El político Fernando Balda pedirá prisión preventiva para Correa por su secuestro en 2012

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Fernando Balda pedirá que se sustituya por prisión la medida para Rafael Correa

El activista político Fernando Balda solicitará este martes, en una audiencia de sustitución de medidas la ya emitida contra el expresidente Rafael Correa que le obliga a presentarse cada 15 días ante la Corte Nacional de Justicia en Ecuador.

En su lugar Balda pedirá que se le aplique a la figura de prisión preventiva por no haber acatado la disposición de un juez competente.

Esto una vez que, según Balda, Correa no se presentó este lunes 2 de julio hasta el plazo dado, las 17:00 en Ecuador.

Correa es procesado e investigado por supuestamente estar involucrado en el secuestro de Fernando Balda ocurrido en Colombia en agosto del 2012.

«Él ha decidido incumplir la orden de un juez competente que le ordenó venir al Ecuador a presentarse cada 15 días empezando por este 2 de julio, son las 17:05 hora en que se cumplió el plazo para que él se presente…», advirtió ayer Balda en Guayaquil.

Añadió que solicitará que se pida a la Interpol la ubicación y captura de Correa para que sea traído al Ecuador. Además adelantó que visitará en los próximos días la Embajada de Bélgica en Ecuador para entregar el expediente completo de su proceso para que «ellos tengan claro que Rafael Correa no es un perseguido político, sino un avezado criminal que cometió una infracción ante las leyes del Ecuador».

También visitará la Embajada de España para presentar los antecedentes del expediente que vincula al ex secretario nacional de Inteligencia, Pablo Romero.

«De ahí si esos países deciden otorgarles asilo a quienes han cometido graves crímenes de estado, eso es cosa de cada una de esas naciones», advirtió Balda, quien calificó como una burla por parte de Correa presentarse en la embajada de Ecuador en Bélgica.

«Parece que él no está consciente de la realidad que está viviendo, él está sujeto en este momento a un proceso judicial y debe responder por tanto dentro de lo que establece la norma…», expresó el activista político.

Reconoció que dentro del proceso sería difícil un emisión de una sentencia pues el delito de plagio no puede ser juzgado en ausencia «entonces ahí el expresidente tiene una salida para evadir la justicia, es decir, él podría estar fuera del Ecuador los 7 años en los prescribiría la acción… y podría regresar después de 8 años».

Sin embargo, señaló que al tratarse de un crimen de Estado buscarán la forma de que el delito sea considerado de lesa humanidad y sea procesado en el Ecuador, además de otros delitos conexos como el peculado, que según Balda, Correa cometió al financiar con fondos del Estado un acto criminal, lo que tiene prescripción.

«Por el delito de peculado es muy posible que el expresidente Rafael Correa tenga que estar prófugo toda su vida, sostuvo Balda.

El Universo


Correa incumplió orden de presentarse en la Corte Nacional de Justicia

El expresidente Rafael Correa incumplió la decisión de la jueza Daniella Camacho, quien ordenó que se presentara cada 15 días en la Corte Nacional de Justicia, en Quito, mientras dure la investigación por el secuestro del exasambleísta Fernando Balda.

La primera asistencia de Correa estaba señalada para el lunes, 2 de julio del 2018, pero él prefirió acudir al Consulado de Ecuador en Bélgica, a las 11:00 (04:00 hora de Ecuador). Allí solicitó que se dejara constancia de su visita por escrito y con sello oficial.

El certificado, que fue publicado por el exjefe de Estado en su cuenta de Twitter, tiene la firma del vicecónsul, Bernardo Burgos González. Allí, Correa indicó que su asistencia a la oficina diplomática se debió a que el fiscal general encargado, Paúl Pérez, solicitó a la jueza que la presentación sea en Bélgica. Este pedido lo hizo durante la audiencia de vinculación del exjefe de Estado por el secuestro del exasambleísta, el 18 de junio. Pero en esa misma diligencia, la jueza rechazó la solicitud del fiscal y aclaró que las oficinas diplomáticas “no están para eso”.

Correa dijo que como expresidente desea cumplir con las exigencias procesales, “a pesar de ser evidente la persecución política y judicial que he sufrido en los últimos meses”.

El exfuncionario también justificó su incumplimiento con el argumento de que ejercía sus derechos como ciudadano extranjero y citó a la Convención de Viena, entre otras normas internacionales.

La penalista Paulina Araujo explicó que en cualquier caso, la única orden que se debe cumplir es la emitida por un juez competente y no una solicitud hecha por un fiscal.

