Venezuela: El petróleo es la esencia del problema

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Venezuela: El petróleo es la esencia del problema

Alí Rodríguez Araque

“Para entender lo que ocurre en Venezuela hay que estudiar el problema petrolero. Ahí está la esencia del problema, no es si hay o no hay democracia, si un ministro es tal o cual cosa, o si el Presidente es esto o aquello…nada de eso. El asunto problema se llama petróleo, y más aun: regalía, impuestos, participación accionaria, y solución de controversias”

Hay que ubicarse históricamente en el momento en el cual se producen los descubrimientos de petróleo en el Zumaque. En 1914 se da inicio a la explotación y en 1917 comienza la comercialización del petróleo venezolano.

Venezuela vivía la circunstancia, en comparación con otros países productores de petróleo, de haber conquistado su independencia política en 1830. Digo independencia política relativa, porque todos sabemos lo que ocurrió a partir de esa fecha con el ejercicio de esa independencia por parte de las sucesivas dictaduras y las montoneras. Sabemos que se mantiene una constante inestabilidad del poder en Venezuela, hasta que, precisamente, la aparición del fenómeno petrolero contribuye de manera significativa con la integración del país, gracias a un ingreso creciente que permitió la construcción de carreteras. Y eso coincide, justamente, con el otro factor que quiero subrayar: la dictadura de Juan Vicente Gómez.

Esa dictadura, gracias y precisamente al fenómeno petrolero, puede trabajar en la integración del país. Se derrotan las montoneras porque, además, ya cuenta con recursos para crear un ejército moderno para ese entonces, equipado. Y eso, aparte de las habilidades militares que podía tener Juan Vicente Gómez, permitió acabar con el problema de los alzamientos continuos y la formación de montoneras, y en consecuencia, también terminó con la inestabilidad del país.

Y el hecho de encontrarse súbitamente con un ingreso que no era generado en el proceso interno, porque independientemente de que las regalías fueran bajas y de que fueran diversas en los distintos lotes de concesiones que se otorgaron, representaban un ingreso que no era generado en el proceso productivo interno, ni por inversión ni por salarios, sino simplemente por el ejercicio del Estado sobre la propiedad del recurso natural.

Se inicia así un proceso de distribución que incluso alcanza un salto importante a partir de 1934, cuando ocurre una devaluación del dólar, y prácticamente todas las monedas del mundo siguen esa devaluación. Venezuela no lo hizo. Venezuela, por el contrario, de 5,20 bolívares, que era la tasa de cambio para ese entonces, fue a una tasa de cambio de 3,19 bolívares. De esta manera los que tenían bolívares podrían comprar dólares baratos e importar, y de allí surgió un sector importador muy fuerte, muy poderoso.

Eso fue un golpe demoledor para la agricultura, como lo predijo Alberto Adriani, que era, por el contrario, partidario de una drástica devaluación. Así lo señala en uno de sus artículos recogidos en un libro que se llama “Labor Venezolanista”, que se lo recomiendo a los jóvenes que hacen investigación y quieren ubicarse en los problemas de aquella época que posteriormente generaron diversas consecuencias.

Larga lucha

Los impuestos modernos surgen con Isaías Medina Angarita, al introducir la Ley de Impuesto Sobre la Renta en 1942-1943, y al hacer lo que llamaron “La Gran Reforma Petrolera”, que unificó todas las concesiones en cuanto a superficie y, además, lo más importante, unificó todas las concesiones en cuanto a regalías, a 16 2/3%. Esta tasa de regalía se mantuvo hasta los días de la Apertura Petrolera, cuando se reduce drásticamente a cero. ¡Aunque luego en un fuerte debate en el Congreso Nacional se incrementó a 1%! ¡La bajaron de 16 2/3% a 1%!

Lo que quiero destacar con esto es que hubo una lucha continua por incrementar la participación del Estado y del país sobre la base del manejo de la regalía y, particularmente, del Impuesto Sobre la Renta, porque lo que permitió aumentar esa participación fue ir elevando sucesivamente ese impuesto, hasta llegar a cerca de o por encima de 70%. Eso sucede ya para los días de la Apertura Petrolera.

