Costa Rica pide a EEUU ante la OEA el fin de la ley que promueve la inmigración de cubanos
El Gobierno de Costa Rica pidió ayer a EEUU en la Organización de Estados Americanos (OEA) el fin de la Ley de Ajuste Cubano, que facilita a los cubanos conseguir la residencia en Estados Unidos y que Costa Rica considera responsable de la ola de inmigrantes que afecta a Centroamérica.
“Concurro a este foro para hacer un llamado respetuoso al Gobierno de EEUU para que promueva las acciones administrativas que están a su alcance para dejar sin vigencia esta normativa que responde a políticas de hace medio siglo y que hoy no se justifica”, dijo hoy el canciller costarricense, Manuel González.
González acudió a la OEA, con sede en Washington, para exponer la crisis que atraviesa actualmente Costa Rica, junto a Panamá, por la gran llegada de inmigrantes cubanos y africanos indocumentados, que buscan llegar a Estados Unidos a través de Centroamérica y México.
En los últimos meses, se ha producido un incremento de la inmigración a EEUU a través de Centroamérica de ciudadanos cubanos, que temen que el restablecimiento de las relaciones entre EE.UU. y Cuba provoque la eliminación de la Ley de Ajuste Cubano y la política de “pies secos/pies mojados”.
En concreto, la Ley de Ajuste Cubano, vigente desde 1966, y la política de “pies secos/pies mojados” privilegian a los cubanos que logran tocar territorio estadounidense, que pueden solicitar la residencia permanente un año después; mientras que los interceptados en el mar son devueltos a la isla.
“Sería una señal de compromiso con los países de la región que se adopten decisiones claras y que ese tipo de normas que hoy, en la práctica, facilitan el tráfico de personas sean derogadas con celeridad”, insistió el canciller costarricense durante su intervención.
Actualmente en Panamá hay 3.500 cubanos y en Costa Rica la cifra de migrantes extracontinentales, africanos y asiáticos, se ha elevado de 600 a 700, según dijo hoy González.
La crisis de inmigrantes cubanos estalló en Centroamérica después de que en noviembre pasado Nicaragua cerrara su frontera a miles de cubanos en tránsito hacia EEUU alegando razones de seguridad y haciendo que Panamá y Costa Rica tuvieran que atender a los inmigrantes que no podrían seguir hacia Estados Unidos.
En ese momento, unos 8.000 isleños se acumularon en Costa Rica, que también cerró su frontera, a mediados de diciembre, al afirmar que ya no tenía capacidad para recibir a los migrantes irregulares.
Entre enero y marzo pasado, gracias a un operativo especial que involucró a México, Guatemala y El Salvador, poco más de 6.000 cubanos que estaban varados en Panamá y Costa Rica fueron traslados a suelo mexicano, desde donde siguieron por tierra su viaje a EEUU.
Pero lejos de cesar, la llegada de cubanos continúa y, en las últimas dos semanas, han llegado cientos de migrantes asiáticos y africanos que no poseen ningún tipo de documentación por lo que Costa Rica tienen difícil identificarlos para deportarles a sus países de origen o a algún tercer país que les reciba.
Estos inmigrantes, llamados extracontinentales, se encuentran ahora varados en territorio costarricense junto a la frontera con Panamá, a la espera de que las autoridades les permitan seguir su ruta hacia EEUU.
“El riesgo es real, hay un mayor número de inmigrantes extracontinentales. Podríamos hablar hasta de 9.000 personas que ya están en ruta, es claro que no a todos los que transitan irregularmente los podemos detectar y atender. Las mafias siguen aprovechándose de esas personas”, alertó González.
Por eso, el canciller costarricense pidió a los países del continente y a la propia OEA que actúen para que se dé una respuesta coordinada a los flujos migratorios y para que el organismo hemisférico sirva “como foro político para abordar desafíos que están aquí para quedarse y van en aumento”.
Por su parte, al comienzo de la sesión, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, resaltó la importancia de ser “solidarios” y proteger los derechos de los inmigrantes y puso a disposición de todos los países los recursos que tiene el organismo para trabajar en temas migratorios.
Además, el canciller costarricense pidió a la secretaría de la OEA la elaboración de un informe especial sobre inmigración en la región.