Dujovne.

Fue precisamente en ese juego de preguntas y respuestas con los periodistas en New York que Macri comenzó a desgranar otros interrogantes que tiene hoy el mundo sobre la economía y la marcha de la negociación con el Fondo Monetario Internacional.

Así el Presidente también ratificó que no habrá un default en Argentina, que el país tiene amplia capacidad de pago de sus vencimientos. Dentro de la política internacional se sumó también una negativa apoyar cualquier intento de una invasión militar a Venezuela y volvió a manifestarse a favor del diálogo y de que el gobierno de Nicolás Maduro reconozca la crisis en la que está ahí acepte la intervención internacional.

Confirmo también que no tiene previsto hacer ninguna modificación en cuanto al régimen cambiario en Argentina y mucho menos ir a un sistema de convertibilidad. Si reconoció que se habla dentro de la negociación con el fondo de la posibilidad de garantizar un sistema que lleve claridad total al mercado de cambios. Aquí entra la idea que está rondando en el mercado desde hace unos días del establecimiento de bandas de flotación cambiaria acordadas con el FMI y con montos de intervención que aún no están aclarados.

Un poco más tarde Macri se sentó a almorzar con inversores en el East Harlem entre los que estuvieron en las mesas se contó a representantes del fondo Blackstone, Tony James, Barry Sternlicht, CEO de Starwood Capital Group, Michael Ducera, los CEO de Black Rock y por el Gobierno Dujovne, Pompeo, Oris de Roa y Pavlovsky.

Macri partió después de ese encuentro al Council of the Américas donde el Gobierno quiso reunirse solo con empresarios estadounidenses con intereses en la Argentina

La negociación con el FMI, de todas formas, se está dando tanto en Buenos Aires donde participa Luis Caputo y parte del directorio del Banco Central y Nueva York donde Dujovne supervisa esas conversaciones.

Parte de los banqueros que están aquí en New York consideran que el monto de esta extensión no es lo más importante sino que el Gobierno vuelva a ratificar que no habrá cambio de rumbo en cuanto a las reglas que se establecieron en el inicio de la administración Macri.

Pero está claro que el mercado tanto en la Argentina como Nueva York está pendiente de ver cuál es ese límite a negociar con el FMI. La apuesta a que haya un anuncio del cierre definitivo de la renegociación de metas con el FMI está todavía pendiente y recién entre hoy a la noche y mañana la mañana podría confirmarse.

Por la tarde Macri se encontró vez con Donald Trump en el cóctel que el presidente de los Estados Unidos ofrece a todos los mandatarios que vienen a participar de la apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas durante esta semana.

A la noche llegó el momento de relax: el Presidente partió al restaurante Cipirani de Wall Street para participar en la cena del Atlantic Council el Global Citizen Awards donde compartió mesa con Christine Lagarde.

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