El gobierno argentino presiona a Bolivia para que paguen por la atención médica de migrantes
El Gobierno volvió a presionar para que Bolivia acepte debatir un acuerdo de reciprocidad para recibir un pago por los servicios que los ciudadanos no residentes de ese país utilizan al llegar a los hospitales públicos.
Si bien Evo Morales anunció ayer que prevé «adecuar» las normas para atender gratis a los argentinos que llegan al altiplano, el canciller Jorge Faurie consideró que eso «no alcanza» y pidió «un acuerdo más amplio».
El canciller boliviano, Fernando Huanacuni, confirmó que los argentinos comprendidos en los grupos de riesgo que reciben atención gratuita en hospitales públicos de Bolivia (niños hasta cinco años, embarazadas, mujeres en edad fértil, discapacitados y mayores de 60 años) serán beneficiarios de la atención. La decisión responde al planteo que hizo el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, de cobrar a los migrantes «golondrina» que cruzan la frontera, y al proyecto que fue al Congreso.
Con todo, la respuesta boliviana no satisfizo. Al participar de un almuerzo organizado por la Fundación Mediterránea, Faurie dijo a El Cronista que «vamos a tener que discutir algo más amplio», porque «nosotros tenemos costos en los sistemas de salud nacional y provincial que deben ser atendidos». Y agregó: «No alcanza. Nos debemos un diálogo más amplio del que tuvimos últimamente. En octubre ya les planteamos un mecanismo de reciprocidad», dijo Faurie. «Lo que les planteamos es que tenemos costos en los sistemas de salud nacional y provincial que deben ser atendidos».
Como gesto de distensión, Bolivia anunció el envío de una misión especial para debatir el tema. Dicha reunión ocurrirá luego del traspaso de mando en Chile, previsto para el 11 de marzo, donde se espera que Mauricio Macri y Evo Morales conversen de este y otros temas.
La relación bilateral tiene sus cortocircuitos: Morales viene reclamando una reunión bilateral con Macri, que esperaba celebrar el año pasado, pero que se truncó porque del lado argentino argumentan que hay demasiadas «imprecisiones» por resolver antes de una reunión de los líderes.
Aquí se reprocha que La Paz dilató las compras de equipamientos de medicina nuclear a Invap; también influye el retaceo de información sobre las represas que se realizan corriente arriba de los ríos Bermejo y Pilcomayo, con la consecuente inundación de tierras en Salta y Formosa. También hay firmas contratistas del Estado boliviano, que reclaman por deudas y certificados que se demoran. Por si fuera poco, entra en escena el gas: el ministerio de Energía quiere renegociar el contrato para el suministro, que no tiene precio estable y que podría reemplazar con energía de Vaca Muerta.
La Argentina planteó la intención de fijar un mecanismo de reciprocidad a los gobiernos del Paraguay y del Uruguay. Este jueves, el embajador argentino en Asunción, Héctor Lostri, presentará sus cartas credenciales al presidente Horacio Cartes y no se descarta que surja el tema. «Los demás países reconocen que es un tema complejo, que tiene impacto, y que están dispuestos a discutir, pero siempre parten de la expectativa que la Argentina muestre cierta flexibilidad para atenderlos», comentó Faurie.
