Haití: según estudio de la Cancillería, más de 200.000 menores trabajan como servicio doméstico

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Más de 200.000 menores de 15 años trabajan en Haití en el servicio doméstico, separados de sus padres biológicos, según un estudio de organizaciones nacionales e internacionales bajo la dirección de la cancillería.

“Esta cifra de 207.000 menores es indignante”, señaló Ariel Henry, ministro de Asuntos Sociales y Trabajo quien agregó que se trata de “una problemática compleja que corresponde a hábitos culturales y cambiar mentalidades no se hace a punta de decretos”.

El fenómeno de los menores empleados como servicio doméstico está bastante extendido en Haití e incluso es percibido muchas veces como una forma de solidaridad.

Algunas familias pobres, especialmente en el campo, envían sus hijos donde allegados o terceros mas pudientes con la esperanza de que tengan mejores condiciones de vida e incluso posibilidades de estudiar a cambio de ejercer labores domésticas.

En Haití se utiliza una palabra en creolé para designarlos: “restaveks”, que significa los que viven con una familia que no es la suya.

Según el estudio, casi uno de cada cuatro jóvenes haitianos no vive con sus padres biológicos. Aunque muchos consiguen mejores condiciones de vida, otros terminan siendo sometidos a abusos y realizando tareas domésticas en condiciones análogas a la esclavitud.

Los acuerdos internacionales y el derecho haitiano fijan en 15 años la edad mínima para comenzar a trabajar y establecen un máximo de 14 horas a la semana como límite aceptable del tiempo que un menor debe destinar a tareas domésticas en la casa donde vive.

Pero el estudio publicado el viernes señala, por ejemplo, que muchos trabajan más de estas 14 horas semanales permitidas y que un 24% incluso debe cumplir horarios nocturnos.

Además de la carga laboral, que muchas veces les impide escolarizarse, esos menores están sometidos a presiones psicológicas derivadas de la separación familiar y el tratamiento diferenciado que suelen recibir en los hogares que los reciben.

“En realidad estos muchachos están siendo explotados por compatriotas haitianos que creen que de esta forma les están ayudando”, señala Arielle Jeanty Villedrouin, directora del Instituto de Bienestar e Investigaciones sociales.

“Debemos trabajar en cambiar esto pues es una pérdida no solo para estos niños sino para la sociedad entera”, indicó.

La erradicación del trabajo infantil es un desafío en Haití, donde cerca del 60% de la población vive bajo la línea de la pobreza con un ingreso inferior a 2,44 dólares por día.

Diario Libre

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