Argentina: los docentes convocan a un paro de 24 horas para mañana en respuesta a la represión

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Docentes llamaron a un paro de 24 horas en todo el país tras la represión

Por Agustín Alvarez Rey 

(Foto: Soledad Quiroga)

Sonia Alesso, titular de Ctera, convocó “a un paro de 24 horas para mañana en contra de la represión” y advirtió que si el ministro de Educación, Esteban Bullrich, “no está a la altura de las circunstancias, deber renunciar”.

“Hemos definido un paro nacional de 24 horas para mañana contra la represión. Porque no se reprime una protesta social. No vamos a validar con el silencio la represión a los docentes”, enfatizó Alesso.

Además, la dirigente anunció que le van a volver a “exigir al Gobierno nacional que cumpla con las leyes” porque “esto no es un guerra y hay que cumplir la leyes”.

En tanto, Ctera también comunicó que “el miércoles en todo el país se va a realizar un abrazo a todas las Escuelas” y en ese marco se anunció: “Vamos a izar la bandera con los papás, vamos a escribir miles y miles de cartas al ministro Bullrich que si no está a la altura de las circunstancias debe renunciar ya”.

La dirigente de origen santafesino apuntó contra Bullrich y dijo: “El ministro está hiperconectado e hipercomunicado, pero que no pudo comunicarse con los gremios y no cumple con un fallo ejemplar de la justicia”.

En el marco del plan de lucha que llevan a cabo los docentes, el gremio señaló que este lunes a partir de las 17 se llevará a cabo un abrazo al Congreso de la Nación y a la Escuela Itinerante. En referencia a la instalación de la estructura que originó la presión a los docentes el domingo por la noche, Alesso manifestó: “Si es un problema de papeles que extiendan los permisos y así podremos mostrar la lucha de los docentes en argentina”.

La titular de Ctera detalló que la Escuela itinerante está “destinada a recoger los debates pedagógicos que se dan dentro del gremio y a repasar las leyes que hemos construido en la democracia”. «Fuimos impedidos por una feroz represión”, agregó.

Tiempo Argentino


“Nos dijeron que la orden vino de Presidencia”

Por Laura Vales

La Ctera intentó armar anoche una escuela itinerante frente al Congreso Nacional. A la manera de la Carpa Blanca, el gremio buscó apelar así a una medida de acción alternativa a los paros como modo de sostener el reclamo. En la plaza ubicada frente a las escalinatas del Congreso, los docentes llegaron a montar el armazón de la escuela cuando desde el gobierno se ordenó reprimirlos. Efectivos de la policía federal, que desembarcaron en la plaza en varias combis, pertrechados con equipos antidisturbios, golpearon y tiraron gas pimienta contra los maestros –que en su mayoría eran mujeres–. Se llevaron también a cuatro detenidos.

La semana pasada, el Juzgado de Primera Instancia del Trabajo N° 58, a cargo de Dora Eva Temis, ordenó al Ministerio de Trabajo convocar dentro de un plazo de cinco días a la paritaria nacional docente, el principal reclamo de los gremios. En respuesta, el gobierno anunció que va a apelar el fallo, ratificando su decisión política de eliminar la paritaria. Esta situación, sumada a la reciente consulta en la que los maestros bonaerenses votaron en favor de impulsar medidas alternativas a las huelgas, había decidido a la Ctera a montar la carpa.

“Agotamos todos los caminos. Hay una Ley de Financiamiento Educativo que dice que el gobierno tiene que convocar a la paritaria. Hay además un fallo judicial que le ordenó hacerlo, y que también el gobierno desconoce. Tenemos 18 provincias con conflictos abiertos por las paritarias docentes”, señaló a Página/ Sonia Alesso, la titular de Ctera, cuando todavía los efectivos de la policía no habían llegado para el desalojo y los docentes avanzaban con el armado de la estructura de la escuela itinerante.

Lo hacían sin cortar la calle, en el mismo espacio público que ocupó, hace veinte años, la carpa blanca. El sindicato había informado a la Jefatura del gobierno porteño que realizaría un acto en el lugar. Siguieron el trámite de rutina en estos casos: el viernes ingresaron un escrito para notificar a la administración porteña que este lunes harían un acto frente al Congreso. La idea era montar ayer la escuela itinerante, dejar en el lugar a una guardia de maestras e inaugurarla hoy, con una clase pública.

Para acompañar el armado de la carpa fueron a la plaza del Congreso los principales dirigentes de la Ctera, como Roberto Baradel -titular además del Suteba, sindicato de los maestros bonaerenses- y Eduardo López, de la Unión de Trabajadores de la Educación, que agrupa a docentes porteños. También habían ido a respaldar el armado de la escuela itinerante unos 500 maestros de los dos distritos. La represión, por supuesto, era una de la posibilidades abiertas; sobre todo después del violento desalojo que sufrieron el jueves, día de la huelga general de la CGT, los manifestantes del sindicalismo de izquierda que cortaron la Panamericana.

