Argentina: el trabajo infantil en la cosecha de la yerba mate

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¿Sabías que el mate esconde trabajo infantil?

«Me gusta el mate sin trabajo infantil» es el lema de la campaña que lanzó en 2013 la organización social Un sueño para Misiones , y que este año toma un nuevo impulso para visibilizar la situación de extrema pobreza y trabajo infantil que se vive en torno a la cosecha de la yerba mate en esa provincia.

«Es una campaña que nace del dolor y la muerte, ya que surge luego de que tres niños murieran al desbarrancase un camión en el que viajaban (junto a otros 14 chicos y adultos) rumbo a un yerbal», cuenta Patricia Ocampo, presidenta y fundadora de la organización. «Estos accidentes son frecuentes en la historia de nuestra provincia, y es una situación que aún es desconocida por muchos argentinos, por lo cual resulta fundamental seguir concientizando». En este sentido, en 2015 la organización social y Posibl.realizaron un documental para mostrar la realidad de las familias que trabajan en la cosecha.

El 90% de la yerba mate que se consume en Argentina y el 60% de la que se consume en el mundo, se cultiva en Misiones. «No existen tareferos (son quienes cosechan la yerba mate) de clase media. Los 25.000 que se estiman necesarios para la cosecha son pobres, y también sus hijos y esposas», dice Ocampo. «Esa pobreza extrema es la semilla de la explotación laboral de miles de personas que se dedican a la cosecha de yerba mate, base de nuestra infusión nacional». Y subraya que en octubre la Argentina será sede de uno de los eventos más importantes en el mundo en la lucha contra este flagelo: la Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil.

Si bien no existen estadísticas oficiales, según datos de la Universidad de Misiones los hijos de los tareferos comienzan a trabajar en el yerbal entre los cinco y 13 años. Por otro lado, el 55% de los adultos no consiguen otro trabajo y solo el 60% terminó la escuela primaria.

Actualmente, más de 68.700 personas firmaron una petición en Change.org para apoyar la iniciativa de Un sueño para Misiones de que se sancione una ley para crear un sistema de certificación y que la yerba mate pueda estar «Libre de trabajo infantil».

Los productos que cuenten con la certificación podrán ser elegidos a voluntad y costarán apenas unas monedas más. Lo recaudado será destinado a duplicar el salario de las familias tareferas.

«En 2015 presentamos este proyecto ante el Congreso de la Nación, pero el pasado febrero perdió estado legislativo y por eso estamos buscando que se trate este año. La convocatoria en Change es para que los legisladores le den prioridad a la temática», explica Ocampo. «Hoy no existe la trazabilidad – los procedimientos que permiten seguir el proceso de un producto en cada una de sus etapas: desde que sale del yerbal hasta que está en góndola – por lo cual no podemos garantizar que la yerba que usamos no tiene detrás de trabajo infantil».

Los que quieran sumar su firma a la petición pueden hacerlo ingresando en www.change.org/libresdetrabajoinfantil

La Nación


El documental que denuncia el trabajo infantil detrás del mate llegó a Cannes y emocionó al mundo

El documental «Me gusta el mate sin trabajo infantil», que denuncia la cruda realidad que vive el norte argentino detrás de la elaboración de la infusión nacional desde hace décadas, participó del festival internacional de cine de Cannes y emocionó al mundo.

La iniciativa, que cosechó desde su difusión un impacto significativo a nivel global, cobró aún más impulso al visibilizar fuera del país el día a día de los más pequeños en Misiones -casi desde su nacimiento- en la producción y en las plantaciones junto con sus familias tareferas.

«Es un claro ejemplo de lo que somos capaces de hacer si trabajamos juntos, y de lo importante que es activar y elevar nuestra conciencia ante las injusticias de cada día», señala a LA NACION Martín Parlato, CEO y fundador de Posibl., la organización argentina que produce y distribuye contenidos, iniciativas y eventos de impacto social, al evaluar el paso por Cannes.

Fue a partir de esta experiencia que miles de agentes de cambio se conmovieron y unieron sus voces para poner fin a un flagelo que condena a un alto porcentaje de niños argentinos y los obliga a transitar una infancia en condiciones inhóspitas y vulnerables.