La nacionalización (1975) provocó un conjunto de efectos políticos, e, incluso, ideológicos. Se consideró que como el petróleo ya era venezolano y se habían nacionalizado todas las actividades, salvo la comercialización y la asistencia tecnológica, pues no había mayores conquistas que alcanzar. La nacionalización aparecía como la máxima victoria en todos los programas de todos los partidos políticos, desde el socialcristiano Copei hasta el Partido Comunista. De manera que se había logrado el máximo objetivo.

La consecuencia de todo esto es que, prácticamente todos los partidos políticos se quedaron sin programa. Eso se observa al analizar el proceso político venezolano, a partir de los años setenta.

Desarme ideológico

¿Qué ocurre? La clase política dominante se dedica al disfrute. Hace eclosión el fenómeno de la corrupción, así como el de los grandes subsidios, créditos que no retornaban al Estado. Se formó eso que llamaron “una nueva clase” en Venezuela; una nueva clase de ricos, no voy a llamarla burguesa porque ese es un término que históricamente tiene una clara definición.
Eso desarmó ideológicamente al país y creó las condiciones para que toda la oleada neoliberal que agitaba el mundo llegara también a Venezuela y se expresara en la política petrolera. La visión en el país era incrementar la producción de crudo, sin importar las consecuencias que esto tendría en el escenario petrolero mundial.

Eso condujo a que Venezuela entrara en un conflicto interno dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), porque su objetivo era llegar a 6 millones de barriles diarios, muy por encima de las cuotas que se establecieron en su seno.

Cada país entonces comienza a violar sus cuotas: Arabia Saudita, Venezuela, y otras naciones que, incluso, tenían mayores posibilidades de un manejo más rápido que Venezuela, en cuanto a la administración de la producción de sus yacimientos. El resultado de esto es que se produce una violenta caída de los precios del barril de petróleo. Cuando el Presidente Hugo Chávez asume el mando en Venezuela, todos lo recordamos, los precios estaban cerca de 7 dólares por barril.

Anecdóticamente puedo afirmar que desde Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) me plantearon ese año –me estoy refiriendo a 1999- que no habría ingresos por concepto de Impuesto Sobre la Renta, que bajarían drásticamente las regalías y que no habría declaración de dividendos, toda vez que no habría rentas que declarar y no habrían ganancias sobre las cuales declarar dividendos.

Así que la perspectiva para ese año era muy dura desde el punto de vista económico. Se planteó incluso la necesidad de contratar un empréstito por 3 mil millones de dólares para poder cubrir los gastos del Estado y particularmente el pago de salarios y sueldos.

Yo asumí en esa oportunidad una doble tarea: buscar una solución en el seno de la OPEP y buscar un empréstito que nos permitiera encarar una situación muy crítica. Bueno, gracias a la política que desarrolló el Presidente Chávez, logramos resolver los problemas internos en la OPEP, sus contradicciones, retornar a la política de cuotas, regular la producción, que es lo que está establecido en sus estatutos, para lograr la estabilidad de los precios y, al mismo tiempo pues, ir mejorando el ingreso, que ya para finales de 1999 estaba en alrededor de 16 dólares por barril. Así finalmente no fue necesario contratar un empréstito tan elevado, y pudo irse normalizando el problema de la economía nacional.

Quien representó siempre las posiciones del gobierno en el Congreso Nacional durante la Apertura Petrolera fue la gerencia de PDVSA. Eran personajes de PDVSA, ocasionalmente iba el Ministro de Energía y Minas, Erwin Arrieta, pero acompañado siempre de los asesores de PDVSA. No olvidemos que la directiva de PDVSA, como la gran mayoría de su plana gerencial, había pertenecido a empresas multinacionales: Standard Oil, en este caso la Creole, y la Shell, y compartían la mentalidad de esas empresas, tanto ideológicamente como desde el punto de vista gerencial. Tanto fue así que incluso era frecuente oír que venían de Maraven o Lagoven, que eran las dos grandes fuerzas internas; Corpoven era el resultado de todas las pequeñas empresas que se fusionaron con la nacionalización.

