Colombia: asume el nuevo Congreso y por primera vez se posesionan líderes de la Farc
El Congreso con el que gobernará Duque
El Congreso de la República que se instala hoy tiene sobre sus espaldas una carga histórica sin antecedentes en el país. Es el primer Legislativo que se posesionará luego de la firma del Acuerdo de Paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las antiguas Farc, y, como consecuencia de ese pacto, llegarán a él los miembros de la exguerrilla, ahora convertida en partido político, quienes ocuparán 10 curules, cinco en Senado y cinco en la Cámara de Representantes. Pero, más allá del recibimiento de quienes estuvieron varias décadas alzados en armas, los cuatro años que empiezan en el Capitolio estarán marcados de manera transversal por una implementación que aún está en deuda.
Las condiciones políticas en el nuevo escenario son diferentes. Las fuerzas del gobierno Santos llegan menguadas y, en la competencia por tramitar la mayor cantidad de actos legislativos y leyes que permitieran poner en marcha lo acordado en La Habana, el Ejecutivo llegó casi arrastrándose a la meta. El uribismo, ahora con presidente a bordo, llega a su vez más fortalecido que nunca, no sólo con la bancada mayoritaria —19 curules en Senado y la segunda más grande en la Cámara, con 32—, sino con intenciones serias de hacer reformas a la columna vertebral del pacto que puso fin a un conflicto de más de 50 años.
Esas fuerzas en el Legislativo quedaron definidas desde el pasado 11 de marzo. En Senado, además del uribismo y el partido FARC, luego de los escrutinios realizados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), Cambio Radical quedó con 16 curules, los conservadores, liberales y la U, con 14 cada uno; la Alianza Verde, con 9; el Polo, con cinco; y la Lista de la Decencia, MIRA y Colombia Justa-Libres, con tres cada uno. Como se había previsto, con la adquisición de las tres curules por parte de Colombia Justa-Libres, perdieron asientos en el Senado Soledad Tamayo, del Partido Conservador; Jorge Guevara, de la Alianza Verde, y Gloria Flórez, de la Decencia.
No obstante, también hay promesas de garantía para la oposición con el estreno de un estatuto ausente desde que fue contemplado en la Constitución de 1991. En esta ocasión, desde el 7 de agosto, día en el que el presidente electo, Iván Duque Márquez, tome posesión en el cargo, los partidos tendrán un mes para hacer la declaración política y comprometerse, al menos durante un año, a ser de gobierno, de oposición o independientes. Esto con el fin de que quienes decidan no acompañar al gobierno entrante cuenten con garantías y recursos del Estado para realizar ese ejercicio de oposición.
Ahí ya hubo movimientos: con el gobierno Duque estarán el Centro Democrático, el Partido Conservador, el MIRA, Colombia Justa-Libres, si se confirman sus curules, y seguramente el Partido Liberal. Cambio Radical y la U, que tuvieron diferencias con los uribistas en las reuniones para definir las mesas directivas del Congreso, conformaron un “bloque de coalición” con el fin de actuar como un solo partido. Hay voces dentro de ellos que dan por hecho que serán parte de la coalición de gobierno, aunque otras hablan de una posible independencia.
En la otra orilla estarán el Polo Democrático, los Decentes, la circunscripción indígena, la FARC y, con la decisión de ayer, la Alianza Verde, que incluso plantea designar expertos en cada uno de los temas que maneje cada ministerio para que el control político pueda ser más riguroso. A la oposición también llegarán el excandidato presidencial Gustavo Petro Urrego y la excandidata a la Vicepresidencia Ángela María Robledo, quienes ocuparán una curul en Senado y Cámara, respectivamente, en ejercicio de un derecho que quedó establecido en la reforma de Equilibrio de Poderes de 2015 y en el Estatuto de Oposición.
En un plano de alto valor simbólico, el nuevo Congreso también será testigo del regreso de la Unión Patriótica (UP) al Capitolio, una colectividad nacida en 1985 como una apuesta política de los grupos guerrilleros que operaban por esa época en el territorio nacional y que fue víctima del exterminio de miles de sus militantes —algunos estudios calculan que hubo unos 5.000 asesinatos—, dejando una herida aún abierta. La cabeza de este retorno es Aída Avella, que con 57.175 votos obtenidos el pasado 11 de marzo se quedó con la segunda curul de la Lista de la Decencia.
