Cumbre de Caricom: alertan sobre las consecuencias que pueden sufrir los países caribeños por la decisión de los bancos estadounidenses de cortar relaciones

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El primer ministro de Belice, Dean Barrow, expresó hoy su temor de que una posible ralentización económica internacional tenga efectos «devastadores» y «aterradores» en la economía de los países de la Comunidad del Caribe (Caricom), cuya presidencia de turno acaba de asumir.

Así lo afirmó en la primera jornada de la cumbre semestral de dos días que Caricom celebra en Belice, en la que explicó que la caída del precio del petróleo en los mercados es «una espada de doble filo para algunos de nosotros».

«Damos la bienvenida a los recientes descubrimientos de petróleo en Guyana y esperamos que ese país pueda explotar esos recursos en sus propios términos», apuntó en relación a la disputa que ese país mantiene con Venezuela por la soberanía del territorio en el que se hallaron esas reservas.

Además, dijo, «los consumidores se beneficiarán de que el combustible esté significativamente más barato».

Sin embargo, «al mismo tiempo lamentamos el efecto que tanto la contracción de la producción como la precipitada caída de los precios está teniendo aquí en Belice», así como en «los ingresos públicos de Trinidad y Tobago».

Barrow dijo que la cuestión del petróleo ha limitado severamente el flujo de recursos hacia los países del Caribe que participan en los acuerdos de Petrocaribe liderados por Venezuela, a través del cual se adquieren los productos de petróleo en condiciones favorables, además de beneficiarse de condiciones de préstamo ventajosas.

«Para empeorar las cosas, es evidente que el fenómeno del precio del petróleo es un síntoma del debilitamiento generalizado en los mercados de materias primas», apuntó.

Barrow, quien fue reelegido para el cargo de primer ministro a finales del año pasado, dijo que el problema agrava la crisis en las finanzas públicas en determinadas partes de la zona euro, por lo que en conjunto «parece haber una clara posibilidad de que la economía mundial vuelva a caer en recesión».

«Las consecuencias que acarrearía para nuestra región son obvias y aterradoras. Y cuando se pasa de lo general a lo particular con respecto a las tendencias económicas y financieras globales, hay un desarrollo ya existente con ramificaciones absolutamente catastróficos para nosotros», advirtió.

El primer ministro dijo que la región se enfrenta ahora a lo que llamó el «fenómeno de los llamamientos a la eliminación de riesgos» y denunció que, bajo la presión de sus autoridades reguladoras en Europa y en especial en EE.UU., los bancos de esas regiones están cortando sus relaciones con las instituciones financieras del Caribe.

«Esto priva a nuestros bancos de la capacidad de mantener los depósitos, hacer transferencias electrónicas, facilitar las soluciones de tarjetas de crédito para sus clientes locales y nuestra economía», lamentó.

En su opinión, «las implicaciones de esto para nuestro comercio internacional, para nuestras remesas y para nuestras estructuras de producción, consumo e inversión son muy evidentes».

«No es exagerado decir que, especialmente en un entorno en el que el valor de nuestras importaciones y exportaciones en conjunto es igual o superior a nuestro PIB, cualquier atenuación, por no hablar de interrupción, de nuestro comercio y flujo de remesas constituye un claro y preciso peligro».

El nuevo presidente de Caricom dijo que hace dos semanas viajó a Washington para denunciar ante los reguladores la decisión de los bancos estadounidenses de cortar relaciones con los caribeños.

Según explicó, estos reconocieron que, si no se soluciona, «nuestras economías y sociedades se pueden ir a pique» y «admitieron que ello no va en interés de nadie, ni siquiera el suyo».

Sin embargo, criticó, los reguladores dijeron no poder obligar a sus bancos del sector privado a volver a trabajar con los del Caribe y se limitaron a comprometerse a decirles que «nuestras jurisdicciones han hecho y están haciendo todo lo posible» para minimizar riesgos.

Durante la primera jornada de la cumbre semestral de Caricom, transmitida por internet, también participaron el presidente saliente y primer ministro de Barbados, Freundel Stuart, así como el secretario general de la organización regional, Irwin LaRocque.

Este último también se refirió a la amenaza que supone el virus del Zika para la región y dijo que la Agencia de Salud Pública del Caribe -Carpha, por su sigla en inglés- está trabajando diligentemente para ayudar a los miembros de Caricom a lidiar con este «reto».

 

Diario Las Américas

PM Barrow addresses ‘de-risking’ at CARICOM Heads of Government meeting

Prime Minister Dean Barrow, who has been at the helm of the ‘de-risking’ issue in the region, again addressed the issue and sounded the alarm for dealing with the matter urgently, in front of his colleagues at the 27th Inter-Sessional Meeting of the Conference of Heads of Government of CARICOM in Placencia.

The threats to the  region’s banking sector via the trend of de-risking could have “cataclysmic ramifications” for the Caribbean, and a “relentless” campaign must be waged against it, Barrow, who also serves as Chairman of CARICOM, warned on Monday.

During his opening address Barrow focused much of his remarks on the issue, highlighting what it means for countries in the region.

The matter is a key agenda item of the two-day summit, and a meeting of Finance Ministers was held earlier on Monday to craft a regional response. A Committee of Ministers of Finance on Correspondent Banking, chaired by Antigua and Barbuda’s Prime Minister and Minister of Finance Gaston Browne will lead the response to this issue.

The Committee is supported by leading Regional institutions including the Committee of Central Bank Governors (CCBG), the Caribbean Association of Banks (CAB) and the Caribbean Financial Action Task Force (CFATF).

Barrow briefed his colleagues on his recent visit to Washington D.C. where he met with bank regulators who assured him the de-risking is not a result of poor anti-money laundering/counter terrorism financing (AML/CTF) efforts.

But while he reported receiving sympathy, he pointed out that regulators have provided only an undertaking to indicate to their banks that Regional jurisdictions “have done and are doing everything we can to be fully AML/CFT compliant; and that there was
therefore, in principle, no objection to those banks doing business with us”. The US regulators, he added, placed the matter squarely at the feet of sovereign US banks.

One of the suggestions Prime Minister Barrow put forward for consideration on Monday evening, was for respective country banks to get together across jurisdictions and, as a bloc, approach target banks in the United States for pooled correspondent services. It is his view that the region should be able to leverage the critical mass needed to make its business volume worthwhile in terms of risk/reward equation.

“Meantime our campaign, and I speak now of CARICOM, continues. And it cannot be other than relentless in the face of the possible correspondent banking Armageddon that we face. It is therefore a matter that looms extremely large on our agenda over the next two days, and has already been the subject of a dedicated Finance Ministers meeting this morning,” he told the ceremony.

CARICOM Secretary-General, Ambassador Irwin LaRocque, who made remarks at the ceremony, also addressed the correspondent banking relationship issue and referred to it as an immediate existential threat. The Caribbean, he pointed out, was “unarguably one of those most adversely affected by these de-risking strategies and our people have already begun to feel the consequences of such arbitrary decisions”. He sought collective action to deal with matter.

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