PDVSA neoliberal

Eso influyó mucho en las posiciones que asumió PDVSA y facilitó enormemente la adopción de las políticas neoliberales que enfatizaban las ganancias de capital, y el aumento de la producción, independientemente de lo que ocurriera en el escenario petrolero mundial. Fue así como se trazó ese plan de expansión de la producción, a como diera lugar. El objetivo era llegar a 6 millones de barriles diarios, desde un piso de 3 millones de barriles diarios en que nos encontrábamos.

Era una estrategia que no tomaba en cuenta el impacto que iba a tener en los precios a escala mundial, es decir, una estrategia que favorecía ampliamente a los consumidores por los precios bajos, básicamente a los grandes consumidores como, por ejemplo, de Estados Unidos, que tiene apenas 5% de la población del planeta, pero que consume 25% de la energía y del petróleo que se consume en el mundo.

La apertura

En cuanto a la Apertura Petrolera yo planteé el debate en el Congreso Nacional, porque se veía evidentemente que la casi totalidad de los parlamentarios no habían leído los contratos relacionados con las empresas que iban a operar bajo esa figura. Y si los habían leído era por encima, sin ir a la esencia del problema.

Hay que clarificar, para la verdad histórica, que los contratos si fueron entregados con tiempo para leerlos, yo los leí de cabo a rabo. Era bastante fastidioso porque uno lo que tenía que buscar era donde estaba su esencia. A fin de cuentas, la política petrolera se define en los contratos.

Bien, en el Congreso se llevaron entonces los contratos y como ya dije, en el caso de los crudos pesados llevaban las regalías a cero por ciento; el caso de los crudos livianos ataban la regalía al movimiento de los precios, lo que llamaban la tasa interna de retorno: si los precios bajaban, entonces bajaba también la regalía, lo cual va absolutamente en contra de lo que en términos elementales significa ese concepto.

La regalía es la contribución que impone el propietario del recurso natural a aquel que quiera acceder al mismo y obtener un beneficio por su explotación. Esa es la regalía, independientemente de que los precios estén altos o bajos.

Bueno, por dondequiera que se le miraba eso resultaba un impacto negativo enorme, terrible, para las finanzas del Estado y, en consecuencia, para un país que vive básicamente de ese ingreso. Eso se tradujo en el incremento de la pobreza, como efectivamente ocurrió. Todo eso sucedió hasta la llegada del Presidente Chávez.

Acción Democrática, que en sus comienzos tuvo un discurso radical, nacionalista, fue decayendo progresivamente, fue degenerando progresivamente, quedó completamente desarmada desde el punto de vista ideológico, particularmente por la degradación de Rómulo Betancourt, que era el máximo líder de ese partido, y de quienes lo acompañaban.

De manera que cuando se llega al momento de la Apertura, en el Congreso Nacional, mientras estuvimos el doctor Álvaro Silva Calderón y yo, éramos quienes votábamos en contra de decisiones de esa naturaleza y otras decisiones, no solamente en el ámbito petrolero. Entonces el rol de AD terminó siendo de complicidad total, con lo que venía desde PDVSA, empresa que, a su vez, estaba influida o prácticamente gobernada por las ideas neoliberales. Así que fue muy triste el papel de AD y consecuentemente también de Copei.

Factor decisivo

El factor decisivo en la política venezolana sigue siendo el petróleo, era y sigue siendo el petróleo. Prácticamente el origen de todos los conflictos en Venezuela, la caída de Carlos Andrés Pérez, por ejemplo, tiene que ver con el problema petrolero.

Cuando el Presidente Chávez llega a Miraflores, me designa Ministro de Energía y Minas. Entonces comenzamos a tomar ciertas medidas. Una de las medidas que recuerdo mucho fue rescindir el convenio que se tenía con varias empresas para la explotación del gas en el noreste del país (Proyecto Cristobal Colón), porque, bueno, no cumplieron con los términos que se establecían en el mismo, ni habían iniciado las operaciones de explotación del gas en el plazo acordado. Entonces yo que me había opuesto a ese contrato en el Congreso Nacional, años después, como Ministro, procedí a la rescisión del contrato.

