Entrevista a Angélica Motta, feminista peruana: «Complacer es un mandato social para las mujeres»

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“La única ideología de género que se ha impuesto en el Perú es el machismo”

Por Gabriela Wiener.

Angélica Motta hizo una cosa que, creo, es el sueño húmedo de cualquier feminista peruana que se respete: negarle un beso a Luis Solari en vivo y en televisión nacional. Hizo historia. Desde entonces, algunos amigos le piden permiso para despedirse de un beso. Fuera de bromas, a esta antropóloga y coordinadora de un centro comunitario para jóvenes gays y trans, aquella experiencia, dice, la reafirmó en la importancia del consentimiento como consigna política. “Las mujeres tenemos derecho a decidir si queremos que nos toquen o besen. Especialmente cuando la violencia y el acoso sexual son endémicos. Es urgente romper con la cultura del acceso irrestricto a nuestros cuerpos, aun en situaciones que parecen anodinas. Complacer es un mandato social tan fuerte sobre las mujeres que desatamos la furia de hombres como Solari si nos negamos a recibir un beso y damos la mano. Es que desde niñas nos programan con cosas como “no seas malcriada, dale besito al tío”. Hablamos con ella de sus temas favoritos: la educación sexual en tiempos de fundamentalismo religioso.

¿Qué tal llevas la persecución religiosa?

El hostigamiento es muy común cuando te pronuncias de manera visible a favor de la igualdad de género, la diversidad sexual y los derechos sexuales y reproductivos, sobre todo en estos tiempos de arremetida fundamentalista. El momento más álgido de los ataques que recibí fue durante la campaña ConMisHijosNoTeMetas. A varias que defendimos el enfoque de género en el currículo nos llegaron a amenazar de muerte. Los chicos gays y las chicas trans con los que trabajo sí que lidian cotidianamente con el estigma, la discriminación y la violencia.

Una amiga española aprendió de sexualidad con un libro que hoy sería considerado porno infantil. En Holanda los niños aprenden educación sexual desde los cuatro años. ¿Cuándo y cómo se da a los niños del Perú?

Desde el 2008 contamos con lineamientos pedagógicos que establecen que la educación sexual se enseñe desde la primaria, pero no se ha implementado por la influencia del poder religioso y conservador. Y se nota. Un estudio del año pasado, que hicimos en la Universidad Cayetano, en escuelas de Lima, Ucayali y Ayacucho revela que solo el ocho por ciento de los docentes había recibido algún nivel de capacitación en educación sexual en los últimos doce meses. Si no son capacitados, qué se puede esperar que hagan o digan en el aula. De allí que uno de cada tres estudiantes varones afirman que cuando una chica dice que NO, en realidad quiere decir que SÍ, es decir, la cultura de la violación operando desde muy temprano.

¿Tú entendiste el tuit del premier Villanueva? Mientras nos lo explica ¿qué crees que quiso decir? Recomiéndale un nuevo tuit en lugar de ese, redáctaselo, que lo necesita.

Fue un tuit confuso que legitimaba el constructo fundamentalista “ideología de género” para referirse al enfoque de género. Una mezcla de cálculo político y desconocimiento. En tal sentido, aprovecho para decirle a Villanueva que la única ideología de género que se ha impuesto en el Perú es el machismo, ideología nefasta contra la cual el premier tendría que alinear a todo su gabinete. El enfoque de género por el contrario, es una perspectiva que permite comprender lo que necesitamos para ser una sociedad igualitaria y democrática. Cambiaría su tuit por: “Enfoque de género: eje transversal y fundamental de toda la política pública”.

El nuevo gabinete desaprueba en igualdad de género, 18 hombres versus 5 mujeres…

La participación política de las mujeres en el Perú es precaria y este gabinete es más de lo mismo en ese terreno. Pero si bien la paridad numérica es muy importante, liberar a la política de su impronta patriarcal no pasa solo por eso, sino por otras formas de liderazgo que privilegien la cooperación sobre la competencia; el diálogo y el consenso sobre el autoritarismo que alienten una participación amplia de los diversos sectores de la sociedad. Existe vasta evidencia que muestra que las sociedades más igualitarias son menos corruptas.

Vamos ministro por ministro. ¿Los nombrados ministros de la Mujer, Cultura, Salud, Inclusión y Educación te parecen idóneos? ¿Van a ser capaces de afrontar los desafíos?

Tengo la sensación de que para Vizcarra no hubiera la tremenda crisis política que hay. No se ve un proyecto que vaya a llevar al país a los cambios profundos que requiere. Lo más preocupante es Heresi en Justicia, que parece una carta negociada por los más interesados en salir impunes de la megacorrupción de Lava Jato. Sobre los casos puntuales que mencionas creo importante darles el beneficio de la duda en la gestión concreta de su sector.

A la ministra de Salud le están haciendo bullying porque es alguien que ha sido de Flora Tristán, porque es proaborto, porque ha trabajado en programas de salud sexual y reproductiva y por haber protegido a las personas trans. ¿Qué te parece su nombramiento? ¿Crees que es buen augurio o se viene una guerra?

No la conozco, pero las referencias que tengo de ella y que tú también señalas me parecen un buen augurio. Evidentemente, esto no va a dejar tranquilos a los sectores más conservadores, que ya vemos reaccionando. Toca apoyarla si emprende reformas.

¿Qué les demandarías concretamente a cada ministro que te he mencionado?

A la de Mujer, no solo atender a las víctimas de la violencia, sino prevenirla con énfasis en desmontar los mandatos de violencia de las masculinidades; al de Educación, restablecer el enfoque de género en el currículo y asegurar su implementación en las aulas de todo el país, igual que la educación sexual integral; a la de Salud, proveer acceso gratuito a la Anticoncepción Oral de Emergencia, sentar posición clara y firme a favor de la despenalización del aborto y garantizar la no discriminación de las personas LGTBIQ+ en el acceso a los servicios de salud; a la de Cultura, promover una campaña nacional por la igualdad de género y de respeto por la diversidad sexual; y al de Inclusión, garantizar programas sociales integrales para las mujeres trans.

La República


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