El Legislativo con el que gobernará Iván Duque también mantiene liderazgos fuertes, que mueven gran parte de la opinión y los votos en el país. De su lado está el expresidente Álvaro Uribe Vélez, que repite curul luego de obtener la mayor votación de la historia al Senado. Del otro lado se mantienen los incisivos Jorge Enrique Robledo e Iván Cepeda, y una de las grandes relevaciones del 11 de marzo, Antanas Mockus, que con 540.783 se convirtió en el segundo más votado. El nuevo Congreso promete, desde ya, intensos debates y una puja tremenda por el poder, enmarcada en un escenario sui generis en la historia política de Colombia.
Las nuevas caras que llegan al Congreso de la República
Por primera vez en el Congreso de la República se posesionarán 108 senadores y 172 representantes a la Cámara, luego de las reformas constitucionales que se dieron por la firma del acuerdo de paz con las Farc y la pasada reforma política de equilibrio de poderes.
Más del 50% del Congreso que termina fue reelegido para el periodo 2018 – 2022 y el 46.26% de los legisladores no hará parte del nuevo cuatrienio. Por su puesto, en este nuevo Congreso se verán caras nuevas tanto en Senado como en Cámara.
En el Centro Democrático llegará por primera vez al Congreso la profesional en el área de la salud Amanda Rocío González Rodríguez, quien es la primera mujer senadora por el Casanare, así como el caficultor del departamento de Caldas Alejandro Corrales.
En el liberalismo se verán dos caras nuevas en Congreso: un cambio generacional entre el caudillo liberal Horacio Serpa Uribe y su hijo Horacio José Serpa, quien presidió el Concejo de Bogotá. Y Laura Fortich, magister en administración de empresas.
En el partido Conservador, el senador y presidente de su colectividad, Hernán Andrade, dio un paso al costado para apoyar a su hermana Esperanza Andrade Serrano y llevarla al Senado de la República.
El primíparo de Cambio Radical es Édgar Jesús Díaz Contreras, exgobernador de Norte de Santander, exconcejal de Cúcuta por tres periodos y quien fue secretario de Hacienda de su departamento.
Por el parido de ‘la U’ llega al Senado de la República José Moisés Besaile, hermano de controvertido exsenador Musa Besaile, quien afronta una investigación en la Corte Suprema de Justicia por el llamado cartel de la toga.
La Alianza Verde tendrá en el Senado de la República al exalcalde de Bogotá y excandidato a la presidencia de la República Antanas Mockus, quien ha sido el segundo congresista más votado en la historia del país.
Por los lados del Polo Democrático llegará Pedro Leonidas Gómez, pionero del turismo social en Santander y quien es de la misma corriente política del senador Jorge Enrique Robledo.
Al Senado llegará una coalición de algunos partidos minoritarios que respaldaron la inscripción de Gustavo Petro como candidato presidencial, llamada la «lista de la decencia».
De ella hará parte el libretista de telenovelas Gustavo Bolívar, la presidenta de la Unión Patriótica, Aida Avella y el trovador y humorista de la comuna 13 de Medellín Jonatan Tamayo Pérez, conocido como «maguito».
Los nuevos en la Cámara
En Cámara de Representantes habrá varios primíparos de diferentes partidos que se han destacado por su trayectoria política en sus regiones. Sin embargo, llama la atención algunos apellidos conocidos de representantes electos porque sus padres han hecho historia en la vida política nacional.
A la bancada del Centro Democrático de la Cámara de Representantes llega Gabriel Santos García, hijo del exvicepresidente de la República Francisco Santos, quien es miembro activo del partido del uribismo.
En la bancada de la Cámara de Representantes de la Alianza Verde estará la exasesora del proceso de paz con las Farc de La Habana Juanita Goebertus y Mauricio Andrés Toro, primer hombre abiertamente gay que llega al Congreso de la República.
Por la llamada “Lista de la Decencia” estará en la Cámara María José Pizarro, hija del excandidato presidencial asesinado Carlos Pizarro y David Racero, quien renunció a su esquema de seguridad como congresista para que sea cedida a un líder social que lo necesite.
Quiénes integrarán la bancada de la Farc
Con el anuncio que hicieron los integrantes del partido político Farc ‘Iván Márquez’ y ‘Byron Yepes’ de no aceptar las curules en el Congreso de la República, ocuparán sus asientos quienes siguen en la lista inscrita ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).