Parlato, quien pone el énfasis en la necesidad de generar un compromiso colectivo en vistas a erradicar esta práctica centenaria, recuerda que «la extrema pobreza y la desidia por parte de quienes tienen responsabilidades directas en la industria de la yerba mate abruman», pero advierte que también «forman parte de una realidad que no sólo entristece a Misiones, sino a todo el país».

«Tenemos que poder dejar de ser indiferentes al dolor ajeno y rebelarnos contra nuestra propia indiferencia. Juntos podemos cambiar la realidad. El mate es nuestra infusión nacional, nos une y nos representa en el mundo. Para que el mate represente lo mejor de nosotros, tenemos que ponerle fin a aquello que esconde», reflexiona en voz alta.

En paralelo al documental exhibido, aumentaron a casi 70 mil las firmas de la petición on line subida a Change.org, que apunta en ese sentido a frenar la desigualdad asociada al mate y que se convierte en esta cruzada en una aliada estratégica. «Estamos a 5000 firmas de alcanzar la meta de 75.000 para que nuestros líderes consideren este pedido», cuenta entusiasmado.

Un corto recorrido para una antigua causa

«Me gusta el mate sin trabajo infantil» fue presentado en 2016 ante la Cámara de Diputados de la Nación, en el Congreso argentino, para respaldar un proyecto de ley impulsado por la ONG Un sueño para Misiones, que busca elaborar una yerba que certifique la inexistencia de niños detrás de su producción y que sea de venta libre en comercios y supermercados por un costo similar al de un paquete tradicional.

Durante el mismo año el documental se coló en la Cumbre Mundial de Jueces, organizada por el papa Francisco, para debatir cuestiones relativas al tráfico de personas y al crimen organizado, y allí se compartieron testimonios recogidos en visitas a las plantaciones.

Las acciones concretas desempeñadas por Posibl., Change.org y Un sueño para Misiones tuvieron una amplia repercusión en medios locales e internacionales, entre ellos, la BBC, CNN, El Mundo de España y Sputnik de Rusia. De hecho, el alcance fue estimado en 60 millones de personas.

«Hemos logrado mucho, pero debemos ir por más. Es importante que los funcionarios comprendan que el costo de la inacción es más caro que el de la acción. No les pedimos que pasen a una situación perfecta, sino a una mejor», plantea Parlato. Y describe de memoria, casi como si tuviera un yerbal frente suyo con la realidad que encierra: «Sería ilógico pensar que un problema de 150 años se soluciona de la noche a la mañana, pero es urgente que entiendan algo muy simple: por cada minuto que pasa, hay un chico que no come, que no estudia, ni tiene la capacidad de soñar o proyectarse».

La cosecha, en números

El 90 por ciento de la yerba mate que se consume en la Argentina y el 60 por ciento de la que se puede adquirir en el exterior se cultiva en Misiones, con trabajo infantil. El 16 por ciento de los menores, hijos de tareferos, nunca concurrió a la escuela y se dedica al trabajo rural para ayudar a sus familias. En ese contexto, el 80 por ciento usa letrinas y casi el 50 por ciento no tiene agua potable.

La Nación


Elegimos Productos libres de Trabajo Infantil

Proponemos que los consumidores, los productores, los comerciantes y supermercados, las universidades, asociaciones civiles, y el Estado coordinemos acciones para terminar de una vez por todas con el flagelo del trabajo infantil en el campo, y ocuparnos luego de erradicarlo también de cada ámbito.

Los responsables de controlar y generar políticas públicas que terminen con esta violación a los Derechos del Niño, no lo hacen y solo hablan de estadísticas. Estamos trabajando para no encontrar nunca más a un niño haciendo malabares, pidiendo comida o monedas en las calles, trabajando en los campos rodeados de agrotóxicos, herramientas filosas y accidentes fatales.

