Puerto Rico: García Padilla intenta en EEUU presionar al Senado para que apruebe ayuda para la isla

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El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, mantuvo hoy algunas reuniones en Washington para tratar de favorecer que el Senado federal apruebe antes del 1 de julio el proyecto de Ley que permitirá la reestructuración de la deuda de la isla.

Según detalló ayer la Fortaleza (sede del Ejecutivo boricua) en un comunicado, García Padilla se reunió con el senador Cory Booker, del estado de Nueva Jersey, para discutir sobre «asuntos medulares a la situación fiscal por la que atraviesa Puerto Rico» y la necesidad que tiene de reestructurar su deuda pública.

Igualmente, instó a otros senadores a «atender con diligencia» el proyecto bautizado por el acrónimo de «Promesa», que además de establecer un mecanismo parecido al contemplado en la Ley federal de Quiebras -de la que Puerto Rico fue excluida en 1984-, impone la supervisión del Gobierno boricua por una junta federal de control fiscal.

En el encuentro con Booker, el primer ejecutivo puertorriqueño destacó «la urgencia con la que se deben atender los profundos problemas fiscales que confronta (Puerto Rico),producto de décadas de malas políticas económicas».

Asimismo, enfatizó la carencia de herramientas legales que impide a este Estado Libre Asociado a EE.UU. atender los problemas de liquidez del Gobierno -que le han llevado a dejar de pagar la deuda- y avanzar hacia la recuperación económica.

«Actualmente, Puerto Rico no está cobijado por la Ley de Quiebra federal, por lo que no cuenta con herramientas de reestructuración y protecciones que le faciliten un alivio y su posterior recuperación económica», recordó la Fortaleza en un comunicado.

Explicó que la pieza legislativa conocida como «Promesa» facilitaría el proceso de negociación con los acreedores y «permitiría hacerle frente a la emergencia fiscal y asegurar un futuro próspero para la isla».

García Padilla también se reunió hoy con Antonio Weiss, uno de los principales asesores del secretario del Departamento del Tesoro de EE.UU., Jack Lew, con el que la Administración puertorriqueña mantiene una estrecha relación de colaboración.

El mandatario puertorriqueño seguirá en Washington durante los próximos días para tratar de presionar a otros integrantes del Senado a que aprueben cuanto antes «Promesa», un texto que ya cuenta con el visto bueno de la Cámara federal de Representantes.

Su objetivo es que esa pieza legislativa esté aprobada antes del 1 de julio, cuando llegarán nuevos vencimientos de deuda por un valor cercano a los 2.000 millones de dólares, de los que 700 millones corresponden a Obligaciones Generales (GO’s).

Las GO’s son un tipo de deuda que está garantizada por la Constitución de Puerto Rico, en la que se establece que su pago ha de tener prioridad ante cualquier otro gasto público al que deba hacer frente el Gobierno de la isla.

El martes un grupo de titulares de GO’s demandó al Gobierno de Puerto Rico en Nueva York después de que las negociaciones que ambas partes mantienen desde hace meses se vieran interrumpidas ante la lejanía de sus respectivos reclamos.

«El gobernador ha violado deliberadamente la primera prioridad garantizada a los tenedores de bonos de GO’s por la Constitución de Puerto Rico», explicó Mark Stancil, abogado de los demandantes en un comunicado.

Además, añadió, «ha infringido protecciones constitucionales federales centenarias de derechos de propiedad y contractuales».

Tras enumerar la infinidad de medidas que el Gobierno de Puerto Rico ha puesto en marcha para tratar de paliar la crisis y los esfuerzos asumidos por la sociedad puertorriqueña, García Padilla expresó el martes su deseo de que los acreedores «comprendan que les toca a ellos poner de su parte y estar dispuestos a hacer sus propios sacrificios».

«Comenzamos las conversaciones con nuestros acreedores con un Plan de Crecimiento Económico y Fiscal para Puerto Rico que involucró sacrificios adicionales de parte de los residentes del país, al igual que nueva inversión en su futuro», recordó.

Además, «discutimos con ellos las diferentes formas en que juntos podíamos buscar una solución sostenible a largo plazo para la crisis».

«Durante los últimos nueve meses, nuestros asesores tuvieron una serie de reuniones y numerosas conversaciones con nuestros acreedores y sus asesores. Hicimos varias propuestas y posteriormente revisamos de buena fe las suyas, siempre tomando en cuenta sus comentarios y recomendaciones», añadió.

Sin embargo, «hasta el momento,su conjunto de contrapropuestas no están a la altura de lo que Puerto Rico necesita para asegurar un futuro próspero», aseguró, para a continuación enfatizar que ante esta falta de acuerdo es más urgente que nunca la aprobación de «Promesa» en Washington.

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