El futuro de Colombia – Por Agencia de noticias Nueva Colombia

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

La muerte alevosa de dos guerrilleros de las FARC-EP que se desplazaban desprevenidamente a los sitios de concentración pactados y acordados con el Estado colombiano; ocurrida el 16.11.2016 en el sur del departamento de Bolívar a manos de francotiradores del Ejército de Colombia, muestra no solo la fragilidad a la que se ha llevado el acuerdo de Cartagena y a la que se refiere el doctor de la Calle, sino al giro impredecible que la elección del magnate estadounidense Trump ha impuesto dentro de sus cipayos gobernante en Colombia .

El Plan militarista del Comando Sur del USArmy de desarmar y neutralizar la guerrilla colombiana, para poder más fácilmente inducir con la oposición antichavista la guerra civil en Venezuela para derrocar al presidente Maduro, y que tantas veces ha denunciado la prensa alternativa del continente entre ellos ANNCOL, ha quedado finalmente aclarada:

Lo demuestran en este momento, las muertes de los guerrilleros mencionada, violando no solo los acuerdos de la Habana como también la violación criminal de la Convención de Ginebra, así como la terca arremetida golpista de la llamada “oposición venezolana” a pesar de unos supuestos diálogos conciliatorios. A lo que se le debe sumar el pacto Santos-Uribe para alargar indefinidamente la implementación de los acuerdos de Cartagena, así como la sospechosa y oculta desidia e inactividad, que ahora se ha venido a conocer, del gobierno Santista para dejar ganar a los partidarios del NO en el plebiscito del 2 de octubre pasado y así generar la indefinición que estamos viendo en la implementación del Acuerdo firmado solemnemente en Cartagena el 26 de septiembre 2016.

A nadie sorprendió el trino de “alerta” de Uribe Vélez, una vez se supo el triunfo presidencial de Trump: “Felicitaciones Presidente Trump; el narcoterrorismo y la tiranía de Venezuela son los grandes enemigos de nuestra democracia: Uribe”

Lo que si sorprende es la terquedad en no reconocer la ligazón intima que Uribe Vélez hace de los DOS fenómenos enemigos de “nuestra democracia” y la síntesis escueta con que se los presenta al nuevo mandatario americano. También la ceguera para ver de las implicaciones, en un corto plazo, que la consigna de Uribe Vélez va a tener dentro de los amigos que tiene el ex presidente colombiano en la cúpula dirigente del partido republicano de los EEUU cercana a Trump, empeñado en voltear patas arriba lo realizado por Obama.

A todo esto, hay que agregar una nueva y repentina realidad todavía más inquietante: la reactivación metastásica del cáncer de próstata, del cual fue operado hace 4 años el Presidente Santos, cuya localización exacta se está diagnosticando en estos momentos en EEUU y que muy probablemente implique para prolongar prudencialmente su vida, el tratamiento drástico de una castración química, así como otros potentes tratamientos engorrosos.

Tenemos entonces en el timón del Estado colombiano, un presidente en funciones pero con serias amenazas en su salud, y en su reemplazo, un vicepresidente también operado de un cáncer cerebral y en tratamiento de sus secuelas post operatorias con potentes drogas anti epilépticas y tranquilizantes, quien no ofrece garantía a nadie en una pronta y posible sucesión.

Mientras que el ex presidente Uribe Vélez conociendo estos dos diagnósticos y sabiéndose único en la escena por venir, profundiza su trabajo organizativo, político e ideológico, y reorganiza sus poderes facticos, como por ejemplo los que atacaron y mataron a los guerrilleros que se desplazaban a sus sitios de concentración en el sur de Bolívar, y continúa aupando a la llamada oposición antichavista. Todo con el fin de conformar una fuerza política o partido que contando con el apoyo de Trump, sin duda ganará las próximas elecciones presidenciales en Colombia.

Así que ya no se trata de presentar el futuro de Colombia como optimista o pesimista, sino de basar el análisis de la situación por la que se atraviesa, valorando los múltiples hechos reales y concretos y que la realidad nos está poniendo brutalmente frente a los ojos.

Agencia de noticias Nueva Colombia

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