Fernando (13) Lucas (14) y Edgard (17) viajaban junto a otros 14 niños en un camión destartalado rumbo al Yerbal en Misiones. El camión desbarrancó y estos tres chicos perdieron la vida, pasando a formar parte de una estadística, seguro poco confiable. Lo que no cuentan las estadísticas lo narran los sobrevivientes: el papá de Fernando, Francisco Piñeiro, cuando se dio cuenta de que la caída era inevitable abrazó a su hijo Fernando poniendo su propio cuerpo como barrera. Nada pudo hacer y fallecieron los dos en el acto.

Dos meses después del accidente, iniciamos la campaña “Me gusta el mate sin trabajo infantil” con el propósito inquebrantable de erradicar el trabajo infantil de la cosecha de la hoja de la Yerba mate en Misiones:
• El 1ro de Julio de 2014 alcanzamos el objetivo de formar la mesa multisectorial (COPRETI).
• No cambió nada y decidimos seguir trabajando. Redoblando la apuesta y la esperanza, decidimos presentar un proyecto de ley ante el Congreso de la Nación, para crear un sistema de certificación de productos «Libres De Trabajo Infantil» para la yerba mate y todos los productos del campo.

¿En qué consiste nuestra ley?

• El proyecto de ley contempla que las universidades, que así lo elijan, realicen la certificación y para esto brinda los mecanismos necesarios para que las mismas, reciban los fondos que les permita realizar dicha tarea.
• Estos productos certificados podrán ser elegidos a voluntad y costarán apenas unas monedas más. Lo recaudado será destinado a duplicar el salario de las familias cosecheras.
• A su vez los productores que reciban la certificación de sus cosechas, serán beneficiados con un porcentaje sobre el dinero extra que reciba el cosechero.

El mate es nuestra Infusión Nacional (Ley 26871), siendo la bebida más consumida en Argentina (después del agua potable), y una de las fuentes de ingresos más importantes de Misiones. Nos duele saber que nuestro “Mate” contiene trabajo infantil, pobreza e inequidad.

Cada uno de nosotros puede abrazar y salvar a esos niños que trabajan en los campos de cosecha, como intentó hacerlo Francisco con su hijo Fernando. Debemos brindarles la oportunidad de una vida mejor, lejos del abuso, la esclavitud, el peligro, la pobreza y la desigualdad.

Change.org


Proyecto de ley

Certificación de Productos Libres de Trabajo Infantil

Artículo 1º.- Objeto: La presente ley tiene por objeto certificar la cosecha de productos agrícolas, con auditoría de las Universidades Nacionales, para evitar el trabajo infantil. La certificación será voluntaria para las empresas participantes. Ésta certificación va acompañada de un incremento del salario de los cosechadores, entendiendo que, al no permitir el trabajo de los menores de la familia del mismo, se verá reducido el salario a percibir, afectando directamente a la economía familiar, con el consiguiente perjuicio para los menores que se pretende proteger. El incremento del salario del cosechador se pagará con un aumento del precio final del producto elaborado que posea el certificado de “Libre de Trabajo Infantil”, siendo de este modo los consumidores, voluntariamente, quienes se hagan cargo del incremento salarial a pagar a los cosechadores. El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, regulará y realizará las acciones pertinentes para llevar adelante todas las medidas necesarias para implementar la presente ley.

Artículo 2º.- Créase, en el ámbito del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, la “Comisión de Certificación de Producto Libre de Trabajo Infantil”.

Artículo 3º.- La Comisión de Certificación de Producto Libre de Trabajo Infantil, tendrá las siguientes funciones:

