Santos llama a «avanzar en la construcción de una paz verdadera» ante la llegada del Papa y las negociaciones del cese al fuego con el ELN
Una oportunidad histórica para avanzar hacia una mejor Colombia
Por Juan Manuel Santos
Gracias al Acuerdo de Paz, después de varios años de espera, los colombianos tendremos la oportunidad de recibir en nuestro país la bendición del santo padre y su mensaje de paz y reconciliación. El papa Francisco siempre estuvo pendiente de las negociaciones de paz, y fueron muchas sus plegarias para que pudiéramos llevarlas a buen puerto. En varias oportunidades pidió, en nombre de los miles de víctimas inocentes, que no fuéramos a renunciar a este esfuerzo por encontrar la reconciliación. Y nos advirtió que como sociedad no teníamos derecho a fracasar en este camino de paz y reconciliación que emprendimos hace varios años.
En febrero de 2016 anunció que visitaría nuestro país cuando la paz fuera una realidad. Hoy podemos decir con inmensa satisfacción que esta condición se cumplió. Las Farc desaparecieron como grupo armado para hacer su tránsito a la legalidad.
En su visita a Colombia, el santo padre encontrará un país que supera un período de su historia que dejó millones de víctimas y dolor, para comenzar a construir una nueva historia en la que todos pueden perseguir sus sueños sin el miedo de que sean truncados por el conflicto con las Farc.
Por eso, la visita del papa Francisco servirá para afianzar la esperanza que comparten los millones de colombianos que en los últimos años han podido salir de la pobreza para comenzar a construir un proyecto de vida. Esos mismos que ahora tienen la tranquilidad de contar con un techo propio y de ver que sus hijos encuentran en el colegio una educación que les abre la puerta a una vida con muchas más oportunidades que las que ellos tuvieron.
Su presencia en Colombia llega en el momento más oportuno posible; terminado el conflicto armado con las Farc, es el momento de avanzar en la construcción de una paz verdadera. La visita papal es un llamado para que juntos, unidos los colombianos, sigamos avanzando por la senda de progreso que merecemos recorrer como nación.
Su mensaje de paz y amor debe servir para que alcancemos el propósito común de construir un país sin violencia, reconciliado, en el que todos tengan las oportunidades y herramientas para alcanzar sus sueños.
Su visita, por supuesto, también nos ayudará a sanar las heridas, a remover los muros que aún nos separan y a construir puentes que nos ayuden a reconciliarnos como nación, después de tantos años de conflicto armado. Su consejo alimentará la semilla de paz para que de ella crezca un árbol robusto que cobije con su sombra a todos los colombianos y a las generaciones venideras.
Invito a todos a que aprovechemos esta visita histórica para que reflexionemos sobre la oportunidad que tenemos como sociedad: la de comenzar a construir una nueva historia basada en el respeto por la vida. Los invito a que abramos nuestros corazones y acojamos el mensaje de paz, perdón y amor que nos trae el papa Francisco para hacer realidad la Colombia que tanto soñamos y merecemos, para nosotros y para nuestros hijos. Unámonos para recibir con alegría al Papa y mostrémosle al mundo la grandeza de nuestra nación.
JUAN MANUEL SANTOS CALDERÓN
Presidente de la República
Colombia y ELN buscan cese el fuego
El tercer ciclo de los diálogos de paz entre las delegaciones del Gobierno de Colombia y la guerrilla Ejército de Liberación Nacional, ELN, que se lleva a cabo en Quito, se prorrogará hasta mañana, informaron ayer fuentes oficiales.
Según una notificación difundida por la delegación del Gobierno colombiano, encabezada por Juan Camilo Restrepo, «las delegaciones continuarán reunidas hasta esa fecha trabajando en la posibilidad de acordar un cese el fuego bilateral».
Este espacio de negociaciones tiene lugar en Quito que, desde febrero pasado, ha sido escenario para diferentes rondas de diálogo entre ambas partes que buscan terminar con el enfrentamiento que han mantenido por más de 52 años.
Objetivo
Lideradas por Restrepo, en nombre del Gobierno colombiano, y por el comandante Pablo Beltrán, del ELN, las misiones tratan de alcanzar un alto el fuego bilateral que alivie la situación humanitaria de las comunidades en las zonas de mayor confrontación.
Bajo ese objetivo, la ronda de diálogos ha incluido un encuentro de las delegaciones con representantes de las víctimas del conflicto en el departamento del Chocó.
A cuatro días de la llegada del Papa y no hay cese el fuego con Eln
A cuatro días de que el Papa Francisco llegue a Colombia a una visita apostólica, el Gobierno y el Eln no logran aún un cese al fuego temporal como un gesto por la presencia del jefe de la Iglesia Católica.
Las partes, que están en la mesa con miras de lograr un acuerdo definitivo que lleve al fin del conflicto, tenían que haber terminado el actual ciclo de conversaciones desde el jueves pasado, pero lo han prorrogado en dos ocasiones.
En tal sentido, el sábado, desde Quito, Ecuador, epicentro de la negociación, gobierno y Eln notificaron que lo extienden hasta el lunes 4, y que además se mantendrán sentados buscando concretar el tema del cese al fuego.
