Ecuador: Voto nulo – Por Kintto Lucas

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En las últimas elecciones de Uruguay, luego de haber apoyado en la interna del Frente Amplio la candidatura de Constanza Moreira, y luego de ver el maltrato que recibió en ciertas instancias, me dije: esta es la última vez que voto. De ahora en adelante, votaré nulo, ya sea en Uruguay o en Ecuador.

No siempre pero creo que casi siempre. Finalmente, luego, junto con Eduardo Galeano y Daniel Viglietti apoyé a Constanza al Senado, como una forma de sostener en el Frente a mucha gente que se estaba yendo. Después, apoyé a Lucía para la Intendencia, creyendo que era necesario fortalecer ese polo dentro del Frente, pero no fui a votar en esas elecciones, no creí que fuera importante.

Cuando llegaron los momentos previos de las elecciones ecuatorianas y vi como se movían las frutas, me dije nuevamente que votaría nulo. En la primera vuelta cumplí la promesa conmigo mismo. Pero en la segunda vuelta, las posibilidades de que ganara un banquero, me hizo cambiar y finalmente escribí un artículo, bastante difundido, en el cual apoyé a Lenín Moreno, logrando incluso cambiar el voto de muchos que anularían. Entendía que sería catastrófico que ganar un banquero, sobre todo en la actual coyuntura latinoamericana y en particular venezolana.

Ahora viendo la realidad de Ecuador, de Uruguay, de América Latina y de tantos lugares, vuelvo a reafirmar algo que siempre dije: los procesos de transformaciones profundas se dan en la lucha social, política y cultural. Pero no necesariamente pasan por las elecciones. Si no se construyen bases sociales fuertes que a su vez procesen construcciones políticas de trasformación revolucionaria, desde lo social y lo cultural, no hay cambio real posible, mucho menos revoluciones. Se pueden hacer algunos pequeños cambios, a veces muy interesantes, importantes, que son necesarios sin duda, pero no transformaciones profundas. Incluso, a veces, en la vorágine del acomodo y el oportunismo, ni si quiera esos pequeños cambios, necesarios y posibles, se hacen.

Por lo tanto, manteniendo una mirada desde el pensamiento crítico y remarcando que seguiré apoyando los pequeños cambios que se puedan dar y criticando todos los entreguismos que se puedan dar, vuelvo a asumir ese compromiso conmigo mismo de votar nulo de ahora en adelante. Eso incluye la famosa consulta popular que está promoviendo el gobierno ecuatoriano.

No quiere decir que siempre sea así. Tal vez, en algún momento vuelva creer críticamente que una determinada elección sirve, un poco, para la construcción de ese proceso real de transformaciones y así vuelva votar eventualmente por alguna opción. Creo difícil que eso ocurra, pero no lo descarto. Los procesos sociales son, también, a veces, más dinámicos que el análisis o la voluntad de uno.

En fin, no me trasformaré en un defensor militante del voto nulo y no trataré de convencer a nadie que vote nulo. Es una decisión personal, meditada… La lucha social está en todos lados y hay que apostar a una construcción social y cultural desde abajo nuevamente, como antes, como siempre…

(*) Exvicecanciller ecuatoriano, periodista, coordinador de la Cátedra de Estudios Marxistas sobre Buen Vivir, Plurinacionalidad e Interculturalidad del IAEN.

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