Pero todavía PDVSA seguía siendo el poder…Todavía cuando yo era Ministro no ocurrió mayor cosa. Luego yo tuve que salir para la OPEP para ocupar la Secretaría General.

Los conflictos ocurrieron progresivamente cuando el Presidente Chávez decide elevar de nuevo las regalías petroleras de 1% a 16,67%, eso ya de nuevo provoca un efecto en las empresas petroleras y en sus agentes internos, que estaban alojados aquí en PDVSA.

Además, luego se aprueba la Ley Orgánica de Hidrocarburos y se modifica el Impuesto sobre la Renta hacia arriba. Por supuesto que el ataque se hace cada vez más feroz contra el Presidente Chávez, y se llega a tal grado que terminan con el golpe de Estado del 11 de abril de 2002. Como consecuencia del golpe de Estado me llama el Presidente Chávez y yo vine de inmediato a Caracas a reunirme con él. En ese momento él me pidió que ocupara de la presidencia de PDVSA, cargo que yo no habría querido nunca. Incluso inmediatamente después de las elecciones él me planteó que lo asumiera y yo fui partidario de ocupar el Ministerio, porque siempre he sostenido que el Estado, a través del Ministerio de Petróleo y Minería, es el que debe dictar las políticas, debe ejercer el control de la industria, porque la industria petrolera es del Estado. Es por esa razón por la que en la primera experiencia que tuve en el Gobierno Bolivariano fui directamente al Ministerio. Es en la gestión de Rafael Ramírez cuando vienen estas dos medidas y viene el conflicto.

El conflicto, el golpe de Estado, tiene como ya lo dije un claro origen petrolero, es decir, en fin de cuentas ¿dónde está el conflicto permanente? Está en cuánto pagan las empresas por regalías, cuánto pagan por impuestos, cuál es la participación de las empresas en las empresas mixtas, cuál es la participación accionaria en las empresas mixtas, y cómo se resuelven las dudas y controversias y los conflictos que puedan surgir entre la industria y las compañías petroleras. Esa es la esencia del problema. Incluso, lo que hoy vemos, los conflictos que hoy vemos, tienen como esencia, como razón fundamental, esencial, esos cuatro factores.

Para entender lo que ocurre en Venezuela hay que estudiar el problema petrolero. Ahí está la esencia del problema, no es si hay o no hay democracia, si un ministro es tal o cual cosa, o si el Presidente es esto o aquello…nada de eso. El asunto problema se llama petróleo, y más aún: regalía, impuestos, participación accionaria y solución de controversias.

El conflicto interno se da por la distribución del ingreso, y principalmente del ingreso petrolero. El Presidente Chávez invirtió la relación de la distribución del ingreso: antes de su mandato era cada vez mayor la remuneración destinada al capital, y cada vez menor la remuneración dirigida al factor trabajo.

El Presidente Chávez fue incrementando las remuneraciones al trabajo, eso es público y notorio, así que no tengo que ahondar mucho en el tema. Le dedicó cada vez mayores recursos al Estado para resolver el problema social, el problema de la pobreza, el problema de la alimentación.

Yo creo que el Presidente Chávez ayudó mucho a salvar la OPEP. La OPEP estaba en peligro, la OPEP marchaba hacia la destrucción como consecuencia de las políticas neoliberales que tenían como foco la expansión irracional de la producción de petróleo. Al desarrollarse una política que retornaba a la racionalidad de la OPEP, pues uno puede decir que influyó mucho, no solamente él o Venezuela, pero obviamente que jugó un papel clave y así fue reconocido prácticamente por todos los países integrantes.

Yo creo que la mayoría del pueblo venezolano, independientemente de que uno haga los análisis que podamos hacer los que hemos tenido alguna experiencia en este sector, percibe que el petróleo es suyo y que de alguna manera le corresponde una participación, la participación a través de la distribución del ingreso. Yo creo que la privatización de PDVSA se hubiera encontrado con una fuerte resistencia en el pueblo venezolano.