Los equipos negociadores del gobierno y del Eln prorrogaron por segunda ocasión el fin del tercer ciclo y continuarán reunidos, informó el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
La tercera ronda debía terminar este sábado en una hacienda en las afueras de Quito. En principio ambas delegaciones tenían previsto concluir el viernes este ciclo de las conversaciones de paz, que arrancaron en febrero en Ecuador.
Las partes -cada una con sus demandas- tienen la intención de concluir el encuentro con el anuncio de un temporal cese bilateral al fuego y de hostilidades, antes de la visita del papa Francisco, que estará en Colombia entre el 6 y el 10 de septiembre.
Según se ha conocido, aún las diferencias persisten porque el gobierno espera que el cese al fuego venga de un compromiso concreto del Eln de dejar los ataques a la población y la infraestructura, mientras que, al parecer, la organización guerrillera sólo habla de una tregua de todas actividades por los días en que estará en Colombia.
En medio de las negociaciones, la Armada de Colombia le atribuyó el jueves al Eln un ataque a una patrulla fluvial en un municipio fronterizo con Venezuela, que dejó tres militares heridos y otro desaparecido. De su parte, el gobierno responsabilizó a la guerrilla de un atentado a uno de los principales oleoductos del país.
Francisco tiene previsto escuchar los testimonios de víctimas y victimarios de la violencia en Colombia durante una misa en Villavicencio a la que se espera que asistan unas 6.000 personas, pero no tiene programadas reuniones con las Farc, con las que el gobierno alcanzó un acuerdo de paz en noviembre pasado, ni con el Eln.
El Eln ve ‘difícil’ suspender secuestros, pese a los diálogos de paz
El Ejército de Liberación Nacional (Eln), la mayor guerrilla activa de Colombia, difícilmente suspenderá sus secuestros porque es una de sus principales fuentes de financiamiento, un tema que se ha convertido en un obstáculo para avanzar en la negociación de paz con el Gobierno, dijo a la agencia Reuters un comandante rebelde.
El Eln se financia en gran parte con los rescates que pide por las personas que secuestra, pero también con las extorsiones y el cobro de lo que considera «un impuesto» a los traficantes de cocaína y a otras actividades como la minería, la ganadería y la explotación de madera en las zonas en donde tiene presencia.
«Nosotros podríamos decir ‘no volvemos a secuestrar’, pero ¿cómo hacemos para financiar nuestro proyecto de lucha, para financiar nuestros planes de trabajo? Nosotros vivimos del impuesto y de las retenciones económicas», dijo en una reciente entrevista con Reuters en medio de la selva el comandante alias Yerson, quien dirige el frente Ernesto Che Guevara del Eln.
«Si no tenemos como presionar para que nos paguen el impuesto, (…) entonces la gente no nos pagaría así como así», explicó con su rostro cubierto con un pasamontañas negro y una gorra con la imagen del Che Guevara.
El grupo guerrillero, que nació en 1964 inspirado en la revolución cubana de la mano de sacerdotes católicos radicales, ha secuestrado en los últimos años a cientos de colombianos y extranjeros, incluidos empresarios y políticos por los que ha cobrado millonarios rescates.
A diferencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc, hoy convertidas en partido político), que suspendieron los secuestros antes de la negociación de paz con el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, el Eln se resiste a abandonar la práctica aunque debió liberar varias personas antes de empezar las charlas en Quito.
Un acuerdo de paz con el Eln, que cuenta con unos 2.000 combatientes y es considerado una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, le permitiría al país una paz más estable y completa, tras el acuerdo que firmó Santos con las Farc en el 2016.
Negociación, no ‘imposición’
El comandante rebelde, sentado en un tronco de un árbol caído en la selva y a la orilla de un caudaloso río en donde son frecuentes los combates con bandas criminales y las Fuerzas Armadas, dijo que el Gobierno busca que suspenda los secuestros como una «imposición», pero que se debe acordar en la mesa un mecanismo para financiar a la guerrilla.
Aunque las partes han intentado pactar un cese bilateral al fuego y de hostilidades, la renuencia del Eln a suspender los secuestros y los ataques contra la infraestructura petrolera, han impedido el acuerdo, según fuentes del Gobierno.
Con un fusil de asalto entre sus manos, ‘Yerson’ se declaró «poco optimista» y «escéptico» de los diálogos de paz porque considera que no hay voluntad del Gobierno para hacer cambios que permitan acabar con la pobreza y la desigualdad en el país con marcadas diferencias sociales y económicas.
Escoltado por varios rebeldes armados con fusiles automáticos que como él cubrían sus rostros y vestían uniformes camuflados, ‘Yerson’, de 35 años y quien dijo que solo estudió hasta tercero de primaria, no quiso responder cuántos combatientes tiene a su mando.
Y aseguró que están listos para la paz o para seguir con una confrontación que ha dejado más de 220.000 muertos y millones de desplazados en 53 años.
«Si nos toca seguir otros 50 años de lucha armada, seguimos. Qué más vamos a hacer, para la paz o para la guerra estamos preparados», dijo.
«Si se da la paz bienvenida sea, pero si no es posible, seguimos en resistencia», concluyó antes de internarse en la espesura de la jungla.