1. Fomentar la Certificación de Productos Libres de Trabajo Infantil, a solicitud de empresas de producción agrícola en todo el territorio del país, y mediante el control a dichas empresas por parte de las universidades nacionales que adhieran a la presente.
2. Crear un registro de empresas de producción agrícola en todo el territorio del país que soliciten Certificación de Producto Libre de Trabajo Infantil.
3. Crear un registro de universidades nacionales destinadas a certificar a las empresas del punto anterior.
4. Crear un registro de empresas cobradoras de tasas, impuestos y servicios que quieran adherir a la presente ley como receptoras del Certificado transferible creado por la Comisión de Certificación de Producto Libre de Trabajo Infantil.
5. Fijar, según los productos a certificar, la relación promedio, en porcentaje, entre el costo de los salarios pagados en concepto de cosecha del producto correspondiente, y el precio final en góndola del mismo.
6. Comunicar, en cada caso en particular, el monto a pagar (fijado en el punto anterior) a la universidad nacional que corresponda, para que certifique el pago del mismo al cosechador, antes de entregar, dicha Universidad, el certificado correspondiente a la empresa de producción agrícola que realiza el pago.
7. Determinar, según los productos a certificar, el porcentaje del promedio a abonar a las universidades certificadoras del precio final de venta al público del producto correspondiente.
8. Fijar, en función de lo dispuesto en los puntos 5 y 7 del presente artículo, y de lo normado en el artículo 5 de la presente ley, un porcentaje extra a pagar por los consumidores por sobre el precio final de venta al público de cada uno de los productos certificados.
9. Establecer un logotipo que las empresas deberán colocar en los productos certificados. El logotipo contendrá como mínimo el texto: “Producto Libre de Trabajo Infantil”.
10. Establecer un logotipo que las empresas cobradoras de tasas, impuestos y servicios que adhieran a la presente ley deberán utilizar. El logotipo contendrá como mínimo el texto: “Esta empresa colabora para lograr la erradicación del Trabajo Infantil”.

Artículo 4º.- Crease un fondo especial a los efectos de la operatividad de lo dispuesto en la presente ley.

Artículo 5º.- La autoridad de Aplicación distribuirá, a las empresas que certifiquen un Producto Libre de Trabajo Infantil, un certificado transferible por un monto equivalente al costo de los salarios pagados en concepto de cosecha del producto objeto de certificación, más un incremento de hasta el
cinco por ciento (5%), a fijar por la Comisión de Certificación de Producto Libre de Trabajo Infantil.
Este certificado podrá ser utilizado por su poseedor para el pago de impuestos y tasas nacionales, de impuestos y tasas de aquellas provincias que adhieran al régimen aquí establecido, y las tasas, impuestos y/o servicios de las empresas que adhieran a la presente ley.

Artículo 6º.- Las Universidades Nacionales que adhieran a la presente ley deberán:

1. Inscribirse en el registro creado a tal efecto por la Coordinación de Certificación de Producto Libre de Trabajo Infantil.
2. Certificar un ciento por ciento (100%) que en el producto no se utilizan trabajadores que no cumplan con la legislación vigente tanto en trabajo informal de personas de cualquier edad, como trabajo infantil.
3. Entregar a la empresa que cumpla con lo pactado en la presente norma legal, un certificado en el que se exprese que la misma ha cumplido, en el producto específicamente detallado, con las prescripciones de la presente ley.

Artículo 7º.- Las empresas de producción agrícola que adhieran a la presente ley deberán:

1. Inscribirse en el registro creado a tal efecto por la Coordinación de Certificación de Producto Libre de Trabajo Infantil.
2. Cumplir un ciento por ciento (100%) con la certificación planteada por la Universidad respectiva, incluyendo todos los puntos expresados en el artículo precedente.

Artículo 8º.- Invitase a las jurisdicciones provinciales y a la ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a la presente norma.

Artículo 9º.- De forma.

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

El trabajo infantil, en cualquiera de sus formas, está totalmente prohibido en todo el país de acuerdo a la normativa vigente.
Pero más allá de lo que marca la letra de la ley, y sobre todo en zonas rurales en las temporadas de cosecha de los productos regionales, los distintos organismos de control siguen descubriendo y denunciando trabajo infantil.
Y es que el trabajo infantil se produce, en general, no porque los padres disfruten de ver a sus hijos en esa tarea, sino porque la situación económica familiar es tan agobiante y los salarios pagados tan escasos, que se utiliza hasta a los seres más preciados de la familia para generar ingresos.

Ante este diagnóstico es que se presenta el presente proyecto intentando solucionar el problema de fondo, esto es, no solo que los niños no trabajen, sino que además sus padres tengan mejores ingresos para poder garantizarles a sus hijos todos los derechos de una niñez digna.

