La Corte acepta procesar al vicepresidente Glas por asociación ilícita en el caso Odebrecht y le prohíbe salir del país
Corte prohíbe la salida del país del vicepresidente
La Corte Nacional de Justicia impuso al segundo mandatario la medida cautelar de prohibición de salida del país para garantizar la investigación penal en relación con el caso.
La medida se tomó “considerando que, durante el desarrollo de la fase preprocesal y procesal penal, (Glas) ha acudido a todos los llamados realizados por la Fiscalía General del Estado”, indicó el juez Miguel Jurado, encargado de la audiencia.
El tribunal también tuvo en cuenta, con base en una petición de la propia Fiscalía, que, “al ser vicepresidente constitucional”, se requiere que tenga “el pleno uso de su derecho de movilidad y desplazamiento dentro del país”, además que, “por el cargo que ostenta, cuenta con un cuerpo de seguridad permanente” a su alrededor.
En la audiencia de vinculación (fase de investigaciones) se incluyó también a otros diez implicados.
La Fiscalía requirió el proceso después de que en las investigaciones realizadas estos últimos meses por la fiscal Diana Salazar, el nombre de Glas emergiera como sospechoso y posible implicado.
Decisión. El fiscal general, Carlos Baca Mancheno, valoró que es una “medida justa y correcta” y, “sobre todo, aplicable al caso específico del vicepresidente”, rechazando así las críticas acerca de un trato desigual con relación a los otros investigados.
“Contra quienes hemos solicitado privación de libertad son personas sobre las cuales se ha acreditado en las investigaciones la existencia de transacciones financieras y la recepción de dinero”, puntualizó Baca.
Los otros diez sospechosos del mismo caso están bajo arresto, menos el vicepresidente y los extranjeros que colaboran con la justicia.
En esta investigación se dictó además prisión preventiva para el excontralor Carlos P., y Ramiro C, quienes deberán cumplir arresto domiciliario por su condición de adultos mayores.
Con relación a los procesados Carlos P., Ramiro C., Diego C., Alexis A., Freddy S., Ricky D., el juez autorizó las medidas cautelares de prisión preventiva contra los seis implicados, además solicitó a la Interpol y Policía Judicial la localización y captura de los mencionados.
Fuera de prisión quedan cuatro exdirectivos de la empresa Odebrecht, con la que la Fiscalía General del Estado firmó un acuerdo de cooperación eficaz que ha servido como fuente de información para recabar elementos investigativos.
El proceso de investigación debe prolongarse otros treinta días.
Reacciones. “No tengo problema con esa medida cautelar, porque igual no he pensado jamás en irme a ningún lado”, dijo Glas sobre la decisión de Jurado y aclaró que no asistió a la audiencia porque no hacía falta.
Agregó: “No me voy y no me iré a ningún lado”, porque “yo no huyo, aquí estoy, aquí sigo, aquí seguiré”, comentó.
Su abogado, Eduardo Franco, insistió en que su defendido es “absolutamente inocente”.
“El principio de la presunción de inocencia no la ha perdido por esta vinculación el vicepresidente Glas”, aseveró.
El presidente del Colegio de Abogados de Pichincha, Ramiro García, indicó en Twitter sobre el caso: “¿Prohibición de salida del país para Glas? No irá a Miami o a Europa, pero a la cárcel tampoco. Puro amague”.
El asambleísta de oposición, Luis Fernando Torres, en esa misma red social indicó que “con la vinculación a la instrucción (fiscal) el vicepresidente está al borde de ser noqueado. Para que pueda seguir de pie el proceso no debería llegar al juicio”.
César Montúfar, quien denunció tres veces a Jorge Glas, criticó la medida de la corte y que el vicepresidente no esté bajo prisión preventiva.
Vicepresidente Jorge Glas: “No tengo problema con la medida cautelar. Yo no huyo, aquí estoy, aquí sigo, aquí seguré”
“No tengo problema con esa medida cautelar, porque igual no he pensado jamás en irme a ningún lado. Sé que esa medida puede deberse a la presión política y mediática, pues hace rato que la piden a gritos, pero no era necesario, no me he ido, no me voy y no me iré a ningún lado. Yo no huyo, aquí estoy, aquí sigo, aquí seguiré”.
Lo dijo el vicepresidente de la República, Jorge Glas Espinel, ante el pedido de medida cautelar de prohibición de salida del país solicitada por el Fiscal General del Estado, Carlos Baca Mancheno, durante la audiencia de vinculación por presunta asociación ilícita en el caso Odebrecht.
