Informe: el balance de los TLC para Colombia es negativo y presenta deterioros en su potencial exportador
El balance de los TLC para el país entre 2015 y 2016 fue negativo y presentó deterioros en el potencial exportador, tanto a nivel de esos tratados como sectorial.
Así lo concluyó el centro de estudios económicos Anif en el informe ‘Potencial exportador de Colombia en 2016’.
De acuerdo con los resultados, para los que se analizaron la dinámica del comercio bilateral entre los firmantes de cada TLC, la canasta importadora de esos países y su complementariedad con la canasta exportadora de Colombia, así como el tamaño del mercado de los competidores que enfrenta el país, la entidad destaca la pérdida de potencial exportador con los Estados Unidos y la zona euro, que son los principales socios comerciales del país.
En ese sentido, el exministro de Comercio, Carlos Ronderos, dice que esos resultados no son culpa de los Estados Unidos o de los TLC sino nuestra, pues el país no ha logrado obtener la accesibilidad sanitaria en productos como los del agro. Afirma, además, que el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) es una institución muy politizada con las mismas condiciones de acceso.
“Nosotros no hemos hecho la tarea fitosanitaria dentro del país y, por lo tanto, no tenemos acceso”, insistió Ronderos.
Anif sostiene que en el último año Colombia ha perdido su “potencial exportador en los sectores de alimentos, cuero-calzado y textil, lo que muestra la difícil situación de la industria local, donde ni siquiera los altos niveles de la tasa de cambio peso-dólar han logrado estimular las ventas al exterior.
Agrega que el país sigue recargando su canasta exportadora en las materias primas (hoy participan del 63 por ciento de las exportaciones totales), mientras se dejan de lado otros sectores como la agroindustria, donde se sabe que hay un gran potencial.
“El problema radica en que el ‘Costo Colombia’ (regulaciones ambientales, laborales y tributarias) hace que los costos para el agro y la industria colombiana sean muy altos”, explica el informe.
Y afirman que de allí se desprende que las ventas no tradicionales del país al exterior hayan seguido cayendo de niveles de 15.000 millones de dólares a solo 11.000 millones de dólares, entre el 2008 y el 2016, lo que representa tan solo un 37 por ciento del total.
El documento destaca, además, que en el 2016 las exportaciones totales de Colombia se contrajeron 12,9 por ciento anual hasta los 31.074 millones de dólares y que esa tendencia se registró en la mayor parte del año, aunque en los últimos meses se ha visto un ligero repunte.
Dice Anif que esto último se evidenció en el caso de las exportaciones hacia los EE. UU. (con 9.870 millones de dólares, para un avance de solo 0,2 por ciento anual), mientras que las ventas externas a la zona euro fueron de 4.958 millones de dólares, (17,2 por ciento menos), la CAN (US$ 3.013 millones, con un descenso del 20,5 por ciento) y el Mercosur (US$ 1.213 millones, con una caída de 12,9 por ciento).
Y para las importaciones totales, según Anif, se redujeron un 17 por ciento anual el año pasado, hasta los 44.905 millones de dólares. Así, indica la entidad, se registraron caídas importantes a lo largo del año en las compras a los EE. UU. (US$ 11.878 millones y descenso de 23,4 por ciento anual), la zona euro (US$ 6.296 millones y reducción de 23,2 por ciento) y el G3 (US$ 3.415 millones para una baja de 11,4 por ciento).
En mal momento
Javier Díaz, presidente de Analdex, dice que cuando se mira el desempeño de los TLC se tiene que reconocer que no ha sido favorable, pero también sostiene que se debe tener en cuenta que su entrada en vigencia coincidió con un momento en el que la economía estaba sufriendo la ‘enfermedad holandesa’.
“Para sectores como el petrolero en boom y todos los demás afectados por las consecuencias de ese mismo en la tasa de cambio, exportar no era una actividad rentable, pues con ese dólar los exportadores no tenían precio y empezaron a salir del mercado. Luego aseguramos el acceso permanente, que es un hecho positivo, porque se obliga a negociar”, afirmó Díaz.
Para el directivo, a eso negativo se sumó que el aparato productivo no pudo responder, aunque espera una recuperación, así como de las exportaciones, para el 2018, pues este año aún será de ajustes.
“Pero ese proceso hay que inducirlo y ayudarlo, pues no se puede dejar a la deriva para que se dé por generación espontánea. Necesitamos unas políticas específicas que nos permitan recuperar ese aparato productivo y modernizarlo tecnológicamente, todo un programa de recuperación de mercado que se perdió con ese proceso de revaluación, donde el tema créditos resulta fundamental para reconversión industrial a largo plazo (por lo menos 15 años) y tasas de interés bajas”, agregó Díaz.
Sin embargo, lamentó no ver al Gobierno en esa línea, aunque lanzó el programa ‘Colombia Repunta’, en este frente no se observa nada nuevo.
El exministro de Comercio Carlos Ronderos, por su parte, sostiene que no le cabe la menor duda frente a las cifras de Anif y su veracidad en el sentido de los flujos de comercio y en cuanto al déficit actual, y que Colombia no ha sabido aprovechar las ventajas arancelarias en los TLC.
Pero cree que los acuerdos son mucho más que flujos de comercio. “Los tratados tienen capítulos muy importantes de inversión, de temas para la defensa de los derechos laborales y de propiedad intelectual, luego creo que una evaluación completa de los TLC no se puede hacer en función de si tenemos déficit o superávit”, explicó Ronderos.
Ahora Israel
La Comisión Segunda de la Cámara aprobó el marres en tercer debate el TLC que el país firmó con Israel en el 2013. Ahora pasa a estudio de la plenaria de la misma corporación para su último debate. Las exportaciones totales de Colombia a Israel sumaron el año pasado US$ 276 millones.
Cuatro recetas para aprovechar el acuerdo con Estados Unidos
Al hablar del TLC con Estados Unidos es claro que pese a las grandes oportunidades que ofrece, hasta ahora los empresarios no han aprovechado todo el potencial.
Ante esto, las principales fórmulas para revertir la situación consisten en que el sector privado les apueste a la innovación, la eficacia, la calidad y la constancia.
Estas fueron las conclusiones del foro ‘Innovación para la internacionalización: oportunidades de negocio con Estados Unidos’, organizado por EL TIEMPO y Portafolio.
Empresarios y panelistas dijeron que llegó la hora de que las firmas vayan más allá. “Hoy la palabra más importante es innovación, es el fundamento del desarrollo del comercio”, indicó John Fennerty, asesor Económico de EE. UU. en Colombia.
Planteamiento que comparte Carlos Dieppa, presidente de Mars Latinoamérica, en la región, quien señala que además hay que tener eficacia para que el producto sea competitivo.
La calidad es otro atributo diferencial y, al respecto, Christian Daes, vicepresidente Operativo de Tecnoglass, alertó por que Colombia no ha explotado su mano de obra en el marco del TLC con EE. UU.
Todo esto debe estar acompañado de un plan consistente a largo plazo, una estrategia y una propuesta de valor clara. “El mercado es muy grande, pero los empresarios deben centrarse en nichos con una oferta adaptada”, dijo Javier Díaz, presidente de Analdex.
Por último, aprovechar la ubicación geográfica, tanto para llegar a EE. UU. como para generar clústeres, es otro impulso que deberían dar los empresarios locales.