[Exclusiva de NODAL] Alice Driver, periodista especializada en migración: “No creo que mejore la situación en la frontera con México”
Entrevista a Alice Driver, periodista especializada en migración
Por Lucía Cholakian Herrera, de la redacción de NODAL
Durante los últimos días, una nueva noticia sobre Estados Unidos sacudió la agenda internacional de derechos humanos: se reveló que el gobierno norteamericano estaba separando desde principios de mayo a las y los niños inmigrantes indocumentados que llegaban junto a sus padres por la frontera sur, encarcelando a más de 2.300 menores lejos de sus familias. Ante el repudio internacional, Donald Trump firmó el miércoles -en el Día Internacional de los Refugiados- un decreto para terminar con esta práctica anti-humanitaria. Sin embargo, los efectos de dicha terminación no están aún claros, ya que el presidente estadounidense reafirmó su voluntad de recrudecer los controles sobre las fronteras y la criminalización de las y los inmigrantes ilegales.
Más allá de los eventos recientes, la política migratoria de Estados Unidos es crecientemente dura con las y los centroamericanas/os y mexicanas/os que cruzan la frontera cada día en busca de una vida mejor, lejos de los conflictos internos y políticos en sus países. Este conflicto, de larga data, cobró visibilidad en los últimos días pero merece ser atendido desde una perspectiva más amplia. NODAL conversó con Alice Driver, periodista norteamericana de CNN y Longreads, especializada en derechos humanos que vive en México. La reportera viajó a la frontera para ver y analizar el conflicto con sus propios ojos.
¿Cuál es la situación actual de las y los migrantes de Centroamérica y México en la frontera estadounidense?
Ayer en Ciudad Juárez, México, entrevisté a migrantes centroamericanos deportados de EEUU que pasaron tiempo en los centros de detención. Por ejemplo, en la Oficina de Apoyo al Migrante, conocí a Josefa Espinoza Ayala, de 49 años. Espinoza Ayala es de Michoacán, México, un estado que tiene bastante violencia, y cuando unos malandros se apoderaron de su casa, decidió irse a EEUU con su hijo de 18 años para pedir asilo. Al momento de cruzar la frontera y pedir asilo, los agentes de la Patrulla Fronteriza los separaron y los enviaron a diferentes centros de detención. De inmediato, deportaron al h
ijo de Espinoza Ayala mientras ella pasó un mes en ese centro. Estando allí conoció a muchas otras mamás separadas de sus hijos y dijo que no podía dormir por la noche porque “muchas mujeres lloraban”. Espinoza Ayala dijo que las mamás describieron cómo los agentes quitaban sus hijos a lo salvaje. Espinoza Ayala decidió abandonar el proceso de pedir asilo para poder reunirse con su hijo en México. Mientras yo estaba haciendo una entrevista con ella, me dijo que había visto la noticia de que el presidente Trump había decidido acabar con su política de separar a las familias migrantes cuando llegaron a la frontera. Me dijo, “Sí escuché la noticia de Trump, pero después llegó una señora a la que le habían quitado a sus hijos”.
¿Qué implica el nuevo decreto de Trump? ¿Significa un cambio en la crisis humanitaria que se vive en la frontera?
La verdad, sabemos que Trump cambia de opinión e idea cada hora así que no podemos confiar que su decreto implique cambios reales. Por ejemplo, el gobierno todavía sigue construyendo una ciudad de tiendas de campaña en Tornillo, Texas, y más allá de todo eso, debemos preguntarnos ¿qué personas y corporaciones fueron las que recibieron millones de dólares del gobierno estadounidense para construir lo que en realidad son cárceles para niños, los que los medios estadounidenses están llamando “tender age shelters” (prisiones para la edad tierna)?
¿Hay repudio significativo a las políticas migratorias por parte de los países latinoamericanos?
En los medios de México dónde yo vivo hay un repudio fuerte a las políticas migratorias e incluso el presidente Enrique Peña Nieto, que no es reconocido por enfrentarse a Trump, dijo que era un trato cruel e inhumano a los niños.
¿Puede pensarse una mejora en la situación de las y los migrantes de América Latina y el Caribe en Estados Unidos con Trump en la presidencia?
No creo que mejore la situación, especialmente después de ver hoy a la primera dama Melania Trump, quien se puso una remera que dice “No me importa nada, ¿y a tí?” para ir a visitar centros de detención para niños.