“El exmandatario tenía una obligación jurídica de presentarse en Quito y la incumplió. No tenía sentido que comparezca en el exterior, porque se estaría desnaturalizando lo que es un proceso penal a la luz de la Ley ecuatoriana”.

El Código Integral Penal (COIP), en su artículo 542, señala que cuando una persona procesada incumple la medida dispuesta, “el fiscal solicitará al juzgador una medida cautelar privativa de libertad”. Es decir, la prisión preventiva.

El lunes, Byron Valle, asambleísta de la bancada Revolución Ciudadana, expresó que no les causará sorpresa si la jueza determina en las próximas horas la privación de libertad del exjefe de Estado.

“Eso evidenciaría la manipulación que existe. Aquí no hay un espíritu de querer cumplir con la justicia, sino más bien de violentar derechos y cumplir consignas. Ya sabemos hacia dónde van”.

Esa diligencia será aprovechada por el abogado de Balda, Felipe Rodríguez, quien solicitará la prisión del expresidente. Si eso ocurre, el jurista aseguró que solicitará la difusión roja de Interpol para que sea localizado y capturado, tal como se hizo con el exsecretario nacional de Inteligencia, Pablo Romero. Él también está vinculado a este caso y actualmente enfrenta un proceso de extradición en España.

La defensa de Balda teme que Correa pudiera recibir la protección de Bélgica porque su esposa es de ese país y sus hijos también tienen esa nacionalidad. Incluso, cree que el expresidente podría cobijarse bajo un asilo político.

Según el COIP, una persona acusada de asociación ilícita y secuestro, que son los delitos por los que se investiga a Correa, no puede ser juzgada en ausencia. Por lo tanto, si la jueza ordena su arresto y Correa no se entrega, se convertiría en prófugo. En ese caso debería esperar a que el expediente prescriba para volver al país, es decir, luego de nueve años.

Para la jurista Araujo, primero se deberá esperar a que el fiscal acuse al expresidente o se abstenga de hacerlo.

La fase de instrucción fiscal o de investigación pública terminará el 18 de julio. Esa es la fecha límite que tiene la Fiscalía para reunir las evidencias en contra de los autores intelectuales y materiales del secuestro de Balda.

Legisladores, concejales y exfuncionarios afines al exjefe de Estado anunciaron que en rechazo a esta acción judicial marcharán por las calles de Quito. Tienen previsto reu­nirse este jueves, a las 15:00, en el parque El Arbolito.

En contexto

Seis personas están vinculadas en la investigación por el plagio de Balda. Entre ellas tres policías, el exdirector de Inteligencia Fausto Tamayo, el exjefe de la Secretaría Nacional de Inteligencia Pablo Romero y el expresidente Rafael Correa.

El Comercio


Expresidente Correa se presentó al Consulado en Bruselas por medida cautelar

El expresidente Rafael Correa (2007-2017) se presentó este lunes ante el Consulado de Ecuador en Bruselas para cumplir con la medida cautelar pedida por la Fiscalía General del Estado (FGE), por su presunto vínculo en el secuestro del exasambleísta Fernando Balda, ocurrido en Colombia en 2012.

En su cuenta de red social Twitter, Correa indicó que en el ejercicio de sus derechos, se amparó en la Convención de Viena de Relaciones Consulares, la Convención Interamericana de Derechos Humanos (DD.HH.), la Jurisprudencia de la Corte Interamericana y en la Carta Magna ecuatoriana.

“Me he presentado el día de hoy, lunes 2 de julio de 2018, al Consulado del Ecuador en Bruselas, para cumplir la medida cautelar impuesta por la ilegal e ilegítima vinculación al llamado ‘Caso Balda’», dijo Correa.

Correa ya ha comparecido anteriormente desde el Consulado de Ecuador en la capital belga, a través de una videoconferencia voluntaria en una fase de investigación del mismo caso.

El expresidente mantiene su posición de rechazo ante cualquier vinculación con el caso Balda y asegura que no existen pruebas sobre su presunta implicación en los hechos.

El pasado 18 de junio, la jueza Daniela Camacho vinculó a Correa en delitos de asociación ilícita y plagio relacionados con el presunto secuestro de Balda.

Camacho declaró en ese entonces que el exmandatario debería presentarse cada 15 días en la Corte Nacional de Justicia (CNJ) en Ecuador.

La instrucción fiscal de la que Correa formará parte en el caso Balda dura 30 días, luego de los cuales el Fiscal podría emitir un dictamen abstentivo y no acusar al exmandatario.

La jueza podría dictar sobreseimiento en el caso o podría ser llamado a juicio.

Andes


¿Quién es Fernando Balda, el hombre que puede llevar a prisión a Rafael Correa?

