Colombia: este año aumentó más del 30% la cifra de líderes sociales asesinados

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Aumentaron en 31% los crímenes contra líderes sociales en el país

Un estudio realizado por el programa «Somos Defensores», aseguró que entre 2016 y 2017 crecieron en un 31% las cifras de muertes contra los líderes sociales, pasando de 35 casos reportados en el primer semestre del año pasado a 51 asesinados en los seis primeros meses de este año.

El estudio afirmó que en el mismo período aumentaron las agresiones contra defensores de derechos humanos en un 6% los ataques, pasando de 314 en el 2016 a 335 casos en lo que va de año.

Los supuestos responsables según el estudio siguen siendo los paramilitares con un 59% y los desconocidos con un 32%, asimismo, el programa agregó que las regiones donde más se comenten los crímenes son Bogotá, Antioquia, Cauca y Valle del Cauca.

Para el programa es importante una mayor presencia del estado, para evitar que aumente el número de afectados.

«Poderlos proteger no es solamente el hecho de ponerles un carro blindado, un chaleco antibalas o un escolta armado, tiene que haber una protección más allá», afirmó Carlos Guevara Coordinador de comunicaciones del programa «Somos Defensores».

Asimismo, la institución informó que revisaron los homicidios que ocurrieron y existe una coincidencia en más del 65% en las zonas que advirtió la defensoría, por lo que aseguran que las autoridades se encontraban al tanto del peligro que corren los líderes.

Según la ONG, el panorama podría aumentar con la salida de los integrantes de las Farc de las zonas veredales, «Hemos denotado que desde el momento de las firmas del acuerdo hasta junio van más de 80 líderes asesinados» sentenció Guevara.

El programa hace un llamado a fortalecer las medidas de seguridad a los líderes sociales del país.

Noticias RCN


Informe del programa Somos Defensores sobre los crímenes contra líderes sociales en Colombia


Asesinaron a líder social en Riosucio, Chocó

El líder social Manuel Ramírez Mosquera fue asesinado con arma de fuego por dos hombres que dispararon en tres ocasiones en el sector de la Cuenca del Truandó, zona rural de Riosucio cuando iba con su hermano en una lancha por el río, informó el comandante de la Policía de Urabá, coronel Luis Eduardo Soler.

La víctima lideró varios procesos de reclamaciones de tierra como parte de su labor como presidente del Consejo Comunitario del Truandó, cargo que cedió hace menos de cuatro meses. Además, era sobrino del reconocido Apolinar Mosquera, quien hoy es delegado al Espacio Nacional de Consulta Previa.

Las autoridades aún no tienen conocimiento de presuntos responsables ni si el homicidio está asociado con su actividad comunitaria, pero confirmaron que en la zona hay alta presencia de integrantes de la guerrilla del ELN y el Clan del Golfo, quienes se disputan las rutas del narcotráfico y la minería ilegal.

Lo que tiene aún más desconcertado al tío de la víctima, Apolinar Mosquera, quien sostuvo que el acompañante no ha querido brindar alguna información por temor.

Con el caso de Manuel, ya son tres los homicidios de líderes sociales en lo que va del año en el departamento de Chocó, pues en el mes de junio asesinaron en Riosucio a Efrén Santo, quien estaba al frente de una organización afrodescendiente y comunitaria del corregimiento Campoalegre; y en Quibdó a Eugenio Rentería, quien era integrante del Comité por la Dignidad del Chocó y estuvo en los pasados paros cívicos.

RCN Radio


¿Que matan líderes sociales? ¡Qué importa! – Por Claudia Morales

El número 156 equivale, por ejemplo, a 14,1 equipos de fútbol y 31,2 equipos de básquetbol. El número 96 se puede comparar con 6,4 salones de clase con un promedio de 15 alumnos, o con las personas que transporta un Embraer 190.

Piensen ahora que asesinan a los jugadores, a los niños o a todos los pasajeros del avión. ¿Terrible? Esos números son la realidad en Colombia. Según la Defensoría del Pueblo, 156 líderes sociales y defensores de derechos humanos fueron asesinados entre el año 2016 y marzo de este año, y la cifra del Gobierno Nacional, muy similar a la de Naciones Unidas, en el mismo periodo de tiempo, es de 96 homicidios.

Es dramática la diferencia de cifras entre una fuente y otra, lo cual demuestra que el Estado tiene pendientes las tareas de articulación, presencia y metodología, pero están matando a la gente en las regiones y eso no tiene ninguna discusión.

David Flórez, vocero de Marcha Patriótica, opina para esta columna que “es innegable que hay una sistematicidad y un patrón que permiten determinar que se están ejecutando unos pasos para que ocurran los asesinatos. El patrón está compuesto por una campaña de estigmatización: ser líder social en la ruralidad es ser integrante de la guerrilla”.

El ministro del Interior, Guillermo Rivera, responde: “Reconocemos la gravedad del caso, pero frente a la sistematicidad la información de la Fiscalía muestra que no hay un mismo patrón en los homicidios. Sí son líderes pero varios crímenes corresponden a razones distintas al liderazgo. Admito que falta acción y que hay que hacer presencia efectiva en las zonas que dejaron las Farc”.

El alto comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Todd Howland, me cuenta que este año han recibido 83 denuncias de homicidios, 32 sí tenían liderazgo, 24 no lo tenían, 17 están en proceso de verificación y 10 víctimas no eran líderes pero sí miembros de organizaciones como el Partido Comunista y Marcha Patriótica. “La mitad de esos asesinatos fue cometida bajo la modalidad de sicario”, añade Howland.

Los departamentos más afectados son Cauca, Antioquia, Valle del Cauca, Chocó y Nariño. “El asesinato del 70 % de las víctimas que tenían rol de liderazgo ocurrió en áreas dejadas por las Farc. Son lugares donde todos los indicadores de violencia han aumentado”, y sobre la sistematicidad aclara: “Dentro del Derecho Internacional, sistemático tiene que ver con un plan centralizado y sobre eso no tenemos información suficiente. En razón de los derechos humanos sí hay un patrón que se repite”.

Carlos Negret, defensor del Pueblo, pide a través de esta columna “que no estigmaticen a los líderes sociales y defensores de derechos humanos porque eso los pone en riesgo y por eso los asesinan”. Hace un llamado al Gobierno para que atienda a tiempo las alertas tempranas y brinde la seguridad que está obligado a prestar.

Desde la Fiscalía me mandaron un video que colgaron en Twitter con información insuficiente que no cito porque no me ayudaron a ampliarla y confrontarla. Pero ahí está en la red de la entidad por si les interesa verla.

Mi conclusión es que seguimos naturalizando los homicidios, que desde todas las instancias se oyen discursos retóricos y que, a pesar de los esfuerzos de muchos, la cultura del conflicto armado sigue intacta. Si los asesinados fueran los jugadores, los niños o los pasajeros del avión que mencioné al principio, ¿sí reaccionaríamos? No sé, respondan ustedes.

(*) Periodista.

El Espectador

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