El Gobierno había anunciando que ante el vacío jurídico que se crea por la no aceptación de un miembro de la Farc para ocupar la curul en el Congreso, se aplica la ley ordinaria que en este caso establece que deberá entrar el siguiente en la lista.
En remplazo de ‘Iván Márquez’ entrará ‘Benkos Biohó’ al Senado de la República y en Cámara de Representantes, Sergio Marín remplazará a ‘Byron Yepes’, quien anunció que por problemas de salud no podrá asumir la curul.
En consecuencia, en la bancada de la Farc en el Senado estarán los siguientes nombres:
Pablo Catatumbo
Su nombre de pila es Jorge Torres Victoria, pero decidió dejar su sobrenombre de la insurgencia en la cédula de ciudadanía. Catatumbo, de 65 años de edad, ingresó al Partido Comunista y estando allí fue enviado a Moscú (Rusia) a estudiar a fondo el marxismo-lenininismo.
Se inició en la insurgencia con la guerrilla del M-19 en Medellín y luego se vinculó a las Farc en su natal Cali (Valle del Cauca) haciendo su recorrido desde cabecilla del frente 26 en la cordillera central, pasando por el comando del frente sexto en el norte del Cauca y miembro del Estado Mayor Central, para luego hacer parte del‘secretariado’ de las Farc en el 2008.
Victoria Sandino
Nació en Tierralta (Córdoba) y entró a la guerrilla después de militar en las Juventudes Comunistas (Juco) y luego en la Unión Patriótica (UP). Entra al Congreso como Judith Simanca Herrera y trabajará por la equidad de género y las políticas en favor de la mujer.
Su paso por la guerrilla de las Farc inicia desde el fallido proceso de paz del presidente Andrés Pastrana, llegando a comandar el frente 21 del sur del Tolima. Llega a LaHabana en el 2013 a integrar la subcomisión de género en los diálogos de paz.
Carlos Lozada
Su nombre de pila es Julián Gallo, quien nació en Bogotá en 1961, pero al ingresar a las Farc fue enviado por sus jefes guerrilleros a las montañas del Cauca para comandar el frente que operaba en el norte de ese departamento.
En julio de 2015 viajó a La Habana para vincularse a las conversaciones del proceso de paz trabajando en la subcomisión técnica del fin del conflicto. Durante el Congreso Nacional del nuevo partido Farc fue elegido para que haga parte del Consejo Político de la colectividad.
Sandra Ramírez
Fue quien obtuvo mayor votación en el Congreso Nacional de Farc para que ocupara la dirección colegiada del partido. Es recordada por ser la compañera hasta la muerte del fundador de las Farc, Manuel Marulanda.
Su nombre en la vida civil es Griselda Lobo y nació en La Paz (Santander) para unirse muy joven a la guerrilla.
Los proyectos con los que llega al Congreso «la bancada por la paz y la vida»
Con un paquete legislativo de 14 iniciativas que serán presentadas desde este 20 de julio ante el Congreso, la unión de partidos y sectores políticos que se ha denominado ‘Bancada por la paz, la vida, la democracia y los derechos humanos’, y de la que hacen parte la Colombia Humana, Polo Alternativo, Decentes, FARC, Mais y la UP, comenzará un trabajo legislativo que estará caracterizado por el control político, el contacto con las organizaciones sociales y el impulso a la puesta en marcha de lo pactado entre Gobierno y Farc en el Acuerdo Final de Paz .
Se trata de cinco actos legislativos y nueve proyectos de ley que están divididos temáticamente en bloques y varios de los cuales tienen que ver con lo que no se pudo evacuar a través del fast track. Según el senador del Polo Democrático, Iván Cepeda, se trata del trabajo de una serie de sectores unidos en una bancada con una gran posibilidad de acción.
«Nunca antes la centroizquiera había contado en el Congreso con un número tan significativos de representantes. Somos cerca de 50 en Cámara y Senado. Nunca antes se había presentado una circunstancia similar y eso significa que vamos a tener muchas perspectivas de trabajo. Vamos a hacer un control político muy férreo, porque hay gente con mucha experiencia en eso y también gente nueva con ideas sólidas», detalló Cépeda.
