Federico Galende, investigador y docente: «Sebastián Piñera participa de la recomposición de la derecha neoliberal en la región»
Entrevista a Federico Galende, investigador y docente
Por Cecilia Escudero, de la redacción de NODAL
Uno de los hombres más ricos de Chile volverá a gobernar su país a partir de marzo de 2018. Sebastián Piñera suplantará a la presidenta Michelle Bachelet (Nueva Mayoría), quien a su vez lo había reemplazado a él, en un juego pendulante entre ambos. En este diálogo, el investigador y docente argentino radicado en Chile Federico Galende ofrece las claves para entender este panorama, en el que Piñera colabora en la recomposición de la derecha regional. A nivel local, Galende pone el foco en la alternativa que puede construir el Frente Amplio, posicionado como el tercero en discordia, y que cosechó gran cantidad de votos en la primera vuelta presidencial con un discurso transformista y disruptivo de la política tradicional.
Bachelet y Piñera, que teóricamente ofrecen dos modelos distintos de país, se alternaron en el poder en los últimos cuatro gobiernos ¿Cómo se explica?
Hay efectivamente una oscilación entre Bachelet y Piñera, y que responde al hecho de que, de alguna manera, al pueblo no le resulta fácil decidirse entre las reformas que deben hacerse. Ello acarrea dificultades en un país de una fuerte impronta neoliberal, acostumbrado a la inversión internacional, a la desregulación del mercado. Políticas que tienen beneficios paupérrimos para los sectores más vulnerables. Aunque siempre parecen ser menos problemáticos que las dificultades que impondría otro tipo de reformas, que pudiera dejar al país en una situación más difícil. Esta oscilación que retrata una especie de duda existencial que ha llevado a que Bachelet le deje efectivamente dos veces servido en bandeja el gobierno a la derecha. Es destacable también que la derecha en el transcurso de una década y después de más de 50 años haya ganado dos veces las elecciones por sufragio popular.
¿Qué reformas políticas profundas reclama la sociedad chilena?
Apuntan más bien a derechos sociales que deberían completar la parte faltante de lo que se ha ido consiguiendo en el campo de la modernización y del desarrollo económico. Entre las reformas más importantes, se encuentra la educativa porque afecta al bolsillo de todos los chilenos y chilenas. En segundo lugar se posiciona la reforma constitucional, cuyo reclamo se hace sentir con fuerza en los sectores de centroizquierda y de izquierda.
¿Cómo se inserta la figura de Piñera en el actual mapa de fuerzas políticas de América Latina?
Creo que Piñera se acopla perfectamente a esta correlación de fuerzas que hace que Pedro Pablo Kuczynski sea el presidente de Perú, Mauricio Macri el de Argentina, y Michel Temer el de Brasil. Piñera participa así de la recomposición de fuerzas de la derecha neoliberal en la región. Se trata de una derecha con una impronta más neoliberal que la que toma fuerza en EEUU o algunos países de Europa, con un carácter más desarrollista y ultraconservador. El problema es que, en este contexto, mucha gente va a quedar afuera, marginada y castigada por estos nuevos acuerdos en el plano transnacional. Todo lo que que a su vez genera la posibilidad de que comience a aparecer un movimiento más global de izquierda.
¿Y en el caso de Chile?
En el caso de Chile, por ejemplo, el triunfo de Piñera le deja margen al Frente Amplio por primera vez para terminar de aplastar a la Nueva Mayoría, que en el fondo son igual de conservadores que el piñerismo. Es decir que si ante el gobierno de Piñera, el Frente Amplio logra consolidar su rol opositor, apalancado por las bases sociales, las propuestas políticas, las alianzas con las izquierdas socialistas y los pequeños sectores de izquierda del Partido Comunista, bueno, hay una seria posibilidad de que para el 2018 empiece a ocurrir por fin algo más interesante que el juego de rotación entre Piñera y Bachelet, que ya no tiene mayor importancia.