La represión, en este caso, ni siquiera tuvo la excusa de un incidente como detonante. Primero mandaron a la plaza del Congreso a cuatro patrulleros de la comisaría sexta con la orden de frenar el armado de la carpa. Los docentes hicieron entonces un cordón humano en torno a la estructura a medio construir.

“Luche, que se escuche”, “No caímos / no caímos / a la escuela pública nosotros la elegimos” fueron algunos de los cantitos de respuesta a la policía. Los maestros –y eso fue muy claro para los que presenciaron el intento de armar la carpa, entre los que estuvo PáginaI12– tenían una decisión nítida de no provocar nada que alentara la represión. Al hacer el cordón humano, tuvieron incluso el cuidado de no interrumpir el tránsito.

Pronto aparecieron en el lugar funcionarios del ministerio de Ambiente y Espacio Público del gobierno porteño. Como el armado de la estructura avanzó, rodeado del cordón de maestros, mandaron a la policía antimotines.

En el desalojo, los efectivos cargaron en un cuerpo a cuerpo contra los maestros. Ocho de cada diez eran mujeres. Para romper el cordón, la policía les tiró gas pimienta a la cara. Hubo también manifestantes golpeados. Muchos debieron ser auxiliados por sus compañeros para poder alejarse del lugar, descompuestos por los efectos del gas.

Tras la represión, el macrismo explicó a su manera la actitud           represiva. En un comunicado de prensa, el ministerio de Ambiente y Espacio público “informó” que “se evitó el armado de una estructura en la Plaza del Congreso” para el que “los gremialistas” no tenían “ningún tipo de permiso”. “Por consiguiente”, sostuvo el parte oficial, “se labraron actas de infracción por el uso indebido del espacio público”. Finalmente el comunicado  agregó, como si se tratara de una cuestión totalmente secundaria: “También se hizo presente personal policial y se les sugirió (sic) el desarme”.

Los cuatro docentes detenidos son Miguel Acuña, Juan José Mauro, Pablo Aschero y Carlos Díaz. Anoche, dos permanecían arrestados en la comisaría 6 y otros dos en la comisaría que tiene la Policía Metropolitana en Parque Patricios. Diputados de la Nación y legisladores de la Ciudad reclamaban en esas dependencias por su liberación. Les iniciaron causas por resistencia a la autoridad y lesiones.

Durante la jornada, el presidente Mauricio Macri había vuelto a criticar los paros docentes y reclamado a los dirigentes gremiales que busquen otros métodos que no afectaran el dictado de las clases. “Los paros se hacen desde hace diez años y ya se mostró que no sirven. Si hacemos las mismas cosas, no podemos pretender resultados distintos” fue una de las frases del discurso presidencial (ver nota aparte).

Para Roberto Baradel, una represión de este orden no se pudo hacer sin la venia de la Casa Rosada. “Nos dijeron que hubo una orden directa de la Presidencia de la Nación. La policía nos agredió, no hay ningún docente agrediendo a la policía. Nos pedían que modificáramos la protesta con una forma creativa y miren qué pasa.. Parece que ante cualquier palabra que al gobierno no le guste va a actuar con represión. Eso no es un gobierno democrático”.

Eduardo López agregó que “lo que quiere el gobierno es que aceptemos una propuesta salarial a la baja y la desmembración de la escuela pública. Le exigimos que respeten el derecho a reclamar. No queremos modificar nada que no exista en la Argentina desde el retorno a la democracia, desde el 83 a esta parte”.

La Ctera llamó para hoy a una asamblea de secretarios generales en la que definirán de qué modo seguirán con la protesta para reclamar el llamado a la paritaria nacional y la apertura de una discusión sobre el financiamiento educativo.

Página 12


Casi todo el arco político expresó su repudio

El bloque FPV-PJ y el bloque justicialista de la Cámara de Diputados, los intendentes del Grupo Fénix, el FIT, el Comité por la Liberación de Milagro Sala, Facundo Moyano y Ricardo Alfonsin, entre otros, se manifestaron en contra de la represión.

Desde el bloque de diputados del FPV-PJ indicaron que los incidentes en la Plaza del Congreso «demuestra que este modelo no cierra ni con represión». Y agregaron: «En el país de Macri los trabajadores no tienen derecho a huelga y tampoco a peticionar frente a las autoridades», al tiempo que adelantaron que se reunirán el lunes «con el resto de los bloques legislativos de la oposición para asumir una posición de firmeza y única”. «Pedimos que los detenidos sean rápidamente liberados porque no cometieron ningún delito. Simplemente iban a instalar una escuela pública itinerante como expresión de defensa de la escuela pública frente al vaciamiento que intenta el macrismo», finalizaron.

