Brasil: inicia campaña de movilización «en defensa de la democracia” a 10 días de la decisión judicial sobre Lula
El PT se moviliza antes del decisivo juicio contra Lula
El Partido de los Trabajadores (PT) inició ayer una campaña de movilizaciones en todo Brasil para apoyar al ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, que este mes afrontará un juicio decisivo por corrupción que podría inhabilitar su candidatura para las elecciones presidenciales de octubre.
Simpatizantes de la formación socialista, que gobernó Brasil por 13 años (2003-
2016), instalaron cientos de comités populares en varias ciudades del país «en defensa de la democracia y del derecho de Lula a participar en la carrera electoral de este año», según dijo la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, en redes sociales.
Las concentraciones tendrán continuidad hasta el próximo día 24, cuando un tribunal de segunda instancia decidirá si ratifica o no la condena a nueve años y medio de prisión que Lula recibió por corrupción pasiva y lavado de dinero en un caso relacionado con la trama destapada en la petrolera estatal Petrobras.
Este sábado se registraron actos de apoyo al carismático líder en, al menos, ocho estados brasileños bajo lemas como «Elección sin Lula es golpe» o «Democracia siempre, dictadura nunca más», si bien tuvieron un impacto relativo en cuanto a adhesión.
En Fortaleza, capital del estado de Ceará, un desfile de precarnaval, bautizado «Bloco tô com Lula», recorrió las calles de esa ciudad.
Comitês em defesa da democracia e da candidatura de Lula se espalham pelo país
Mais de 500 Comitês Populares em Defesa da Democracia e do Direito de Lula ser candidato à Presidência da República foram lançados neste sábado (13), em várias regiões do país.
A ação marca o início da jornada de mobilizações contra a condenação do ex-presidente em segunda instância pelo Tribunal Regional Federal (TRF) da 4º Região, no processo relacionado ao “Triplex do Guarujá”.
“Nós tiramos um dia nacional de mobilização e luta em todo o Brasil para chamar atenção do mundo, da nossa militância, dos movimentos de esquerda que nós precisamos fazer a resistência. Porque o que vai acontecer aqui no dia 24, se não for uma sentença que absolva o Lula, é algo contra a democracia, contra o estado democrático de direito”, ressalta a senadora Gleisi Hofmann, presidente do Partido dos Trabalhadores.
Ela participou de uma aula pública nos Arcos da Redenção, em Porto Alegre (RS), onde vai acontecer o julgamento do ex-presidente. A senadora defendeu que independente do resultado da sessão no dia 24 de janeiro, Lula será registrado como candidato à Presidência pelo PT.
“Se eles condenarem [o Lula] é nada para nós do ponto de vista político e eleitoral e nós vamos registrar [a candidatura]. Aí é que podem embargar dizendo que Lula foi condenado pelo TRF-4. Só que nós também temos mecanismos jurídicos e vamos pelear na Justiça, não vamos ficar mansos. Nós vamos terminar de discutir esse processo do ponto de vista da justiça eleitoral na segunda quinzena de setembro. Até lá, Lula já fez campanha, usou o horário de rádio e televisão e já criou uma comoção pública”, diz.
Em São Paulo, o lançamento do Comitê ocorreu na sede do Diretório Nacional do Partido dos Trabalhadores. Durante a atividade, a fachada do prédio, localizado no centro da cidade, foi grafitada pelo artista Toddy, que pintou o rosto de Frida Kalo, Paulo Freire e Chico Mendes como símbolos de resistência.
Durante o evento, a ex-ministra de Políticas para as Mulheres Eleonora Menecucci destacou a importância dos Comitês para organizar e dar voz a população na defesa da democracia.
“O Lula tem mais de 47% da preferência dos votos, onde estão essas pessoas? Elas não aparecem porque são pessoas anônimas, do povo e é por isso que esses comitês têm razão de ser. Tem um sentido político muito grande, porque toda essa população que vota no Lula precisa de um espaço político para discutir. E nós estamos organizando, nós estamos organizadas e vamos em massa para Porto Alegre”, defende.
Em Fortaleza, no Ceará, o Bloco “Tô com Lula” ocupou as ruas em defesa da candidatura do ex-presidente. Também teve marchinha nas ruas de Olinda, em Pernambuco, com o Bloco Sapo Barbudo.
Em Maringá, no Paraná o lançamento do Comitê em Defesa de Lula contou com a presença de lideranças do Psol, PCdoB, além de centrais sindicais como a CUT e vereadores. Na plateia, cerca de 500 pessoas participaram do ato.
Já no Rio de Janeiro, o vereador pelo PT, Reimont Luiz, participou da entrega de panfletos à população e destacou o apoio dos que passaram pela Praça Sáenz Peña, na Tijuca.
“Mais de 2 mil panfletos que distribuímos, nós podemos dizer que a reação contrária ao nosso movimento foi muito pequena. A maioria das pessoas está compreendendo que nós temos que defender a democracia e isso significa desenvolver um processo político que discute a retomada de direitos do povo brasileiro”, destacou.