Cuando se inicia el proceso de la Apertura Petrolera, la izquierda estaba diezmada, en ese momento se encontraba fragmentada en muchos pedazos. No tenía fuerza suficiente y sobre todo no tenía claridad en torno a lo que era el problema que se estaba presentando. Una de las grandes debilidades de la izquierda venezolana es que no estudiaba en profundidad el problema petrolero.

Y si no se comprende el programa petrolero, no se comprende el fenómeno político venezolano, ni se comprende el fenómeno social ni se comprende el fenómeno cultural del país, porque todo ha estado alimentado por el problema petrolero y por la distribución de la renta. Aquí el problema que ha ocupado la atención de la gente es el destino del ingreso petrolero mas no el origen del ingreso petrolero. Y allí está la esencia del problema.


El petróleo como motor de integración

Alí Rodríguez Araque

Desde hace décadas, el precio del petróleo ha tenido una tendencia a la baja, lo que ha obedecido a varios factores como nuevas fuentes de energía, incremento de la producción, extras OPEP, entre otros. Con la caída y estabilización de los precios del hidrocarburo los dueños del capital están menos motivados para invertir. Así, en 2014 hubo una inversión de 120 mil millones de dólares, pero apenas un año después decayó a 50 mil millones. En 2016, el monto fue de 40 mil millones.

El precio del petróleo ha tenido oscilaciones muy bruscas, por ejemplo, en 2002 tendía incluso a la baja, hasta 7-8 dólares. Eso para Venezuela era realmente crítico. Así fue como se inició el gobierno del presidente Hugo Chávez. En tal situación, nos encontramos con problemas en unidad en el seno la Organización de Países Exportadores de Petróleo, lo cual estaba también por diferencias internas en la OPEP a la Revolución Bolivariana, bajo ataque externo por los principales países consumidores.

Por ello, empezamos un proceso de negociaciones e hicimos varias giras internacionales. El presidente Chávez emprendió una gira por países miembros de la OPEP que, como sabemos, culminó con la realización de la II Cumbre de este organismo en Venezuela, que tuvo un éxito clamoroso. La OPEP no hacía una Cumbre desde su fundación en septiembre de 1960.

Después de esa reunión, la disciplina en la organización mejoró muchísimo. Se fueron cumpliendo los acuerdos establecidos y ya vimos el resultado: el ascenso progresivo de los precios y su estabilización.

Hoy tenemos nuevos problemas con la economía mundial y nuevas caídas de la demanda petrolera y su influencia en los precios, aunque con una tendencia a la recuperación. Las oscilaciones a grandes rasgos, se han traducido en algunos trastornos de la economía de nuestra nación. Venezuela sigue liderizando las gestiones para mantener precios equilibrados, en un nivel que satisfaga tanto a los productores como a los consumidores. Porque precios muy elevados afectan no tanto a los grandes consumidores, que son países muy ricos, como a los pequeños consumidores, que son naciones de medianas y e incluso pequeñas economías.

Para estos, en el caso del Caribe y sobretodo de Venezuela creó Petrocaribe, una iniciativa del presidente Hugo Chávez a fin de crear facilidades de pago para los países de esta región. No es, como dicen por ahí, que estamos regalando el petróleo. No. Se vende al mismo precio, solo que se dan ventajas de pago y se cobran intereses menores. No por casualidad el presidente norteamericano Barack Obama, realizó gira por el Caribe para ofrecer parte de su petróleo y sustituir petróleo venezolano.

El problema de los precios del petróleo no es solamente de Venezuela. Y no es tampoco un problema solamente petrolero. En el mundo hay un sector que es propietario del recurso natural, pero hay otro, cada vez más poderoso, que es el dueño del capital. En el caso de los recursos naturales, existe una especie de distribución geográfica que no es uniforme. Aunque, por lo general los propietarios de esos recursos naturales se encuentran principalmente en el sur; en tanto, los propietarios del capital están en el norte. Entre los primeros, hay dispersión, Entre los segundos hay una gigantesca concentración vertical, principalmente en el norte. Capital y tierra –o recurso natural, que es lo mismo- representan una contradicción de carácter histórico. La redistribución del capital, es la ganancia. La tierra es la renta o “renta de la tierra”, según Marx.

