Argentina: presentan un triunvirato para unificar la Confederación General del Trabajo

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La Confederación General del Trabajo concretará hoy su unificación. El congreso normalizador aprobará la fusión de la mayor parte de los sindicatos justicialistas, mediante la designación de un triunvirato que integrarán Héctor Daer, Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid. El macrista Gerónimo “Momo” Venegas ya anunció que impugnará el acto y el Movimiento Acción Sindical Argentino (MASA), que encabeza el taxista Omar Viviani, tampoco participará, aunque hasta último momento estará abierto el cierre de la lista. La Corriente Federal de Trabajadores que propone al bancario Sergio Palazzo insiste con la apertura de la cúpula para una mayor representación de los espacios sindicales.

“No se puede decir que la lista está completa, porque aun faltan llenar algunos casilleros y las conversaciones continuarán, incluso llegarán hasta el lunes (por hoy) a primera hora”, señalaban anoche las fuentes sindicales consultadas sobre el cierre de las negociaciones. Después de muchos años de divisiones, el sindicalismo justicialista tomó el camino de la unidad ante un nuevo escenario político en el que el salario de los trabajadores fue raleado por la inflación, el tarifazo y las paritarias por debajo de las estimaciones económicas. “Tenemos a casi todos adentro. Creemos que va a ser una conducción representativa de la mayoría de los trabajadores argentinos”, aseguró un dirigente sindical de la CGT Alsina que hasta hoy conduce el metalúrgico Antonio Caló.

El proceso para llegar a la fusión de las distintas CGT fue largo y lleno de dificultades. Durante los 90, el camionero Hugo Moyano se enfrentó a las políticas impulsadas por Carlos Menem desde la Presidencia y creo el Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA). La irrupción del kirchnerismo provocó la unidad de las distintas facciones, que acordaron en un primer momento una conducción colegiada representada en un triunvirato, tal y como se plantea para la elección de hoy, que tendrá lugar en Obras Sanitarias. Pero el espacio liderado por el gastronómico Luis Barrionuevo fue una de las primeras escisiones de la central obrera, después de haber sido uno de los pilares sindicales del menemismo, gobierno que siguió los influjos del neoliberalismo en nombre del justicialismo. La impronta política e ideológica del kirchnerismo determinó un enfrentamiento natural y desembocó en la salida del gastronómico y la creación de su propio sello, la CGT Azul y Blanca.

Después fue Moyano quien se enemistó con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y forzó su candidatura a pesar de la negativa de gran parte de los dirigentes gremiales. Así se conformó el escenario sindical con tres agrupamientos: la CGT Azul y Blanca de Barrionuevo, la CGT Azopardo de Moyano y la CGT oficial, reconocida por el Ministerio de Trabajo, bajo el liderazgo de Antonio Caló.

En un primer momento, la victoria del macrismo en las elecciones de diciembre pasado llevó hacia un mismo cauce a los principales espacios políticos gremiales. Por un lado, a quienes entendieron que las políticas del gobierno de Cambiemos debilitan a los trabajadores y al movimiento sindical; por otro a los que quieren negociar con el Gobierno y mantener su cuota de poder; e inicialmente, también a los que se quieren quedar con la representación sindical para el Gobierno, posición hoy minoritaria, encabezada por el ruralista Gerónimo Venegas, quien hoy objeta el triunvirato acordado por los demás sectores.

El acuerdo al que llegaron las principales facciones cegetistas implica el reparto de los tres cargos máximos de conducción. La CGT de Moyano impulsa a Juan Carlos Schmid, dirigente de la Federación Marítima Portuaria. Junto a él estarán el estacionero Carlos Acuña, delfín de Barrionuevo, y de parte de la CGT oficial, aunque no de todos los espacios que la integran, el dirigente de Sanidad y diputado del Frente Renovador Héctor Daer.

El acuerdo se terminó de sellar en la noche del viernes, en un encuentro en UPCN donde se definió “más del 80 por ciento de los cargos en la lista”, confió a Página/12 uno de los dirigentes involucrados en la negociación. La cúpula estará compuesta por 34 cargos en los que ya están definidos casi todos los nombres. “El resto está por resolverse en las próximas horas. Estamos a la espera de ver qué nos responden los compañeros”, agregó el sindicalista.

Venegas ya anunció que se presentará ante la Justicia para impugnar el congreso que se realizará hoy por no cumplir con los tiempos previstos y, además, por “no cumplir con el estatuto”, que indica que se debe elegir a un solo secretario general. Los dirigentes que consensuaron el triunvirato estiman que sus pocas chances de llegar a conducir en nombre del macrismo la CGT lo obligan a ponerse fuera de la central obrera.

El MASA anticipó que no participará del congreso, mientras la Corriente Federal de Trabajadores –que integran los bancarios, la Federación Gráfica y una parte de la Unión Obrera Metalúrgica, entre más de cuarenta gremios y seccionales de todo el país– defiende las políticas desplegadas en los últimos doce años que favorecieron a los trabajadores y promueve un programa que contenga un plan de lucha para enfrentar al macrismo. “Planteamos que la CGT debe hacer un paro, pero que además debe estar inmersa en un plan de defensa de los derechos de los trabajadores que enfrente las políticas del gobierno nacional, que dañan sensiblemente el bolsillo y la vida de los laburantes”, dijo a este diario un dirigente que integra el espacio gremial combativo. Reclamaron integrar la cúpula de la CGT “ampliando la cantidad de gente, porque sabemos que no es representativo de todo el movimiento obrero el triunvirato que está pensado hasta el momento”. No obstante, los sindicalistas de este sector adelantaron que no dejarán la CGT en caso de no lograr un acuerdo con los demás espacios.

Página 12

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