Argentina: Abuelas de Plaza de Mayo rechazan la prisión domiciliaria para genocidas
“No debe haber medias tintas”
Que los represores detenidos condenados y procesados por haber cometido delitos de lesa humanidad durante la última dictadura cívico militar son mayores nadie lo discute. Que la edad avanzada y los achaques que vienen con ella sea una puerta que se les abre hacia la prisión domiciliaria o la libertad condicional es una interpretación “política e ideológica” que las Abuelas de Plaza de Mayo “no” están “dispuestas a tolerar”. Así lo dejaron en claro las autoridades de ese organismo y una decena de nietos recuperados en una conferencia de prensa en la que recordaron la lista de personas en condiciones de dejar las cárceles en la que el Servicio Penitenciario Federal incluyó a casi 100 represores y advirtieron sobre la posibilidad concreta de que varios apropiadores de niños durante la última dictadura vuelvan a sus casas. “No hay medias tintas para aquellos que hayan cometido las barbaridades de lesa humanidad”, remarcó la vicepresidenta de las Abuelas, Rosa Roisinblit.
Rosa recuperó a su nieto Guillermo, nacido en la ESMA en el año 2000, luego de una búsqueda intensa que desarrolló junto a su otra nieta, Mariana, y el resto de las Abuelas. El último fin de semana, Guillermo recordó en una larga tira de tuits la amenaza que su apropiador, Francisco Gómez, le había dedicado algunos años atrás: “cuando salga les voy a poner un tiro en la frente a vos, a tu hermana y a tus abuelas”. Lo hizo a propósito de una novedad: en febrero pasado, Gómez solicitó la prisión domiciliaria. “Si por acercarme a Abuelas de Plaza de Mayo para averiguar si la chica que me había ido a buscar al trabajo era mi hermana me merecía un tiro, no me puedo imaginar lo que debería merecer ahora que declaré en dos oportunidades en su contra”, mencionó ayer en la conferencia de prensa. “Sus víctimas somos revictimizadas”, agregó.
“Hace 40 años que las Abuelas estamos buscando a nuestros nietos que fueron secuestrados. Desde que empezamos, hemos sostenido que aquel que se llevó a un nieto nuestro y se lo anotó como hijo propio es un delincuente que debe cumplir su condena. No hay medias tintas para aquellos que hayan cometido las barbaridades de lesa humanidad”, advirtió Roisinblit.
En la conferencia de ayer, las Abuelas y los nietos informaron que en la misma situación de Gómez está el apropiador de Francisco Madariaga, Víctor Gallo y varios otros represores condenados por delitos de lesa humanidad que, como él, han solicitado cumplir condena en sus hogares. “Yo viví con mi apropiadora bajo prisión domiciliaria. Sé que nadie controla”, recordó Pérez Roisinblit. Y contextualizaron estos pedidos en la coyuntura que atraviesan las políticas de derechos humanos: criticaron al Poder Ejecutivo por considerar, a través del Servicio Penitenciario Federal, que por tener más de 70 años, un centenar de represores está en condiciones de seguir sus condenas en sus casas y al Poder Judicial por “dejar en libertad a genocidas y mantener detenidos a presos políticos”, denunció Estela de Carlotto. “Es una vergüenza para el mundo que Argentina, habiendo habido una lucha ejemplar de las víctimas y el Estado cuando estuvo comprometido, caiga en este abismo”, apuntó la presidenta de Abuelas. “En muchos países del mundo, como Alemania, los genocidas no son personas que puedan gozar de ningún beneficio porque se entiende que el delito de lesa humanidad afecta a toda la humanidad, no nos afecta solo a los que lo sufrimos de manera directa”, concluyó.
En relación al listado emitido por el Servicio Penitenciario Federal se mostraron preocupados en Abuelas. “Si bien es común que las defensas soliciten este tipo de beneficio, es preocupante que desde el mismo Servicio Penitenciario Federal se sugiera a la justicia otorgar ese privilegio para criminales de lesa humanidad”, postuló el organismo. Luego, el abogado Palo Lachener aclaró que si bien saben que “el listado apunta a meter presión en la dirección de obtener estos beneficios para los represores, los casos se resuelven uno por uno, tribunal por tribunal, juzgado por juzgado y existen herramientas legales para sostener que lo que corresponde es la cárcel común y efectiva sin ningún beneficio”.