Además, tras indicar que hace dos años políticos y ciertos medios de comunicación le acusan de todo, el segundo mandatario aclara que él siempre ha estado aquí para responder. “Mi pasaporte está bien guardado, tranquilos, no he pensado en usarlo. He dado la cara siempre y lo seguiré haciendo porque no tengo nada que ocultar Los que acostumbran a huir son otros que hoy se creen jueces de la moral pública. El que nada debe nada teme”, señala.
Respecto al anuncio de la Fiscalía de establecer la existencia de ocho fundamentos para vincular en el proceso de asociación ilícita al Vicepresidente, pregunta “¿han leído cuáles son esos indicios? Por lo menos han quitado algunos, pero todos son absurdos, no constituyen prueba de nada”.
Jorge Glas insiste también en que demostrará ante la justicia que todo de lo que le han acusado es falso y que responde a una estrategia de odio. “Qué bueno poder defenderme ante la justicia ya que mediáticamente han hecho todo por destruirme. La verdad brillará”, indica.
Durante la mañana además se ha cuestionado la inasistencia del Vicepresidente a la audiencia, cabe recordar que Jorge Glas siempre ha acudido a todos los llamados a colaborar con la justicia, ha demostrado su predisposición e interés en colaborar con las investigaciones, siempre ha sido el más interesado en que se conozca la verdad y ha solicitado que se investigue todo y a todos.
“En la audiencia de hoy, asistió mi abogado, no era necesaria mi presencia, no aportaba ni afectaba al proceso de investigación. Es más, mi presencia habría podido distraer o ser entendida como presión a las autoridades de control. A mí no me interesa el show, mi interés es que la verdad prevalezca”, destaca el segundo mandatario.
En el marco de estas investigaciones que se ejecutan en la justicia ecuatoriana, el Vicepresidente ha sido claro en su posición de luchar de frente contra la corrupción, incluso él ha sido quien ha denunciado y ha exigido justicia.
“He sido víctima de una persecución infame, sin precedentes. Son ya dos años en que mi familia ha sufrido lo indecible, en que han pretendido destruir mi nombre y mi vida. Ahora, sin ningún fundamento ni prueba, argumentando absurdos, me vinculan a un hecho de corrupción con el que no tengo nada que ver”, añade el Vicepresidente de la República.
Caso Glas: cuando lo legal no puede desprenderse de lo político
La historia política del Ecuador se cubre de vez en cuando de caprichos y tragedias. El ejemplo más reciente: 94 días después de recibir aplausos en la Asamblea Nacional, al ser investido como Vicepresidente de la República, un juez prohibió la salida del país de Jorge Glas. Entre aquel hecho político del 24 de mayo y el desenlace legal del 29 de agosto, mucha agua corrió bajo el puente, y en poquísimo tiempo.
Más allá de la coraza política y el embrollo jurídico del problema, el país, en general, está frente a una mala noticia porque, una vez más, se ha puesto a prueba la institucionalidad legal y política del país, en un momento sensible y delicado.
En efecto, si se lee con detenimiento el antecedente legal que rodea al Segundo Mandatario, y el porqué de la decisión del juez Miguel Jurado, se comprenderá la profundidad y gravedad del problema: el magistrado dijo sí al pedido expreso de la Fiscalía General del Estado, durante la audiencia de vinculación al denominado ‘caso Odebrecht’ (capítulo Ecuador), por el presunto delito de asociación ilícita.
El solo hecho de que el Vicepresidente esté involucrado en un caso que se tramita en las cortes, traza una línea de análisis que no escapa de la esfera política. De hecho, la puerta la abrió la propia Asamblea Nacional; la Fiscalía General apresuró el paso, y el referido juez refrendó el proceso. Se abre, así, otro capítulo de la historia política nacional, donde el factor legal incidirá en el devenir de la política nacional, mientras que la política dejará caer el peso de su inercia corporativa sobre la institucionalidad legal del país.
Estos parámetros de la dialéctica política y legal del ‘caso Glas’ hacen difícil prever un desenlace claro y preciso. Mientras el proceso avanza, afloran las verdades de pasillo, las especulaciones, las presiones y el cabildeo sin micrófonos de por medio. La defensa de Glas mantiene su puntal: destaca y denuncia la existencia de afanes e intereses políticos en su contra. Pero al marcar esa línea roja, también ejerce una fuerte presión indirecta sobre quienes investigan y ejercen la justicia.
Otro detalle. El proceso legal que involucra a Glas -previamente vaciado de funciones por el Presidente, y opositor de su línea de acción- se decanta entre la crisis interna del movimiento gobernante. De ahí que el coletazo legal del ‘caso Glas’, cualquiera que sea, tendrá sin duda efectos directos en las entrañas de Alianza PAÍS.