A esa renta de la tierra se le llamó regalía que en el origen de la palabra significa la parte del rey. Por tierra, se considera no solo la superficie, sino también lo que está debajo de ella. En los estados s modernos se cobran principalmente, impuestos sobre las ganancias.

Mientras existan dueños del capital habrá quienes buscan aprovechar el recurso sin pagar regalías, y tratan de reducir al máximo posible el impuesto del Estado establecido sobre la ganancia. El propietario del recurso, sea Estado o particular-se siente en el derecho, además, de participar de una parte de las ganancias que genera la exportación de su tierra. El petróleo es un recurso natural. Está allí por obra de la naturaleza misma en un proceso de millones de años sin que haya ocurrido intervención humana alguna.

La historia del capital es mucho más cercana, pero también implicó cientos de años.
Ahora bien, hay un problema que afecta no solamente los precios del petróleo sino también el de los metales y a los grandes productores, por ejemplo, Bolivia y Chile. En general afecta a todos nuestros países: somos fundamentalmente exportadores de materias primas.
Los productos se exportan sin ninguna o poca transformación industrial hacia otros países o simplemente como productos semielaborados, y no son terminados generalmente dentro del mercado sudamericano.

El presidente Chávez promovió la unidad de los propietarios de recursos naturales en Sudamérica. Esa, a la vez, era una base para impulsar la unidad con mayor fuerza a escala continental, a África y Asia. La visión, la estrategia venezolana, no tuvo confinado el problema dentro sus fronteras. Primero vemos a Nuestra América como una sola nación, porque eso somos.

¿Qué constituye una nación? Ocupamos un mismo territorio, un mismo origen histórico, hablamos la misma lengua desde la Patagonia hasta el norte de México en cualquier costa, tenemos una inmensidad de recursos naturales: El 24% de las aguas dulces del mundo están contenidas solamente en Sudamérica, así como la más grande reserva forestal: la Amazonia está aquí, así como tres de los 8, más grandes ríos.

En nuestras naciones están todos los minerales que se pueden concebir; podemos decir que en Latinoamérica están alojados todos los elementos de la Tabla Periódica de Mendeleiev.
Cuando se exponen estas ideas siempre surge una pregunta: ¿Entonces que nos falta, si tenemos gente inteligente, si se ha formado cantidad de científicos y tecnólogos, si hay fuerza de trabajo calificada? Nos falta una estrategia común. Hace falta unidad.

De ahí que el presidente Chávez plateara como misión bolivariana la unión de Nuestra América, crear progresivamente un solo mercado, por lo tanto (representamos unidos un gran mercados. Separados somos pequeños mercados). Para explotar conjuntamente esos recursos, transformarlos juntos, desarrollar procesos industriales con la creación de empresas entre todos nuestros países, aprovechando los excedentes de capital que se generan por la ganancia resultante de la explotación de los recursos naturales. En vez de exportarlos, que los invirtamos aquí.

Por eso también el presidente Chávez planteó la creación del Banco del Sur con un aporte del 50 por ciento de esos excedentes que exportamos a los bancos del norte. De manera que ese banco sirviera para financiar proyectos conjuntos de nuestra América. Eso ha marchado con mucha lentitud, así como los otros proyectos de integración. Es el caso de Unasur, que vive los vaivenes de situaciones políticas nacionales.

Tuvo un gran impulso tras los cambios ocurridos en la región, pero en los últimos años comienza a observarse una contraola. Esos cambios negativos traen como consecuencia el ataque a la acción, progresista y revolucionaria que venia predominando en el continente.
Es esa contraola que ha promovido el imperialismo norteamericano en alianza con las oligarquías internas y que ha tenido algunos éxitos en Argentina y busca imponerse en Brasil con el golpe de estado. El objetivo es entregar las grandes reservas petroleras a los monopolios mundiales. Ya comenzó.