Para el senador es claro que ante el gabinete ministerial planteado por el presidente electo Iván Duque, «que es muy gremial», se hará más que indispensable el trabajo de esta bancada que estará muy conectada con las organizaciones sociales.
Cepeda insiste, eso sí, en que eso no significa que estén las puertas cerradas para crear canales de comunicación: «Estamos dispuesto a dialogar con el Gobierno sobre todo en los temas de paz que consideramos es urgente abordar para ahorrarnos años de discusiones. No es para renegociar el acuerdo de paz -porque la Corte ya dejó claro ese tema- pero si para buscar entendimiento sobre algunos asuntos».
Ángela María Robledo, excandidata a la Vicepresidencia y futura representante a la Cámara, explica que los puntos de encuentro de las colectividades desde los que nacen estos proyectos residen en la defensa de la vida y de lo acordado en La Habana, en la construcción de alianzas con organizaciones sociales y ciudadanía en las regiones, y la producción de saberes. «Esta oposición tendrá una aspiración de poder, será democrática y propositiva, pero también clara y contundentemente abierta a defender nuestra libertad, la precaria democracia que tenemos y la justicia social«, afirma.
De acuerdo con la presidenta de la Unión Patriótica y congresista de la bancada de la Lista de la Decencia, Aída Avella, la coalición por la paz y la vida está conformada por una serie de parlamentarios que estarán encargadados «no solamente de presentar los proyectos para la paz sino de jalonar otros que han quedado a mitad de camino en esta legislatura».
Es el caso del proyecto de Acto Legislativo por medio del cual se crean las 16 Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz para la Cámara de Representantes, es decir las curules para las víctimas de la violencia, que se hundieron dos veces en el Congreso.
El articulado deja claro, por ejemplo, que los candidatos para ocupar estas curules solo pueden ser inscritos por organizaciones de víctimas, campesinas, sociales y que los partidos y movimientos que cuentan con representación en el Congreso o personería jurídica (incluido el de la FARC), no pueden inscribir listas.
«Este Proyecto de Acto Legislativo retoma gran parte de las propuestas contenidas en los proyectos de acto legislativos anteriormente radicados y aquí enunciados, así como propuestas de las organizaciones sociales y de DDHH, en especial de la Corporación Viva la Ciudadanía, con las cuales se busca presentar a consideración del Congreso de la República una iniciativa on la mayor convergencia que permita la aprobación de esta medida legislativa y, en consecuencia, la creación de las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz», reza el texto en su exposición de motivos.
Otro proyecto clave que buscará mover esta bancada es el de la reforma política como parte lo pactado en el Acuerdo Final de Paz entre el Gobierno y las Farc. Se trata de modificación que, como señala el proyecto, buscan una apertura democrática con mayores garantías a las organizaciones políticas, además de modernizar la organización electoral y combatir la corrupción.
El proyecto contempla 15 artículos centrados en cuatro ejes relacionados con lo expuesto en el Acuerdo de Paz: Garantías a la participación política, adquisición progresiva de derechos para organizaciones políticas, transparencia en el ejercicio de la política y promoción de la participación política.
Entre los otros proyectos que hacen parte del paquete legislativo se encuentran el que busca reducir la cotización mensual al régimen contributivo de salud de los pensionados, el que plantea modificar el Código Sustantivo del Trabajo para armonizar el derecho de huelga, el que quiere crea el servicio Social para la paz, el que busca otorgar beneficios a deudores del ICETEX, el que propone atención integral a la primera infancia en situación de emergencia -sobre todo en zonas rurales del país- y uno que busca reglamentar de manera más clara las coaliciones políticas.
Está además el que proyecto que propone crear cinco nuevos tipos penales que tipifican la conducta del paramilitarismo, una propuesta que fue trabajada conjuntamente en una Mesa de Trabajo conformada por diversas organizaciones sociales y de derechos humanos.
El texto sostiene que en aras de reforzar las garantías en materia de seguridad «se debe dotar al sistema judicial de herramientas legales para desmantelar las estructuras económicas y políticas que sostienen el actuar paramilitar por medio de la tipificación de las conductas relacionadas con la conformación de grupos civiles armados organizados ilegales de cualquier tipo, incluyendo los denominados autodefensas, grupos de seguridad que ejecuten actos ilegales, paramilitares, así como sus redes de apoyo, estructuras o prácticas, grupos de seguridad ilegales u otras denominaciones equivalentes».