Gobernador electo presentará un plan a la Junta de Control Fiscal impuesta por EEUU
Rosselló revela su fórmula fiscal
El plan fiscal que presentará el gobernador electo a la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) será uno que proporcione acceso a liquidez a corto plazo, reduzca gastos, haga un cambio estructural gubernamental y contemple los fondos federales actuales, adelantó ayer el gobernador electo Ricardo Rosselló.
Precisó que una vez asuma el cargo en propiedad, el 2 de enero, establecerá lo que denominó como un “nuevo gobierno”.
Igualmente, Rosselló advirtió que, de aprobarse en la sesión extraordinaria en curso una medida que impacte de manera “nefasta” las finanzas del gobierno, no vacilará en derogarla.
Las expresiones de Rosselló surgen luego que la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), por conducto de su presidente José Carrión, rechazara el viernes el plan fiscal presentado en octubre pasado por el gobernador saliente, Alejandro García Padilla. Además, El Nuevo Día reseñó que el Tesoro federal confirmó que desde hace más de un año el gobierno no tiene efectivo y el déficit podría sobrepasar los $5,000 millones.
Por su parte, García Padilla determinó que no entregaría un documento revisado a la JSF. Argumentó que no implementará más medidas de austeridad.
Así las cosas, Rosselló dijo -luego de dar una breve alocución al comienzo de las vistas de transición- que “lo que hay que hacer es establecer un nuevo gobierno”.
“Vamos a presentar y a discutir con la Junta medidas que nos permitan reducir el gasto en el gobierno y establecer un plan de desarrollo económico para Puerto Rico. Nuestro plan fiscal es vinculando lo que es el desarrollo fiscal con el desarrollo económico de Puerto Rico. No podemos irnos por la ruta fácil. De hecho, he establecido la propuesta”, aseveró.
“Vamos a empezar a reducir lo que va a ser el presupuesto, aunque a nosotros nos toca (verlo) a mediados del 2017, lo vamos a trabajar de antemano por la emergencia”, agregó.
El gobernador electo recordó que uno de sus principales señalamientos durante la campaña fue la necesidad de atender “el problema estructural del gobierno”, por lo que aseguró que implementará cambios en sus primeros días al mando para reducir gastos.
“Hay distintas estrategias que estamos contemplando. Una de ellas es ver si tenemos acceso a los mercados nuevamente”, abundó Rosselló.
Aseguró que su gobierno hará “lo opuesto que ha hecho esta administración” y “atenderemos el problema estructural de este gobierno, modernizándolo”.
A preguntas de la prensa, Rosselló no fue categórico en decir si entre los mecanismos que usará figuran medidas adicionales de austeridad. Durante la contienda electoral, Rosselló dijo, y lo reiteró tras prevalecer en las elecciones y reunirse con García Padilla, que toda transacción gubernamental o laboral que se haya hecho posterior a PROMESA que sea ilegal o atente contra las finanzas del gobierno sería revertida.
“La austeridad ya la ha comenzado el gobernador. Lo que hay que hacer es establecer un nuevo gobierno”, dijo.
Al rechazar el plan fiscal de García Padilla, la JSF pidió un documento que no cuente con fondos federales, que sustituyan el Obamacare o los que habrían si se logra otro acuerdo con el Servicio de Rentas Internas federal para que den un crédito a las empresas foráneas por lo que pagan en la Isla gracias al arbitrio del 4%. Esta es la Ley 154 que vence en diciembre de 2017.
Rosselló se distanció de ese panorama. Dijo que lo prudente es que el gobierno, junto con la comisionada residente en Washington electa, Jenniffer González, le demuestre al Congreso la necesidad que tiene Puerto Rico de mantener esos fondos.
“Lo que ellos dicen (la JSF) es que no se pueden contemplar fondos federales adicionales. Obviamente en la medida en que nosotros podamos demostrar que hay una necesidad, ya históricamente se ha trabajado con la Junta de Control Fiscal en Washington (cuando tuvo que encarar su reestructuración de la deuda,) pues se tendrá que tomar en consideración la necesidad de esos fondos federales para poder adelantar nuestra economía”, precisó Rosselló. “Ya nosotros ahí podemos adelantar de que Puerto Rico -solamente con instrumentos fiscales, sin instrumentos de desarrollo económico y sin trato igual como estado- no va a tener esa oportunidad de progreso. Ahora se está discutiendo Obamacare. La paridad va a ser esencial. Le garantizo que mi equipo de trabajo va a estar en Washington luchando para que tengamos todos esos instrumentos de igualdad, de paridad”, abundó.
Podría entregar otro plan
De acuerdo con la Ley federal PROMESA que viabilizó la JSF, el nuevo gobernador formará parte de la junta tan pronto juramente. Rosselló aseguró que se ha mantenido en comunicación con la JSF y espera que el nuevo ente a cargo de las finanzas de Puerto Rico presente “los pilares”. “Y como siempre he dicho, estoy disponible, dispuesto para presentar nuestra política pública”, sostuvo.
Ahora bien, el presidente del comité de transición de Rosselló, Elías Sánchez, aclaró que tras asumir el cargo el 2 de enero, el gobernador entrante tiene hasta el 15 de enero para entregar un plan fiscal, si decide hacerlo. Dijo que esperan por las acciones de la JSF para determinar qué hacer. Pero de inmediato, sostuvo Sánchez, están “contra la pared” y en espera de la información “certera” que supla el gobierno saliente.
El gobernador electo no puede enviar desde ya su plan fiscal a la JSF. “El gobierno entrante -durante el proceso de transición- se supone que va a poder adquirir información adecuada para eventualmente preparar un plan fiscal”, dijo el economista Ramón Cao.
A tono con la información que ha trascendido, Rosselló acusó ayer a la administración saliente de actuar de “mala fe” al argumentar que supuestamente actúa en favor de los pensionados, el trabajador y los contribuyentes.
“Este gobernador se ha dedicado a decir que esto es por el pago a los bonistas y por eso es la batalla. La realidad es que si estamos en $6,000 millones en déficit, esa situación es producto de lo siguiente: un gobierno que se ha negado a hacer cambios estructurales. Se ha financiado ese fracaso, no con los acreedores, se ha financiado con el dinero del pueblo, con el dinero del Sistema de Retiro, con el dinero de los proveedores del gobierno y eso demuestra que este gobierno lo que ha decidido hacer es mantener una mala administración”, sentenció Rosselló.
Se mostró confiado en que la precariedad del gobierno no sea impedimento para poner en marcha el llamado “Plan para Puerto Rico” que propuso durante la contienda electoral. “Nosotros anticipamos eso. Lo que nunca anticipamos -hasta ver los informes, claro como lo dicen- es que la estrategia era dejar las cosas igual, que todo el mundo sabe que no se puede hacer y para provocar eso quitarle el dinero al Sistema de Retiro, al contribuyente y al no pagar a los proveedores como estrategia explícita. Y para mí eso denota que había una mala fe”, reiteró.