Nos es casual que Mauricio Macri, tras ganar las elecciones en Argentina, fijara como primer objetivo atacar a Venezuela. Esta es una oleada contrarrevolucionaria a escala continental.
De manera que hoy, como nunca antes, es necesario reavivar el espíritu bolivariano, el espíritu de Chávez, de la unidad de nuestros pueblos, de la unidad de nuestros líderes, de la unidad con una visión conjunta para restablecer los grandes logros que se venían obteniendo e impulsar hacia nuevas etapas ese proceso de unidad.

El futuro de Nuestra América es muy promisorio, pero a condición de una política común, una estrategia común, propósitos comunes, una voluntad común. Ese es el sueño de Bolívar que reavivaron Chávez, Kirchner, Lula, Evo, Correa y tantos nuestros americanos. Porque esa va a ser, sin duda alguna, una contribución enorme para la estabilidad mundial.

No es cualquier cosa el peso que puede tener en el escenario mundial una América unida. Y dentro de este, la OPEP sigue jugando un rol muy importante, a pesar de que ya el peso específico de esta organización ha declinado ligeramente, pero sigue representando el 30% de la energía del mundo. Los que componen la OPEP son también países del sur, que dependen fundamentalmente de sus recursos naturales, que tienen todavía un bajo desarrollo capitalista o en el mejor de los casos, mediano.

Las políticas están claras. Por su definición, están bien perfiladas. El problema es con cuánta consecuencia, con cuánta fuerza, cada uno de los factores dispersos las llevarán adelante.
Si se cumpliera el ideal de que todos nuestros países estuvieran unidos, completamente conscientes de estas posibilidades, la victoria estaría más que garantizada.

*Alí Rodríguez Araque, fue comandante guerrillero, abogado, dirigente político, militante del socialismo, parlamentario opositor en casi absoluta minoría en pleno auge del neoliberalismo y de la Apertura Petrolera; Ministro de Energía y Minas, Presidente de Petróleos de Venezuela, Secretario General de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Ministro de Finanzas, Canciller, Secretario General de UNASUR y actualmente Embajador de su país en Cuba.


Petrocaribe y la FAO

Petrocaribe es un Acuerdo de Cooperación Energética solidario propuesto por el Gobierno Bolivariano de Venezuela, con el fin de resolver las asimetrías en el acceso a los recursos energéticos, por la vía de un nuevo esquema de intercambio favorable, equitativo y justo entre los países de la región caribeña, la mayoría de ellos sin el control estatal del suministro de los recursos.

Está concebido como un organismo multilateral capaz de asegurar la coordinación y articulación de las políticas de energía, incluyendo petróleo y sus derivados, gas, electricidad, uso eficiente de la misma, cooperación tecnológica, capacitación, desarrollo de infraestructura energética, así como el aprovechamiento de fuentes alternas, tales como la energía eólica, solar y otras.

Esta organización nació el 29 de junio de 2005, tras el Acuerdo de Cooperación Energética suscrito por 14 países del Caribe durante el Primer Encuentro Energético de Jefes de Estado y/ o de Gobierno del Caribe sobre Petrocaribe, celebrado en la ciudad de Puerto La Cruz, al Oriente de Venezuela.

El 6 de septiembre de 2005, se desarrolló la II Cumbre de Jefes de Estado y/o de Gobierno del Caribe sobre Petrocaribe, en la ciudad de Montego Bay, Jamaica. En el año 2007, Caracas es sede de la III Cumbre Petrocaribe.

Países firmantes del Acuerdo

Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Venezuela firmaron el acuerdo multilateral Petrocaribe.

El objetivo de Petrocaribe es contribuir con la transformación de las sociedades latinoamericanas y caribeñas, haciéndolas más justas, cultas, participativas y solidarias, por lo que está concebido como una propuesta integral que promueve la eliminación de las desigualdades sociales, fomenta la calidad de vida y una participación efectiva de los pueblos en la conformación de su propio destino.

