Las Farc finalizan la llegada a las zonas de desarme para iniciar su reinserción a la vida civil
Las Farc ya están en las zonas de concentración
Este sábado finalizó la movilización de las diferentes estructuras de las Farc a las Zonas Veredales y Puntos Transitorios de Normalización, con la llegada del último grupo de 300 integrantes a la vereda de Agua Bonita, en la Montañita, Caquetá.
El jefe de los Observadores Internacionales de la Misión de la ONU en Colombia y coordinador de Mecanismo de Monitoreo y Verificación, general Javier Antonio Pérez Aquino, aseguró que con el arribo de los integrantes de los frentes 3, 14 y 15 de las Farc, se han agrupado aproximadamente 6.900 hombres y mujeres.
La operación inició el pasado 28 de enero con el desplazamiento de las estructuras de las Farc desde las 36 zonas de preagrupamiento temporal hacia las 19 zonas y puntos de transición, recorrido que se aproxima a los 8700 kilómetros que fueron recorridos a pie, en vehículos y embarcaciones, con el acompañamiento de la MM&V y la Fuerza Pública.
“Esta actividad significó un gran esfuerzo logístico y operativo que se logró gracias a una estrecha coordinación del MM&V con las Farc, el Comando Estratégico de Transición, la Unidad de Policía Especial para la Paz y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, entre otras instancias. Aprovecho para felicitar cada uno de los participantes por su excelente trabajo, dijo.
Pérez Aquino reconoció que había falta de preparación en la mayoría de las zonas, pero calificó de positiva la decisión de las Farc de entrar allí en las condiciones en que se encontraban, ya que su presencia en estos lugares “reduce considerablemente las posibilidades de contacto armado”.
“Esperamos que esto oriente e impulse los trabajos en el proceso para la construcción de los campamentos en las diferentes zonas, a fin de crear las condiciones apropiadas para continuar con los procesos que llevarán a los integrantes de las Farc en su reincorporación a la vida social, económica y política del país”, dijo Pérez Aquino.
El jefe de la Misión explicó que a partir de las debidas condiciones logísticas en los campamentos será posible continuar el proceso de dejación de armas, cuya verificación será supervisada por la ONU en Colombia.
“Somos conscientes que para que este proceso sea efectivo se deben consolidar otros aspectos del Acuerdo Final como por ejemplo un adecuado apoyo logístico, las condiciones de seguridad jurídica, física y socioeconómica que permitirán su tránsito a la vida civil”, recalcó el jefe de la Misión.
Finalmente, exaltó que se ha dado un paso importante que confirma el gran compromiso y confianza que existe entre las partes. “Hoy día tenemos frente a nosotros el desafío de asegurar que este proceso siga avanzando, preservar y fortalecer la confianza entre las partes y de la sociedad frente al procesos para concretar la paz”.
“Un hecho histórico”
El presidente de la República, Juan Manuel Santos, calificó como un hecho histórico que las Farc se encuentren próximas a dejar las armas e iniciar su reinserción a la vida civil, al tiempo que agradeció a quienes hicieron posible las 36 operaciones para el traslado de los guerrilleros a las Zonas Veredales y Puntos Transitorios de Normalización.
Y es que precisamente en esos puntos, 26 en total, es donde los guerrilleros de las Farc comenzarán el proceso de dejación de armas y su preparación para ingresar a la vida civil, de acuerdo con las reglas que Gobierno y la guerrilla acordaron el 23 de junio de 2016 en La Habana, Cuba.
La movilización fue posible gracias a la planeación y el trabajo coordinado del Comando Estratégico de Transición y el Comando Conjunto de Monitoreo y Verificación (Fuerzas Militares); la Unidad Policial Especial para la Edificación de la Paz (Policía Nacional); la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y el Mecanismo de Monitoreo y Verificación.
Todo este proceso fue acompañado por la ONU, en cabeza del general Javier Pérez Aquino, con todas las garantías de seguridad no sólo para los que se movilizaban, sino también para la población civil.
Cien mil personas en total estuvieron detrás de estos líderes del Gobierno que hicieron posible que las Farc, antes por todo el país, ahora estén ubicadas en 19 Zonas veredales transitorias de normalización y 7 Puntos Transitorios de Normalización sin ningún incidente.
Retrasos en las zonas veredales inquietan a misión de ONU
Mientras con la llegada de los últimos 300 integrantes de las Farc a la vereda Agua Bonita, en La Montañita, Caquetá, totalizando así 6.9000, finalizaba la movilización de las estructuras de esa guerrilla a las Zonas Veredales y Puntos de Transitorios de Normalización, en el país, una carta de la misión de la ONU en Colombia, filtrada a medios de comunicación, entre ellos la agencia Efe, proponía que se replanteara el calendario de entrega de armas por retrasos en las construcciones de las zonas de reunión en las que los guerrilleros deben desmovilizarse.
En la misiva, el jefe de la misión, Jean Arnault, detalla que, de acuerdo con información de la ONU, el proceso de construcción de los campamentos y los sitios monitoreados por la Misión donde estará gradualmente almacenado el armamento, solo se terminaría a finales de marzo, pese a que algunos podían concluir antes.
“¿Estarían de acuerdo las partes con recalendarizar el inicio de la recepción escalonada por la misión del armamento hasta esa fecha?, ¿O estarían dispuestas a considerar otras opciones de entrega gradual?”, pregunta Arnault en la carta.
Y es que el acuerdo de paz firmado por el Gobierno y las Farc establece un plazo de 180 días, que comenzó el pasado 1 de diciembre y debe concluir el 1 de junio, para la dejación de armas y desmovilización de esa guerrilla. No obstante, según le aclararon fuentes de la ONU a Efe, la sugerencia del jefe de la misión no significa modificar ese plazo, sino que en caso de hacerse, se contemplaría dentro de ese periodo ya contemplado.
Dudas sobre la organización
La petición de ONU despierta inquietudes sobre la preparación del Gobierno. “Esto es producto de una logística para la que el Gobierno no se alistó, aunque era un punto esencial de su gestión”, apunta Carlos Arévalo, director de la maestría en Derecho Internacional de la Universidad de La Sabana, para quien la sugerencia de la ONU puede eventualmente golpear la popularidad de Juan Manuel Santos, sobre todo si el argumento de un cambio en el calendario es la falta de organización.
Aunque Arévalo espera que este no sea un frío arranque del posconflicto, ya que lo que viene (Jurisdicción Especial para la Paz y amnistía) necesita fluir muy bien, la posición de la ONU le parece válida, en la medida en que ellos son encargados de garantizar la verificación de los procesos, y si consideran que el punto más importante de esta fase, que es la entrega de armas, no tiene condiciones, “habrá que escucharlos”.
Si bien Jorge Giraldo, decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad Eafit y experto en conflicto, comparte la idea de que el Gobierno ha sido “lento e ineficiente” en ese a la hora de preparar las condiciones de las zonas veredales, no tiene certeza de si estas son imprescindibles para iniciar el desarme.
Para él, visto que la mayoría de integrantes de las Farc están encampamentados, y que el proceso de desarme es transitorio, no es claro si es tan urgente que los guerrilleros estén en condiciones mejores a las que estuvieron en la guerra para que se pueda dar la entrega. “Ahí hay que dejar un interrogante. Una cosa es lo que dice el acuerdo, y otra que la desmovilización no se pueda dar sin que el 100 % de condiciones estén materializadas”, cuestiona el decano.