Por su parte, el bloque Justicialista de Diputados expresó su repudio ante la represión que sufrieron los docentes por realización de una protesta pacífica en la Plaza del Congreso. “Manifestamos nuestro repudio ante los incidentes ocurridos en las puertas del Congreso de todos los argentinos. El Gobierno debe respetar el derecho de los docentes y de cualquier sector de los trabajadores a manifestarse pacíficamente”, afirmaron los diputados nacionales. A su vez, agregaron que “los docentes se expresaron democráticamente, buscaron una forma distinta de visibilizar su justo reclamo y el Gobierno respondió con represión”. “Estamos frente un reclamo legítimo, le decimos al Gobierno que la salida no es ocultar los problemas sino brindar soluciones”, señalaron. “Exigimos a las autoridades del Gobierno Nacional que permitan la manifestación pacífica de las distintas iniciativas que intentan visibilizar públicamente sus reclamos y nos solidarizamos con los docentes que sufrieron la represión”, concluyeron los dirigentes Justicialistas.

Por su parte, los intendentes del grupo Fénix, Verónica Magario (La Matanza), Ariel Sujarchuk (Escobar), Gustavo Menéndez (Merlo), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Juan Ustarroz (Mercedes), entre otros, emitieron el siguiente comunicado. “Casi diez años después del asesinato de Carlos Fuentealba, casi 20 años después de la Carpa Blanca que nos llenó de vergüenza, la historia se repite. Prometieron cambiar pasado por futuro, pero día a día nos hacen protagonizar una película que ya vivimos y que no tiene final feliz para el pueblo argentino. Maestros detenidos, gas pimienta y palos. La represión refleja el fracaso de una gestión que, entre otras cosas, dejó la vocación de diálogo en la puerta de la Casa Rosada. El grupo Fénix de intendentes expresa su claro y contundente repudio a la represión por considerar que es excesiva desde todo punto de vista, grotesca, inexplicable. No hay nada más maleducado que pegarle a los docentes de la educación pública cuando pacíficamente expresan sus diferencias”.

El Comité por la Libertad de Milagro Sala opinó que “se profundiza así la criminalización de la protesta que venimos denunciando ya desde inicios de 2016 cuando detuvieron ilegalmente a Milagro Sala con el objetivo de disciplinar a quienes reclamaran en la calle por sus derechos. Los docentes, ante el incumplimiento del gobierno, iban a instalar una carpa blanca para dar un debate público sobre un conflicto que afecta e interesa a miles de argentinos que creen que la educación pública es la forma de garantizar la igualdad de oportunidades y la equidad. El conflicto es inevitable en toda sociedad democrática. Lejos de callar la protesta con palos y gases, el gobierno no hará más que profundizarla. Exigimos a las autoridades que respeten la ley, la Constitución Nacional y los tratados internacionales que garantizan el legítimo derecho a la protesta».

Por su parte, Nicolás del Caño, del FIT, afirmó que la represión a los docentes es “un nuevo ataque directo al derecho a luchar por parte de un gobierno con una prepotencia devenida de los grandes grupos económicos para que los maestros acepten tener salarios por debajo del nivel de pobreza. Un atentado a la educación pública. Buscan amedrentar a todos los trabajadores para que no luchen contra el ajuste y los despidos, por el salario y sus derechos.No hay que dejarlos avanzar”.

Desde el Frente Renovador, hasta el momento, sólo se expresó Facundo Moyano, a través de twiter: “¿Quién dio la orden de reprimir a los docentes que sin cortar ninguna calle intentaron instalar una carpa en el Congreso?”, se expresó.

El mismo modo utilizó Ricardo Alfonsín, integrante de la alianza Cambiemos: “No hay razón para la violencia ejercida hoy contra los docentes. Así no resolveremos los problemas: más que nunca es necesario el diálogo”, tuiteó el dirigente radical.

Tiempo Argentino


Qué dijo el Gobierno porteño sobre el desalojo de los gremialistas docentes

En un escueto mensaje que hizo trascender a la prensa, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dio explicaciones sobre el desalojo que hubo contra gremialistas docentes que intentaban armar una carpa blanca en la Plaza de Congreso.

En tres líneas, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad comunicó que durante la tarde se infraccionó por «uso indebido» del espacio público a quienes intentaban armar la estructura.

«El Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad informa que se evitó el armado de una estructura en la Plaza del Congreso cuando un grupo de gremialistas docentes comenzó hoy, a las 13 horas, a instalar la misma sin ningún tipo de permiso. Por consiguiente, se labraron actas de infracción por el uso indebido del Espacio Público. También se hizo presente personal policial y se les sugirió el desarme», indicó el texto.

Los docentes intentaban armar en la Plaza del Congreso una estructura similar a la carpa blanca que hubo en los ’90. El desalojo a los empujones y con gas pimienta recrudeció el conflicto que mantienen con la administración central. Los gremialistas acusaron al gobierno nacional de Mauricio Macri de ser el que dio la orden para impedir la medida, que ejecutó la Policía de la Ciudad.

Los oficiales intentaron persuadir desde el mediodía a los sindicalistas que empezaron a montar la estructura. Con el correr de las horas, se fue armando la base de la carpa, hasta que, en horas de la noche, decenas de agentes los sacaron por la fuerza. Hubo 4 detenidos.

TN

 

 

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