Argentina: el cura villero Pepe Di Paola analiza el avance del narcotráfico

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La mexicanización de la Argentina por el cura villero «Pepe» Di Paola

El referente de los curas villeros argentinos hoy en la villa La Cárcova del partido de San Martín, provincia de Buenos Aires, José «Pepe» Di Paola avaló este martes los dichos del papa Francisco sobre la «mexicanización» de la Argentina en relación al avance del narcotráfico y sostuvo que «quienes se rasgaban las vestiduras» por esa palabra «hicieron muy poco para reprimir el narcotráfico y generar lugares de asistencia para las víctimas».

«Hace un tiempo atrás se hablaba de la mexicanización y salían todos los que se rasgan las vestiduras, porque mas bien dicen lo políticamente correcto, pero nunca van a la verdad y salieron a hablar mal del papa Francisco. Y de pronto estos tipos que hablaron durante mucho tiempo se tienen que hacer responsables que hicieron muy poco para reprimir el narcotráfico y generar lugares de asistencia para las víctimas», precisó el padre «Pepe» en declaraciones al programa «La Verdad Concreta» que conduce el legislador porteño de Bien Común, Gustavo Vera por radio online Conexión Abierta.

Di Paola sostuvo que «realmente es un Estado ausente y en algunos casos ha sido cómplice, afín a esto», al tiempo que indicó que «por otro lado hay un montón de gente trabajando en la soledad cuando tendría que ser política de Estado y de trabajado organizado con la comunidad».

«A veces la hipocresía de algunas personas en la sociedad argentina es increíble. Hasta tuvieron que pedir disculpas por la palabra México. La gente vive este problema en forma angustiante porque su familia, su hijo está metido en esto, mientras el mundo de la hipocresía, que está en Argentina, en México y en todos lados, se siente ofendido cuando deberían cambiar la realidad y que eso sea un llamado de atención», advirtió el párroco referente en la asistencia a los consumidores de drogas a través de los llamafos Hogares de Cristo que empezaron hace casi una década en la Villa 21/24 en Barracas y hoy se multiplican en la Ciudad y el Conurbano.

«Pepe» se mostró sorprendido por cómo creció el narcotráfico «en todos lados» y sostuvo que cuando hacen «los encuentros anuales, que son dos en total, vienen delegados de todas las Diócesis del interior y es increíble que el representante de un pueblo pequeño vaya contando las dificultades con las que cuentan, cuando antes esos lugares eran de paso y hoy están presentes y no saben qué hacer».

También indicó que «a veces el Estado peca de arrogante» y remarcó que «la propuesta que llevan adelante» los curas villeros para tratar y recuperar a los jóvenes adictos «es con la comunidad en el centro».

«Esas son las diferencias en las que el Estado puede poner recursos en eso. Si el Estado estuviera de manera inteligente presente, sería mejor. Una comunidad bien organizada puede lograr una muy buena transformación en un barrio», evaluó.

Además, negó que «el crimen mafioso» del cura Viroche pueda atemorizar y cambiar la lucha que los curas villeros llevan adelante día a día.

«Vamos a seguir trabajando igual que antes y sabemos que tenemos un trabajo claro y preciso que es con la prevención y la recuperación. Lo tenemos que seguir sosteniendo porque es la esperanza de muchos y es la única forma de transformar los lugares de marginalidad en la que nos movemos, porque eso no es solo la pobreza. Yo estuve en Santiago del Estero y recuerdo haber vivido situaciones de mayor pobreza, porque la gente no tiene ni electricidad, ni agua, ni cloaca», precisó Di Paola.

En ese sentido, explicó que los barrios en los que trabajan los curas villeros «están atravesados por la marginalidad, la naturalizacion del delito, del consumo y de esas cosas».

«Por eso debemos hacer un trabajo mucho más complejo y tenemos que ser más constantes. Esa tarea es la que estamos tratando de afianzar desde hace tiempo», concluyó.

Por el crimen del cura Juan Viroche en Tucumán, Di Paola explicó que son «solidarios» con lo que le ocurrió al sacerdote, porque «toda su vida y en sus últimos tiempos ha trabajado mucho en cuanto al crimen organizado en Tucumán y eso le costó la vida».

«No podemos mirar para otro lado. es algo que venimos trabajando también en nuestros barrios. Muchas veces pasa como en el caso de Juan que quedan solos en la primera línea y muchos funcionarios y responsables en la sociedad miran para otro lado en lugar de ayudar y comprometerse con personas como Juan», señaló.

«Pepe» reveló que conoció a Viroche «en una reunión», pero aclaró que como él hay «varios sacerdotes que trabajan en la prevención y la recuperación de muchos chicos desde hace tiempo».

«La región del NOA está viendo con preocupación el tema de las drogas. Cuando yo estaba en Santiago del Estero eran muchos los curas, y las religiosas y los laicos que querían hacer algo y algunos ya lo estaban haciendo. Realmente es un tema que inquieta y muchos están buscando respuestas desde las parroquias», aseguró.

Di Paola, de estrecha relación con el Sumo Ponitifice, consideró que en 2018 visitará la Argentina y contó que durante la última visita que le hizo le comentó «que el pueblo lo está esperando».

«Viajé este año, lo vi, tomé mate con él. Pensé que venía el año que viene, pero él sabe. Creo que vendrá en 2018 si Dios quiere. Cuando me reuní con él rememoramos viejas épocas. Uno va recordando cosas viejas, se ríe. Sí le dije que es importante que venga porque el pueblo lo está esperando», reveló.

SOBRE VENEZUELA Y BRASIL

Además, «Pepe» prosiguió: «Él sabe eso, pero ahora tiene un tablero mucho más grande. Fijate que le salió lo de Venezuela (la reunión sorpresiva que mantuvo el lunes con el presidente de ese país, Nicolás Maduro) para hallar la paz».

«Sabemos que hay otros que no lo quieren, por ejemplo el boicot en el acuerdo de paz en Colombia, donde partidos de algunas iglesias fundamentalistas y evangélicas le hicieron la contra. Hay muchas cosas que pasan en América Latina que son inducidas por alguien y con otros poderes», precisó.

Di Paola afirmó que hay una campaña en contra del papa Francisco «que se van dando en distintos lados» y citó como ejemplo la salida de la presidente de Brasil Dilma Rousseff.

«En Brasil es claro que la Iglesia Universal tiene diputados -si nosotros tuviéramos diputados sería un escándalo- que han volteado a una presidenta que fue elegida por el pueblo. Un cambio que le permite a ellos en 30 días tener el dinero para presentarse de candidato», evaluó.

El padre «Pepe» sostuvo que «hay que ver cómo se va mostrando la realidad en distintos puntos de América Latina, en forma simultánea» y añadió que «tiene que ver con esto de boicotear algo que era una necesidad para la gente para vivir bien».

«Ojalá que Dios bendiga lo que pasa en Venezuela para que haya paz y una salida democrática. Porque la que pierde siempre es la gente, los analistas siempre están lejos», precisó.

Respecto a lo que en su momento afectó más a Francisco, el sacerdote contó que mientras él estuvo en el Vaticano vio que «el Papa estaba muy shockeado por lo que pasaba en Siria».

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