Argentina: organizaciones sociales marcharon a ocho años de la emblemática desaparición y asesinato de un joven a manos de la policía
A ocho años de la desaparición y muerte de Luciano Arruga, se realizó una marcha para pedir justicia
A ocho años de la desaparición de Luciano Arruga, se realizó el sábado una multitudinaria marcha contra la violencia institucional y para pedir justicia por la muerte del joven de 16 años, quien fuera asesinado a manos de la policía de Lomas del Mirador en 2009.
La convocatoria reunió a diferentes agrupaciones sociales, sindicales, políticas y de derechos humanos, a tres días de que se cumpla un nuevo aniversario del 31 de enero de 2009, fecha en que fue visto con vida por última vez.
La manifestación se inició con una concentración en avenida General Paz y Mosconi, desde donde marcharon hasta el barrio 12 de Octubre, en Lomas de Mirador, partido de La Matanza.
«Lo mató la policía, lo desapareció el Estado, lo encontramos luchando. No es violencia institucional, es represión estatal», fue la consigna elegida para la marcha, que contó con familiares de Luciano y de otras víctimas de la acción policial ilegal.
Al mediodía de este sábado, la organización villera La Poderosa realizó un torneo en plena Avenida Del Libertador, en reclamo de justicia por la muerte del adolescente, visto por última vez hace ocho años en Lomas del Mirador y hallado, en 2014, enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita.
Qué determinó la autopsia que le realizaron a Luciano Arruga en 2009
Los militantes de la organización se congregaron frente a la ex ESMA y cortaron el tránsito a las 12.30 para colocar doce arcos sobre el asfalto de la avenida Del Libertador.
Seis improvisadas canchas se extendieron desde la esquina de la avenida y Comodoro Rivadavia hasta unos metros antes de la entrada de la ex ESMA, en Del Libertador y Correa.
«Venimos a manifestar nuestro derecho a saber lo que pasó, a reclamar que avance la investigación, ya que hasta ahora no hay responsables ni procesados», dijo Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga, quien sufrió ataques personales por su búsqueda de justicia.
Hoy Marchamos en Lomas del Mirador 17 hs. Colectora d Gral.Paz y Mosconi. a 8 años d la Muerte y Desaparición d Luciano, No Olvidamos! https://t.co/LO0XeWraQc
— #FUE LA POLICIA (@VanesaOrieta) January 28, 2017
La joven pidió que la investigación «llegue más allá de los autores materiales, que identifique a los bpolíticos y judiciales» involucrados en el caso.
En septiembre de 2008, Luciano Arruga fue «brutalmente torturado durante diez horas en la cocina del entonces destacamento de Lomas del Mirador» según consta en el expediente judicial que condenó a un policía por ese hecho. Su madre y su hermana escucharon cómo rogaba que lo sacaran de allí porque lo estaban golpeando.
El 31 de enero de 2009, a la madrugada, Mónica Alegre y Vanesa Orieta, la madre y la hermana de Arruga (16), comenzaron a buscarlo por hospitales, morgues y comisarías sin éxito y el cadáver del joven fue hallado recién el 17 de octubre de 2014, enterrado como NN en el cementerio de Chacarita.
Una investigación determinó que Luciano cruzó esa madrugada corriendo la avenida General Paz, a la altura de Mosconi, y fue atropellado por un auto, por lo cual lo derivaron al hospital Santojanni, donde falleció, y luego a la morgue, porque supuestamente nadie reclamó su cuerpo.
Sin embargo, su familia había concurrido al centro de salud y la principal sospecha es que el joven fue arrollado porque mientras era perseguido por policías de Lomas del Mirador, que ya lo habían detenido varias veces porque se negaba a robar para ellos.
El 15 mayo de 2015, el policía Julio Torales fue condenado a diez años de prisión por torturar a Arruga, en un fallo unánime del Tribunal Oral en lo Criminal 3 de La Matanza, que lo consideró coautor de «torturas».
Para los jueces Diana Volpicina, Gustavo Navarrine y Liliana Logroño quedó acreditado que el 22 de septiembre de 2008, entre las 11 y las 19, Arruga estuvo alojado en el sector de la cocina del destacamento de Lomas del Mirador, tras haber sido detenido como sospechoso de un robo y allí fue torturado a golpes «con un elemento duro o romo» por Torales, mientras otro policía lo sostenía.