El gobierno de Costa Rica reconoce el crecimiento de la desigualdad social en el país
El Gobierno reconoció la desmejora en los índices de igualdad social que señala el XIX Informe Estado de la Nación.
Roberto Gallardo, ministro de Planificación y Política Económica (Mideplan), dijo que una de las principales causas del aumento en la inequidad es la incapacidad del país de adaptar su oferta de mano de obra en plena transición hacia la nueva economía, basada en los servicios.
Mal síntoma. Según el XIX Informe Estado de la Nación, en el 2012 el coeficiente de Gini fue de 0,518 (entre más cerca de 1, más desigual es la sociedad), la segunda cifra más alta del periodo 1987-2012.
El estudio también determinó que durante el año pasado el ingreso total promedio del 10% de los hogares más ricos es 24,8 veces que el del 10% más pobre.
Gallardo aceptó que esa brecha en los ingresos se explica con el limitado acceso de la mayoría de la población a los puestos más calificados y mejor remunerados que se han creado en el marco de la nueva economía costarricense.
“Hay que reconocerlo. El país, en plena transición entre la economía agrícola y la economía basada en los servicios, ha fallado en proveer las posibilidades de capacitación para que su población pueda acceder a los mejores puestos de trabajo”, afirmó el jerarca de Mideplan.
Según el ministro, la administración de la presidenta Laura Chinchilla intentó mejorar la distribución de la riqueza a través de una reforma fiscal que naufragó a inicios del 2012.
“Incluimos dentro del cálculo de aumento salarial del sector privado el componente del Producto Interno Bruto (PIB). Esto tendrá un efecto paulatino sobre los salarios pues permitirá una mejor repartición de la riqueza nacional”, destacó Gallardo, al tiempo que reconoció que esa medida debe acompañarse por un mejor entrenamiento de la mano de obra y políticas fiscales para gravar las rentas más altas.
Sociedad Volátil. El XIX Informe Estado de la Nación también determinó que en el 2012 el país cumplió 22 meses consecutivos de crispación donde la protesta social fue la constante.
La Defensora de los Habitantes, Ofelia Taitelbaum, afirmó que una de las causas de ese fenómeno que se extiende al presente es la falta de espacios de diálogo que adolece el país.
“Tenemos más de dos años en que parece que todo se va a resolver en la calle, y la protesta callejera no solventa nada, más bien, genera más violencia y frustración. Falta una mesa de diálogo nacional”, concluyó la Defensora.
Taitelbaum afirmó que durante este periodo la institución que dirige se ha ofrecido como mediadora entre el Estado y los diversos sectores sociales en pie de protesta. No obstante, agregó que su ofreciendo ha sido desatendido hasta ahora.
