Argentina emite la más grande deuda de su historia para pagar a los fondos buitre

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La Argentina regresa al mundo con la mayor emisión de deuda de la historia

El Gobierno de Mauricio Macri se apresta hoy a abrir la colocación de deuda en el mercado internacional por un tope de 15.000 millones de dólares, la mayor de la historia emergente.

De esta forma, los holdouts que firmaron pactos con el país que totalizan un monto superior los 8.500 millones de dólares en concepto de resarcimiento cobrarán el próximo viernes 22.

En la madrugada argentina de este lunes abrirá la emisión de la plaza de Londres, que será la primera en salir de las plazas financieras que visitó el equipo económico durante el roadshow, y «la expectativa es cerrar los libros de la operación hoy por la noche», indicaron a Télam fuentes de los bancos colocadores.

El Gobierno prevé colocar tres bonos, uno a 5 años, otro a 10 años, y otro a 30 años, y «concentraría el ingreso de más de la mitad de los fondos, que involucrarían un piso de 8.000 millones de dólares en la emisión del bono a 10 años», precisaron las mismas fuentes.

Luego de la «semana argentina» de roadshow en Bahamas, Nueva York, Washington, Boston y Los Angeles, el país abrirá la emisión para conseguir financiamiento externo por primera vez en 16 años, con la ayuda de los bancos colocadores cuyo nombramiento fue formalizado el pasado viernes: Deutsche Bank, HSBC, JP Morgan, Santander, BBVA, Citigroup y UBS.

La magnitud de la operación requirió que una parte del equipo económico se quedara en Estados Unidos, lo que fue una decisión que se tomó sobre el fin de semana cuando el equipo económico completo confluyó en Washington para sumarse a la comitiva que encabezó Alfonso Prat Gay durante las reuniones de Primavera de la Asamblea del FMI y Banco Mundial.

De esta forma, el equipo de la Secretaria de Finanzas volvió a Nueva York el sábado para preparar la operación y alentar hasta último momento a inversores para el ingreso de capitales a la misma.

Y perseguirán el doble objetivo de conseguir volumen de mercado para poder, en consecuencia, lograr la mayor baja en la tasa de interés posible, debido a que se realizará una sola colocación prevista para este año.

En los últimos días, luego de que se conoció el fallo favorable al país de la Cámara de Apelaciones, que avaló la orden del juez Thomas Griesa de levantar las restricciones que pesaban para pagar deuda externa, los bonos Discount del canje de deuda y el Bonar 2024 tuvieron una carrera alcista vertiginosa, que le permitió bajar el costo financiero en un poco más de un punto de tasa.

Con lo cual, el mercado calcula que el país podría emitir a una tasa de cerca de 7,5% o menos, debido al creciente interés en papeles argentinos. Esto es aún lejos de lo que paga un país como Bolivia (más cerca de 4%) pero bastante por debajo de lo que eran las estimaciones iniciales de hace un mes, cuando se sondeaba a los bancos e inversores acerca de cuál sería el costo financiero para la Argentina, que eran de 8,5%.

El viernes, el Gobierno logró un empujón más a su favor para el éxito de la colocación, tras la confirmación por escrito de la orden de la Cámara de Apelaciones favorable al país que había sido girada «desde el banco» el día anterior en la misma audiencia.

Esto permitió que, por ejemplo, la calificadora Moody’s levantara la nota asignada a la Argentina desde el Caa1 a B3, lo que sacó al país del mote del default, y le abrió la puerta a varios fondos de inversión que hasta la semana pasada no calificaban para la operación, ya que no podían invertir en papeles de la Argentina.

Es por eso que Luis Caputo, secretario de Finanzas, se quedará en Nueva York para aprovechar el envión y optimizar el resultado de la operación (léase bajar la tasa de interés), mientras Prat Gay y su segundo, Pedro Lacoste, volverán al país esta noche, según confirmaron fuentes de Economía a Télam.

El secretario de Finanzas estará acompañado por Santiago Bausili, Pablo Quirno, y Eugenio Bruno. La mayoría permanece hasta mañana, y un grupo más pequeño se quedará hasta el viernes para monitorear el pago a los holdouts.

Desde Economía expresaron a Télam que se firmaron más de 50 acuerdos con holdouts pequeños y medianos, que aceptaron la propuesta argentina para salir del default del pasado 5 de febrero, luego de conocer la orden de la Cámara de Apelaciones del pasado miércoles.

El interés por Argentina quedó demostrado tanto en Nueva York y en Washington, donde el pasado viernes Prat Gay habló en un evento privado en el BID ante más de 350 personas, entre los que se encontraban miembros de think-tanks, funcionarios de otros gobiernos, fondos de inversión y organismos multilarales.

En paralelo hubo encuentros cerrados con inversores en el Hotel Hyatt en la capital estadounidense, que sumaron unos 40 o 50 a los cerca de 500 inversores que Economía había recibido en los encuentros realizados en Nueva York, Los Angeles y Boston.

La colocación de deuda permitirá al país pagarle a los holdouts que a la fecha acordaron con el país por más de 8.500 millones, que se acercan a un 90% del total emitido en todas las jurisdicciones (Nueva York y Europa). El pago será acreditado en la cuentas de los acreedores el próximo viernes, según anunció Prat Gay a la prensa que los acompañó hasta aquí, ni bien se conoció el resultado del fallo el pasado miércoles.

Argentina reveló el jueves pasado, en un escrito enviado a la Corte Superior de Estados Unidos que Paul Singer, Aurelius, Olifant, los mayores acreedores que ganaron el fallo original «pari passu», y que acordaron un resarcimiento por 4580 millones de dólares, «declararon al país que no se opondrán a la moción y consintieron» recibir el pago.

De todos modos, debido a las condiciones de emisión que tenía la Argentina antes del default del 2001, el país se ve sometido a la posibilidad de continuar con litigios de aquellos que quieren seguir en la categoría de holdouts.

El abogado Michael Spencer, que representa a bonistas pequeños y medianos que totalizan los 600 millones de dólares, se comunicó con el Gobierno argentino para cerrar el acuerdo con parte de sus clientes. Otra parte parece estar dispuesta a quedar holdout, si bien el mediador Daniel Pollack continúa trabajando contra reloj para poder exhibir de aquí al martes la mayor cantidad de acuerdos.

De todos modos, la Argentina dejará abierta la puerta a los holdoduts para que puedan ingresar a futuro a la propuesta realizada por el país, o bien seguirá sometida a los avatares que dicte la justicia estadounidense en relación al universo de menos del 1% de inversores en default del 2001, que podría continuar litigando.

Hasta el momento, la Corte Superior y Griesa levantaron las restricciones con el país porque consideraron que obra de «buena fe» con la oferta presentada, lo que le permitirá también normalizar la situación con los bonistas del canje que no cobran desde julio de 2014, unos 3000 millones de dólares.

La normalización de esta deuda será el próximo paso firme después del pago del viernes a los holdouts. Requiere de un tiempo adicional debido a que se necesita que el Bank of New York recobre el estatus de agente de pago, y el Nación Fideicomisos le transfiera los fondos que tiene en su poder.

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