Mucho más que un contrato de suministro

En el ámbito operativo, el Acuerdo de Cooperación Energética Petrocaribe es mucho más que un contrato de suministro de hidrocarburos para los países del Caribe, constituye una iniciativa política destinada a brindar facilidades tanto financieras como estructurales que garanticen el suministro directo hacia los países del área, donde el mercado de los hidrocarburos se ve afectado por la intermediación y la especulación.

Petrocaribe lleva implícita la articulación de acuerdos existentes anteriormente, como el Convenio de San José y el Acuerdo Energético de Caracas. Sin embargo, mejora las condiciones de este último, que prevé el financiamiento de 25% de la factura, con un año de gracia, pagadero en 15 años, con el 2% de interés.

Petrocaribe propone una escala de financiamiento del 40% de la factura petrolera, tomando como referencia el precio de los hidrocarburos. Igualmente extiende el período de gracia para el financiamiento de uno a dos años y prevé una extensión del período de pago de 17 a 25 años, reduciendo el interés al 1%, si el precio del petróleo supera los 40 dólares por barril.
El pago a corto plazo del 60% de la factura se extiende de 30 a 90 días. Con base en los principios solidarios de este acuerdo, la República Bolivariana de Venezuela está dispuesta a aceptar que parte del pago diferenciado de la factura se realice con bienes y servicios, por los que puede ofrecer, en algunos casos, precios especiales.

La seguridad alimentaria de Centroamérica y el Caribe

En los últimos diez años, Petrocaribe se ha convertido en una de las bases de la seguridad alimentaria de los países de Centroamérica y el Caribe,señaló la FAO al respecto de la publicación de un nuevo libro que analiza las principales intervenciones e impactos del acuerdo de cooperación regional.

El libro Petrocaribe: 10 años de lucha contra el hambre y la pobreza, recoge las lecciones principales e iniciativas destacadas de este acuerdo que busca la integración regional, que hasta diciembre de 2015 ha permitido a 19 países crear más de 109 programas y proyectos sociales y productivos que han beneficiado a millones de personas en el Caribe y Centroamérica.

“Este acuerdo es un ejemplo único de cooperación para el resto del mundo, ya que ha contribuido de manera significativa a la disminución de las cifras de subalimentación en la mayoría de sus países miembros; mejorar la disponibilidad, acceso y utilización de los alimentos de manera estable, aliviando la pobreza extrema y mejorando la calidad de vida de millones de personas”, explicó el Representante Regional de la FAO, Raúl Benítez.

Petrocaribe permitió la creación de un centenar de programas, entre ellos iniciativas de alimentación escolar, las ayudas directas a población vulnerable y el apoyo a los pequeños agricultores hasta la construcción de plantas de procesamiento de alimentos, la reconstrucción de vías agrícolas y la formación de empresas socio-productivas de gran escala.

La empresa socio-productiva Alba Alimentos en El Salvador, fortalece a los pequeños y medianos productores del país, impulsando el comercio justo, la innovación y las prácticas agroindustriales sostenibles. El programa de Beneficio del Pueblo en Antigua y Barbuda, por su parte, ayuda a las familias vulnerables en la adquisición de alimentos y productos básicos a través de un subsidio mensual de 80 USD, beneficiando a más de dos mil personas.

Otros programas destacados sostenidos por Petrocaribe incluyen el impulso al desarrollo de la producción de arroz en el Valle de Artibonite en Haití, y la Compañía de Apoyo a los Campesinos en San Vicente y las Granadinas, la cual entrega créditos a pequeños productores para que aumenten y diversifiquen su producción.

Benítez destacó que el acuerdo energético Petrocaribe también dio origen al Plan de acción para la erradicación del hambre y la pobreza , cuyo objeto es garantizar el derecho humano a la alimentación y fortalecer la seguridad alimentaria.

Asimismo,estimula a los países miembros a formular proyectos que fortalezcan la agricultura familiar, potencien la industrialización del agro y desarrollen cadenas productivas para la distribución equitativa de los alimentos, fomentando la creación de políticas y planes integrales de erradicación del hambre y la pobreza.El plan recibe apoyo técnico de FAO a través del Programa Regional de Cooperación Triangular Venezuela-FAO para América Latina y el Caribe, SANA.


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