Atos também foram registrados em outras regiões do país como Roraima, Mato Grosso, Santa Catarina, Sergipe e Paraíba. No dia 16 de janeiro um novo ato está marcado em São Paulo. Já no dia 18, a mobilização deve acontecer no Rio de Janeiro. Em ambas as datas é esperado a presença de intelectuais, artistas e cientistas.
Cuatro ex presidentes firmaron una petición a favor de candidatura de Lula da Silva
El manifiesto, bautizado “Elección sin Lula es fraude” y publicado en change. org, contó con el apoyo de Cristina Kirchner, José Mujica, Rafael Correa y Ernesto Samper.
El cineasta estadounidense Oliver Stone también se plegó a la iniciativa Una petición en defensa de la candidatura de Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia de Brasil ha recibido unas 170.000 firmas, entre ellas de Oliver Stone y cuatro ex presidentes sudamericanos, mientras se acerca un juicio clave para su futuro político.
El manifiesto, bautizado “Elección sin Lula es fraude” y publicado en change.org, fue firmado por Cristina Kirchner, presidente de Argentina de 2007 a 2015, el uruguayo José Mujica (2010-2015), el ecuatoriano Rafael Correa (2007-2017) y el colombiano Ernesto Samper (1994-1998).
Líder en la intención de voto para la elección de octubre, Lula, que presidió Brasil de 2003 a 2010, fue condenado a nueve años y medio de prisión por un juez anticorrupción en julio, pero fue dejado en libertad a la espera de su juicio en segunda instancia, previsto para el 24 de enero en Porto Alegre (sur).
La causa se refiere a la supuesta obtención de un apartamento en el balneario de Guarujá (Sao Paulo, sudeste), que le habría ofrecido la constructora OAS a cambio de contratos en la petrolera paraestatal Petrobras. Si la condena es ratificada, el ex mandatario podría perder su libertad una vez se agoten todos los recursos judiciales, que llegan hasta la Corte Suprema. Y, aunque debería quedar inhabilitado electoralmente, existen recursos que le podrían permitir continuar en la carrera presidencial.
Lula, de 72 años y objeto de otros seis procesos judiciales, niega las acusaciones y asegura que son parte de “un pacto diabólico” de opositores para impedirle regresar al poder. “El intento de marcar en tiempo récord el juicio de segunda instancia de Lula el 24 de enero no tiene nada de legalidad. Se trata de un puro acto de persecución al líder político más popular del país”, denuncia la petición, publicada en portugués y otros siete idiomas. Además del cineasta estadounidense Oliver Stone, otras personalidades han firmado el texto, como el actor brasileño Wagner Moura (Narcos) o el psicoanalista francés Michel Plon.
El Partido de los Trabajadores (PT) de Lula ha llamado a partir de este sábado a movilizaciones previas al juicio y el alcalde de Porto Alegre incluso pidió apoyo al ejército ante una posible “invasión” de manifestantes en la ciudad.
Petición – Manifiesto Elección Sin Lula es fraude
El intento de marcar en tiempo récord el juicio de segunda instancia de Lula el 24 de Enero no tiene nada de legalidad. Se trata de un puro acto de persecución al líder político más popular del país. Utilizar un recurso espurio para intervenir en el proceso electoral ocurre porque el Impeachment de Dilma no generó un régimen político de estabilidad conservadora para muchos años.
El plan estratégico en curso, después de apartar a Dilma de la presidencia, retira los derechos de los trabajadores, pone en peligro la seguridad social, privatiza la Petrobras, la Eletrobras y los bancos públicos, además de abandonar la política exterior activa y altiva.
La reforma laboral y el techo del gasto público no atrajeron la inversión extranjera prometida, lo que podría sustentar la campaña en 2018 de un gobierno alineado con el neoliberalismo. Frente a la falta de popularidad, estos sectores han fallado en construir, hasta el momento, un candidato viable para la presidencia.
Lula crece en las encuestas en todos los escenarios de primera y segunda vuelta e incluso puede ganar en la primera. La victoria de Lula resultaría en el fracaso del golpe y permitiría la apertura de un nuevo ciclo político.
Por lo tanto para evitar la candidatura de Lula vale todo: condenación en la corte de Porto Alegre, la institución del semiparlamentarismo y hasta postergar las elecciones. Ninguna de las acciones enumeradas está fuera de cuestión. Ellas constituyen el arsenal de maldades de las fuerzas políticas que no valoran la democracia.
Una persecución totalmente política, que sólo será derrotada en el terreno de la política. Más que un tema táctico o electoral, la victoria o la derrota en esta lucha tendrá consecuencias estratégicas y de largo plazo.
Brasil está en una encrucijada: o restaura los derechos sociales y el Estado de Derecho Democrático o será derrotado y verá el final de la ejecución de una sociedad capitalista sin regulaciones, basada en la explotación de los trabajadores.
Este tipo de sociedad requiere un Estado de excepción con instrumentos para suprimir las universidades, intelectuales, trabajadores, mujeres, jóvenes, los pobres, las personas negras. De todos modos, todos los explotados y oprimidos a levantarse contra el nuevo sistema.
Por lo tanto, el tema de la persecución de Lula no se refiere sólo al Partido de Trabajadores y a la izquierda, sino a todos los ciudadanos brasileños. Como nunca antes en nuestra generación de combatientes, lo que está en juego es el futuro de la democracia.