Adrián Bonilla, politólogo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso): «Lasso es más vulnerable, pero sería un error subestimarlo»
Una vez en marcha la segunda vuelta electoral para elegir binomio presidencial, los ecuatorianos tendrán que escoger entre 2 opciones totalmente opuestas: la una que representa a la derecha tradicional encarnada en el binomio de CREO-SUMA, del banquero Guillermo Lasso y Andrés Páez; y la otra que representa a la izquierda progresista de Alianza PAIS, representada por Lenín Moreno y Jorge Glas.
Los resultados previos publicados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) señalan que Moreno obtiene alrededor del 39.35% de los sufragios, mientras que Lasso el 28.10%. Por este motivo “Moreno, para la segunda vuelta, parte con una buena ventaja, sin embargo tendrá una dura tarea para atraer al 30% del electorado que no votó por él”, dijo el politólogo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Adrián Bonilla.
¿Cómo cree que se va a desarrollar esta segunda vuelta?
La campaña en primera vuelta por parte de la oposición se centró en la necesidad de un período distinto al del presidente Correa, mientras que Lenín Moreno en esta idea de continuidad. La segunda vuelta puede ser que esté marcada por la personalidad del presidente Correa nuevamente y que termine polarizando el país alrededor de su figura antes que de las propuestas de ambos finalistas.
¿Cree que Guillermo Lasso se enfoque en esa dinámica?
Va a depender de las estrategias electorales y lo que digan los estudios de opinión; el candidato Moreno parte con la ventaja del respaldo presidencial y de la continuidad de las obras del gobierno y esto es un activo, pero también es un escenario de vulnerabilidad y la oposición mirará la conveniencia de atacar o no al presidente Correa dependiendo de cuán rentable sea. El Presidente de la República, sobre todo en las últimas 2 semanas de la campaña en primera vuelta, se convirtió nuevamente en el protagonista de la política nacional y lo ha sido en los primeros días después de las elecciones. La pregunta es si es que eso va a convenir a la candidatura de Moreno o la oposición.
¿Qué tipo de cambio podrían generar ambas candidaturas?
Hablarán de cambio porque son expectativas de la mayor parte de los electores, el asunto es qué se puede cambiar y con qué recursos puesto que el Ecuador está atravesando una situación económica que es más difícil, cómo se le va a hacer y qué puede significar en términos de política pública. Estos temas deberían, efectivamente, atraer la atención del debate en segunda vuelta, pero es altamente probable que las propuestas programáticas sean nuevamente ocultadas por las necesidades de coyuntura de las candidaturas.
¿Qué cambio propone la derecha?
Está proponiendo el cambio de modelo económico hacia otro que haga más énfasis en el mercado, con menos impuestos, que le dé menos presencia al Estado y a su capacidad regulatoria. Esto es lo que se ha dicho, lo cual, además, es el eje del modelo ideológico de la derecha en América Latina.
¿Eso sería beneficioso para Ecuador tomando en cuenta la historia y el contexto regional en que nos desenvolvemos?
La experiencia que hemos tenido en el pasado es que las políticas liberalizadoras en América Latina no produjeron los réditos que pretendían, cuando se redujo la presencia del Estado; tuvimos un escenario de desregulación que no aumentó la eficacia del sector privado, y los servicios públicos simplemente se deterioraron en todas partes. Lo que era propiedad pública en manos del sector privado no tuvo función social; el neoliberalismo en la década de los 90 en América Latina no produjo crecimiento económico, no fue bueno, hubo un par de países que fueron relativamente exitosos con la liberalización, como Chile y Uruguay, pero en la mayoría de los demás hubo colapso tras colapso.
La Asamblea tiene nuevamente mayoría de AP, ¿qué podría pasar?
Habría un ambiente difícil si gana el candidato de oposición; lo que tendríamos es un escenario que podría conducirnos a la pugna de poderes, que no es beneficioso para el país. Pero en el otro escenario, con Moreno de presidente, creo que tendríamos una Asamblea más heterogénea que la que hemos tenido hasta el momento, incluso el bloque mayoritario de PAIS es más heterogéneo, por eso la gestión política, la capacidad de negociación o de construcción de consensos como la formulación de agendas con el ejecutivo, probablemente pasaría a alguna secretaría de estado.
¿Usted cree que Moreno tiene características de líder para asumir el reto de ser Presidente?
Si una persona ha sido vicepresidente de la República y llega ganando la primera vuelta tiene características políticas que la califican para asumir el cargo para el que está candidatizándose. Independientemente de su personalidad, Lenín es un político y parece ser un buen político.
¿Y en el caso de Guillermo Lasso?
Es una persona que ha podido mantenerse en la palestra política por más de 6 años y que ha logrado pasar a segunda vuelta; es un político calificado.
En esta última elección ha sacado el 28%, sería un error subestimar sus posibilidades en esta vuelta.
Ambos candidatos tendrán que hacer esfuerzos de concertación, de acercamiento, de flexibilización, no hay que excluir, los votos se alcanzan construyendo expectativas, por ejemplo en este caso de las personas que no votaron por las candidaturas.
La prensa internacional ha publicado que Lasso no es un buen candidato, ¿qué opina?
Creo que es un candidato más vulnerable comparado con las otras opciones que tenía la oposición, pero estando en segunda vuelta sería un error estratégico subestimar sus posibilidades.
¿El tema de la corrupción será definitivo en esta parte o ya está saturado?
Creo que una segunda vuelta con un periodo de campaña tan largo de casi 40 días permite la posibilidad de incidentes, a pesar de que la población está saturada con eso de la corrupción y el tema va a seguir dependiendo de cómo lo formulen los equipos de campaña.
Si una de las candidaturas ofrece el tema de la corrupción a los electores, la otra matizará el mismo tema o los dos simultáneamente.
¿Lasso tendría los votos de Cynthia Viteri?
No hay un endoso automático de votación, por eso es que existe un 30% de electores que está en disputa para lo cual ambas candidaturas tienen que hacer el esfuerzo de capturar a esos votantes; el sentido común diría que es mejor hacer una campaña positiva y no negativa para poder acercarse a esa votación.
Paco Moncayo también ha dicho que no votaría por Moreno. ¿A quién beneficia?
La gente no vota ideológicamente en el Ecuador sino por expectativas y vota por candidatos que puedan generar emociones alrededor de temas como empleo, transparencia y oportunidades.
La derecha ya ha convergido, pero es minoritaria; sin embargo a la izquierda tradicional desde 1926, cuando se fundó el Partido Socialista, le encanta pelearse consigo misma, esa es una tradición de la izquierda que creo no va a cambiar en la segunda vuelta como para que pueda haber una reconciliación.