En primer lugar, es importante resaltar el por qué se realizó este proyecto, ya que la idea surge de un trabajo que viene realizando en la provincia de Misiones, la institución “Un sueño para Misiones”, que busca erradicar el trabajo infantil en la cosecha de yerba mate. Sobre esta idea original es que se plantea el proyecto, ampliando su cobertura a todo el país.

En esta lucha, la campaña “Me gusta el mate sin trabajo infantil” llevada adelante por “Un Sueño para Misiones” fue declarada de interés nacional tanto por el Senado como por la Cámara de Diputados de la Nación. También fue declarada de interés municipal por el Consejo Deliberante de Posadas, y un representante de “Un Sueño para Misiones” fue recibido por el Papa Francisco, a través de un contacto realizado por el Obispo de Oberá, Damian Bitar, con el fin de poner al Sumo Pontífice al tanto de lo que acontece con la yerba mate, el trabajo infantil y la pobreza que se ocultan detrás de la «Infusión Nacional Argentina». La campaña cuenta también con el apoyo de muchas personalidades del espectáculo, el deporte, del periodismo y de otros ámbitos.

Esta campaña, consiste por un lado en el apoyo público de personalidades de distintos estamentos de la sociedad argentina, y por otro, en la recolección de firmas a través de la página de internet Change.org, en donde “Me Gusta el Mate Sin Trabajo Infantil” juntó más de cincuenta mil (50.000) firmas.
A continuación, se adjunta el texto utilizado en la campaña de recolección de firmas por internet:
“Cerca de 75 mil hombres, mujeres y niños viven de la cosecha de la yerba con la que preparamos el mate que tomamos todos los días, muchos de los niños que trabajan en la tarefa (cosecha de yerba mate) en Misiones no concurrieron nunca a la escuela. Los niños comienzan a trabajar entre los 4 y 13 años de edad.

Jorgito es uno de esos niños. El debió abandonar su educación y el juego para ayudar a sus padres en la cosecha. Sabemos que miles de niños como Jorge sufren esta injusticia. No conocemos el número exacto porque que el estado provincial jamás realizo un censo de tareferos (Cosecheros de Yerba Mate).

Después del agua, el mate es la bebida más consumida por los argentinos. El 90% de la Yerba Mate que se consume en Argentina se cultiva en Misiones y el 60% de la que se consume en el mundo, este cultivo es uno de las principales ingresos con los que cuenta la provincia. Además, el “mate” fue declarado por Ley 26.871 “Infusión Nacional Argentina” Esto último quiere decir que es la bebida que representa a los argentinos y que a pesar de esto, contiene pobreza y trabajo infantil.

Necesitamos que se tomen medidas y que se empiece a tratar este tema. Firmando esta petición te sumás a nuestro pedido de creación de una mesa multisectorial dirigida a La Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI). Este es un tema muy complejo que requiere la presencia y acuerdo entre muchos sectores, y para eso la creación de un espacio como este es fundamental. Es el primer paso necesario para hacer el seguimiento y la erradicación del trabajo infantil en la yerba mate en Misiones.

Una mesa multisectorial similar se está llevando a delante en el partido de General Pueyrredon, Provincia de Buenos Aires. En el caso de Misiones, estará compuesta por representantes de los municipios, gobierno provincial y nacional, La Organización Internacional del trabajo (OIT) e, instituciones civiles, sindicatos de tareferos y docentes. Además podrán sumarse otros representantes del sector.
El trabajo infantil es una violación flagrante a los derechos humanos y los derechos del niño. En el año 2013 murieron 4 menores por negligencia y falta de control en un accidente mientras se dirigían a la tarefa, ellos tendrían que haber estado en la Escuela o jugando.
Jorgito no necesita nuestra lástima, necesita que luchemos por sus derechos fundamentales.
Por todo esto, te pedimos firmes esta petición.”

El presente proyecto de ley, se apoya sobre cuatro patas:

  1. La voluntad de las empresas dedicadas a la producción agrícola, para certificar productos libres de trabajo infantil
  2. Las universidades nacionales, para realizar la certificación
  3. El Estado nacional, para regular y realizar las acciones pertinentes al cumplimiento de la presente
  4. Y por último y fundamentalmente, los consumidores, que a través de un pequeño aumento en el precio de productos certificados pagará un incremento en el ingreso de los cosechadores de aquellas empresas que estén libres de trabajo infantil, certificadas por universidades.