Fernando Balda, el político que puede llevar a la cárcel -o al exilio- al ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, por intento de secuestro en el 2012, espera que su caso judicial ayude a desenterrar el lado más oscuro del correísmo.

«El país entero, el mundo, debe saber que el caso de Fernando Balda no es el único crimen de Estado que se cometió durante diez años de correísmo. Hubo una persecución sistemática a opositores, a personas que opinaron contra el gobierno», denuncia en una entrevista con Efe.

De 46 años, casado en segundas nupcias, padre de seis hijos y abuelo, Balda lleva años en los titulares de la región, pero su nombre resuena ahora a escala internacional porque su denuncia podría llevar al ex mandatario a prisión.

Los hechos se remontan al 2012, cuando habiéndose refugiado de la justicia ecuatoriana en Colombia por una demanda de injurias al gobierno, sufrió un intento de secuestro del que responsabiliza directamente a Correa.

«Está demostrado que las órdenes vinieron de la Presidencia de la República y pasaron por el Ministerio del Interior», afirma con contundencia sobre un proceso judicial aún en fase de instrucción.

Por ahora, Correa ha sido únicamente vinculado al caso penalmente con base en correos entre los autores materiales y la Presidencia, y depósitos que fueron realizados a la Secretaría de Inteligencia para una supuesta operación de secuestro.

Según Balda, que estuvo en manos de sus captores apenas hora y media hasta que fue rescatado por la Policía, su plagio fue perpetrado por un grupo delictivo colombiano contratado por los servicios de inteligencia ecuatorianos, y estos respondían a las órdenes de Correa.

«¡Mi caso es tan transparente! ¡Hay tantas pruebas! Hay viáticos aprobados por la Presidencia, cheques girados de la cuenta del Banco del Pacífico de la Dirección General de Inteligencia a nombre de Raúl Chicaiza, autor confeso de mi secuestro», apunta.

La defensa de Correa afirma que el hecho de que los mandos medios de la Inteligencia puedan estar implicados en un caso, por el que ya hubo un juicio en Colombia, no significa que la orden viniera de él.

Pero Balda, director nacional de Acción Política y Estructura del partido «Adelante Ecuatoriano Adelante (ex PRIAN)», es tajante en su acusación.

Evoca un informe de la Contraloría, presentado el lunes en la audiencia de vinculación, que menciona unos pagos por una «Operación Secuestro», tal y como figura en unos documentos.

Aduce que los altos funcionarios del régimen de Correa se creían omnipotentes: «¡No es que eran brutos, eran intocables!».

«Por eso dejaron tantas pistas (por ejemplo, Chicaiza alquiló los vehículos del secuestro a su nombre). Además, no esperaban que yo terminase con vida», señala al recordar las grabaciones en vídeo de los hoteles donde se reunieron los agentes ecuatorianos con los sicarios en Colombia.

La defensa de Correa habla de una venganza de aquellos círculos de derechas y económicos que se vieron afectados por sus políticas.

Por aquellos años asambleísta de oposición, el político pronto denunció supuestos casos de corrupción que -asegura- llamaban a las puertas de la Presidencia, hasta que un día, dice, fue demasiado lejos.

«Creo que mi pecado fue el haber metido (el dedo) en la yaga», dice sobre una denuncia que hizo por un canal de televisión acerca del espionaje a políticos de oposición y periodistas, lo que le valió en el 2011 la condena por calumnias.

Ante el temor de ir a la cárcel, se exilió en Colombia, donde pasó, antes del secuestro frustrado, por un intento de deportación impulsado por la inteligencia ecuatoriana, sostiene, sin el conocimiento del presidente colombiano, Juan Manuel Santos.

El mismo que inicialmente le había dado protección y que, tras distanciarse de su predecesor Álvaro Uribe -con cuyo entorno Balda se codeaba-, acabó entregándolo a Correa a finales del 2012.

Balda pasó dos años en prisión en Ecuador por injurias no calumniosas contra el Estado y recuerda su paso por la cárcel como «una experiencia muy dura» para él y su familia.

La denuncia por su secuestro la presentó por primera vez en el 2013 desde prisión, pero con el cambio de gobierno en el 2017, y la entrada en funciones de otro fiscal se iniciaron las pesquisas.

Balda reconoce que el nuevo entorno político ha permitido que se desclasifiquen documentos cruciales de los organismos de seguridad, que cree favorecerán a que todo el país pueda empezar a desenterrar «crímenes» supuestamente cometidos por el correísmo.

«Lo he dicho desde el principio: mi caso no es el único. Yo soy un sobreviviente. A otros sí los asesinaron», sostiene.

El Comercio

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