Assange será interrogado en la embajada en Londres pero bajo la legislación ecuatoriana
El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, reiteró este miércoles la disposición de su país, para facilitar que la fiscalía sueca interrogue al fundador de Wikileaks, Julian Assange, en la embajada ecuatoriana en Londres.
“Vamos a cooperar con la justicia sueca para que ellos tomen las declaraciones”, aseguró el jefe de la diplomacia de la nación suramericana al portal digital de noticias Ecuador Inmediato.
Patiño aclaró, no obstante, que el interrogatorio, que ya fue formalmente solicitado por las autoridades suecas, se hará en función de la legislación ecuatoriana, porque Assange, recordó, está bajo la jurisdicción de nuestro país.
Aunque admitió desconocer realmente como se realizará el procedimiento, el funcionario adelantó que un representante de la Fiscalía de Ecuador sería el encargado de tomar las declaraciones, en presencia de los delegados de la nación europea.
“Nosotros cumplimos con nuestra palabra y ellos también tendrán que acogerse a la legislación ecuatoriana y a los derechos humanos que en este país se practican y se defienden”, recalcó Patiño, para quien la demora en solicitar el interrogatorio viene a corroborar que en verdad hay un proceso de persecución contra el periodista australiano.
Assange, quien puso en aprietos al gobierno de Estados Unidos al divulgar en su portal Wikileaks miles de documentos secretos de la diplomacia norteamericana, se asiló el 19 de junio de 2012 en la embajada ecuatoriana en Londres, para evitar ser extraditado a Suecia, donde está acusado de presuntos delitos sexuales.
El australiano teme, sin embargo, que la solicitud de extradición sueca sea una acción hábil para entregarlo a las autoridades estadounidenses, que podrían condenarlo incluso a la pena de muerte por divulgar información clasificada.
Según alertó Patiño este miércoles, el prolongado encierro en la legación ecuatoriana en la capital británica le ha provocado quebrantos físicos y psicológicos a Assange, quien ni siquiera puede salir del edificio para realizarse una tomografía indicada por los médicos, pues corre el riesgo de ser detenido y enviado a Suecia.
En septiembre pasado, durante un encuentro con corresponsales extranjeros acreditados en Quito, el presidente Rafael Correa recalcó que su gobierno nunca ha pretendido obstruir a la justicia sueca en el caso de Assange.
De acuerdo con el mandatario, Suecia siempre tuvo la posibilidad de entrevistarlo dentro de la legación diplomática ecuatoriana en Londres, ya sea por videoconferencia o mediante una visita de sus fiscales.
Eso estaba perfectamente permitido y se había hecho antes, dentro de los procesos judiciales suecos, afirmó Correa, quien señaló además que la decisión de otorgarle asilo a Assange no significa que Ecuador apoye lo hecho por el informático austrialiano.
De acuerdo con el gobernante, en Ecuador el asilo se le concedió porque sus derechos humanos, e incluso su vida, corren peligro y puede ser extraditado a Estados Unidos.
El 10 de diciembre pasado, Ecuador y Suecia firmaron en Quito un acuerdo de asistencia legal que facilitará, entre otras cosas, el interrogatorio de Assange, en tanto garantiza la aplicación y el respeto de la legislación nacional y principios del derecho internacional, particularmente los relativos a los Derechos Humanos, a más del ejercicio pleno de la soberanía nacional, en cualquier caso de asistencia legal a que haya lugar entre ambos países.
Suecia solicita a Ecuador interrogar a Assange en su Embajada
La fiscalía sueca indicó el miércoles haber solicitado a Ecuador permiso para interrogar en su embajada en Londres al fundador de Wikileaks Julian Assange, sobre las acusaciones de violación que pesan sobre él.
«La solicitud escrita ha sido enviada recientemente por el ministerio de Justicia a la fiscalía ecuatoriana. No podemos decir cuándo llegará la respuesta», anunció la fiscalía en un comunicado.
Suecia y Ecuador firmaron en diciembre un acuerdo de cooperación judicial para hacer avanzar las investigaciones que tienen ramificaciones en los dos países, pero sobre todo para permitir el interrogatorio de Assange.
El australiano, de 44 años, acusado por una sueca de una violación que habría sido cometida en la región de Estocolmo en agosto de 2010, vive recluido en la embajada ecuatoriana de Londres desde junio de 2012.
Assange, objeto de una orden de arresto europea, rehúsa regresar a Suecia por miedo a ser extraditado a Estados Unidos, donde se le reprocha la publicación por Wikileaks en 2010 de 500.000 documentos clasificados sobre Irak y Afganistán, así como 250.000 comunicaciones diplomáticas.
Tras haber descartado un interrogatorio en Londres, los jueces suecos habían aceptado en la primavera boreal de 2015 viajar a la capital británica para tomar declaración al fundador de Wikileaks. Pero Ecuador rechazó abrirles las puertas de la embajada, en ausencia de un acuerdo bilateral.
Una vez obtenidas todas las autorizaciones, el interrogatorio será llevado a cabo por la fiscal general Ingrid Isgren, en fecha aún por determinar.
Assange corría el riesgo hasta fines de agosto de ser acusado de agresión sexual, pero este cargo prescribía cinco años después de los hechos. En el caso de la violación, la prescripción se producirá en 2020 si no se lanza hasta entonces un procedimiento penal.