De este modo, el proyecto crea, en el ámbito del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, la “Coordinación de Certificación de Producto Libre de Trabajo Infantil”. A través de ella, cada empresa interesada en certificar que alguno o todos sus productos están libres de trabajo infantil, deberá realizar un convenio con alguna de las Universidades nacionales ubicada en el ámbito del emprendimiento.

Por este convenio, la Universidad controla y certifica que la empresa no utilice trabajo infantil ni trabajo “en negro” en la producción agrícola (sin cuyo control no se puede certificar el trabajo infantil), y que pague a los cosechadores, que serán los que verán reducidos sus ingresos familiares por no contar con el trabajo de sus hijos, un adicional igual al salario estipulado. Con esto certificado, la Universidad entrega a la empresa una constancia que indique el monto pagado a los cosechadores, que les servirá a estas para pagar los impuestos, tasas y servicios dentro del ámbito del Gobierno nacional, y de aquellas provincias y/o empresas de servicios que adhieran a la Ley. Se agrega en el texto del proyecto de ley un adicional de hasta el 5% que, de ser considerado necesario por la autoridad de aplicación, podría agregarse a la constancia entregada a las empresas, para facilitar la aceptación de este instrumento de pago.

Las empresas y/o entes que reciban estos certificados en concepto de pago de impuestos, tasas y servicios, podrán canjearlos por su valor en dinero en la Coordinación de Certificación de Producto Libre de Trabajo Infantil, ya que esta es la encargada de recaudar el importe extra cobrado al consumidor final del producto.

La empresa certificada podrá además utilizar un logotipo en el cual se deja constancia de que el producto en cuestión es libre de trabajo infantil certificado por Universidad nacional. Las empresas y/o entes de impuestos, tasas y servicios que adhieran, también podrán mostrar un logotipo alusivo.

Este hecho, se pretende que de un plus a la venta del producto ya que, a juzgar por la campaña realizada por “Un sueño para Misiones” y por experiencias similares del tipo de “Comercio Justo” realizadas en Europa para proteger a pequeños productores, los consumidores estarían dispuestos a pagar un pequeño incremento por utilizar productos de estas características.

De este modo, la Coordinación de Certificación de Producto Libre de Trabajo Infantil fijará el incremento necesario en cada producto certificado para lograr duplicar los ingresos de los cosechadores y pagar además los servicios de las universidades nacionales involucradas. Así, y tomando como ejemplo el caso de la Yerba Mate, el incremento no parece ser significativo: según información extraoficial, un tarefero (cosechador de yerba mate) cobra el equivalente al 2% el precio en góndola del producto final, por lo que con incrementar ese pequeño porcentaje, alcanza para duplicar el ingreso del cosechador; debe además incrementarse un pequeño porcentaje para cubrir lo que se pague a la Universidad nacional que certifique.

Este procedimiento, producirá desajustes en tiempo en el movimiento de los fondos involucrados: las empresas pagarán a sus cosechadores antes de vender el producto, por lo que el dinero estará disponible (dependiendo del mecanismo implementado por la Coordinación de Certificación de Producto Libre de Trabajo Infantil para recuperar esos fondos) probablemente meses después de generado el gasto inicial.

Así, cuando el empresario pague con su certificación impuestos, tasas y/o servicios, y quienes reciban su pago soliciten a la Coordinación de Certificación de Producto Libre de Trabajo Infantil el reintegro de los fondos, será necesario el soporte externo (en este proyecto planteado a través del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación) para poder cerrar el ciclo de pagos, al menos en el inicio de la implementación de la presente Ley, y cuando se produjeran desajustes temporales.

La solución parece complicada. Esto es así, pues el problema es complejo. Pero creemos necesario avanzar en este proyecto, porque la erradicación del trabajo infantil no puede quedar en la letra muerta de una ley.
La eliminación del trabajo infantil en Argentina, debe ser una realidad cotidiana, tangible, y socialmente compartida por todos los habitantes de la Nación. Por todo lo antedicho, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de Ley.

Diputados Argentina


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