Argentina: presidente electo Mauricio Macri impulsará acercamiento con la Alianza del Pacífico e insiste con la suspensión de Venezuela del Mercosur
Mauricio Macri dio ayer sus primeras pinceladas de política exterior como presidente electo. Impulsará la firma de un tratado de libre comercio (TLC) entre el Mercosur y la Unión Europea, buscará acercarse a la Alianza del Pacífico que componen Chile, Colombia, Perú y México y promoverá la suspensión de Venezuela del bloque regional. Los lineamientos económicos expuestos ayer por próximo mandatario argentino tienen dos ejes: la apertura irrestricta del intercambio comercial con una potencia industrial y el deseo de “convergencia” política hacia el grupo de países latinoamericanos que firmaron TLC con Estados Unidos.
Las declaraciones de Macri no fueron inocentes. Como advirtió su futuro jefe de Gabinete, Marcos Peña, “son días críticos para el acuerdo Mercosur-Unión Europea y nos meteremos a ayudar apenas podamos”. El viernes, la Comisión Europea se reúne en Bruselas para definir si el bloque realiza el intercambio de ofertas inicial con el Mercosur o desiste. Los cambios en materia de integración comercial no serán inmediatos. Incluso si un amputado Mercosur, sin Venezuela, y una UE atravesada por su crisis estructural aceleran las negociaciones y logran dejar de lado las diferencias, el acuerdo recién estaría listo para firmarse en 2017.
“La integración a la Alianza del Pacífico dependerá de la dinámica que le pongamos al Mercosur, que ha estado congelada durante muchos años. Tenemos que converger todos en un bloque más amplio para estar cada día un poco más cerca de una integración absoluta regional”, propuso Macri. La liberalización comercial de Argentina con los países de la Alianza del Pacífico es muy elevada. A excepción del caso mexicano, las posiciones comerciales sin aranceles con Chile, Perú y Colombia oscilan entre el 90 y 100 por ciento. Por eso, la propuesta del presidente electo se presenta como una definición política antes que una propuesta de política económica. Todos ellos firmaron acuerdos de libre comercio con Estados Unidos y, salvo los colombianos, participan del Acuerdo Transpacífico.
El diálogo entre el Mercosur y la UE está empantanados hace tres años. La firma del tratado liberalizaría cerca del 90 por ciento del comercio interbloque mediante la disminución de las distintas barreras arancelarias existentes. Esa apertura se daría en un plazo de entre dos y diez años, dependiendo de los bienes. En términos comerciales, el tratado bajo discusión no difiere del ALCA rechazado en 2005, durante la cumbre de Mar del Plata. Los miembros del Mercosur reclaman acceso a los mercados agropecuarios y agroindustriales europeos, históricamente protegidos con altos aranceles, medidas paraarancelarias e importantes subsidios a la producción local. La UE busca facilitar el ingreso a los mercados sudamericanos de sus productos industriales, fundamentalmente automotrices. Las demandas europeas sobre los países de la región exceden los aspectos comerciales para incluir en el acuerdo beneficios en materia de servicios, compras gubernamentales, propiedad intelectual e inversiones.
Las negociaciones no fueron sencillas pero hace un año que los equipos técnicos de todos los países del Mercosur (hoy se reunirán en Asunción) aseguran estar en condiciones de presentar un listado de bienes donde están dispuestos a eliminar las medidas de protección. Existen sin embargo dos restricciones para avanzar en el camino que impulsará Macri. La reticencia de países como Francia e Irlanda para relajar su proteccionismo del sector agrícola y las dificultades al interior del bloque europeo para garantizar un trato “especial y diferenciado” que reconozca las diferencias de desarrollo económico con la región sudamericana.
Las pocas cartas que mostró la UE hasta el momento revelan su escaso interés en facilitar el acceso de alimentos y materias primas a sus países, el único atractivo económico del acuerdo para el país. En el gobierno argentino advierten que un TLC tradicional, como los que acostumbra a negociar la UE, no sólo perpetuaría sino que aumentaría la brecha de desarrollo existente entre ambas regiones.
Como estrategia defensiva, los países del Mercosur reclamaron la implementación de mecanismos que permitan neutralizar los efectos de los subsidios agrícolas a la producción en Europa, la suspensión de preferencias para productos que se beneficien de subsidios a la exportación y para aquellos casos en donde los países del Mercosur estén en condiciones de desarrollar industrias nacientes y la aplicación de medidas de defensa comercial como las salvaguardias, para aumentos imprevistos de las exportaciones europeas. Los impulsores de esas demandas fueron los negociadores argentinos mientras que el resto de la región son más permeables. Por eso, las declaraciones realizadas ayer por el próximo presidente fueron celebradas por los europeos.
Cita entre Macri y Cristina será a las 19
El presidente electo Mauricio Macri afirmó que su «idea es gobernar para absolutamente todos» y confirmó que este martes a las 19 horas mantendrá una reunión con la mandataria saliente Cristina de Kirchner en la residencia de Olivos.
«La idea es gobernar para absolutamente todos, tuvimos demasiados años enfrentados, queriendo focalizar en las disidencias, pero es mucho más lo que nos une que lo que nos separa», dijo Macri en una conferencia de prensa en la Usina del Arte.
Asimismo confirmó la conversación telefónica que mantuvo ayer con la Presidente saliente, quien lo felicitó por el resultado de la elección, y lo invitó mañana a Olivos para «tener una primera conversación».
Cristina llamó por teléfono a Macri cerca de las 21 para felicitarlo por su performance en la segunda vuelta. También habló con la esposa del actual jefe de Gobierno porteño, Juliana Awada, a quien saludó por su cargo de primera dama que asumirá el 10 de diciembre cuando asuma el líder del PRO.
Saludos desde todo el mundo
En su primer día como presidente electo, Mauricio Macri recibió ayer numerosas felicitaciones de mandatarios de todo el mundo. Los mensajes, que incluyeron comunicados oficiales, llamados telefónicos y menciones en Twitter, llegaron en su mayoría desde países miembros de Unasur, pero también de Estados Unidos, Europa y Asia. En líneas generales, los saludos compartieron el tono: valoraron los lazos diplomáticos forjados en los últimos años y manifestaron deseos de continuar por esa misma senda.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, se comunicó telefónicamente con el mandatario electo la misma noche del domingo y, según relató a la prensa posteriormente, hablaron sobre “la importancia de mantener el espíritu de colaboración, integración y desarrollo”. En sintonía, el presidente de Bolivia, Evo Morales, envió “mucha suerte al presidente electo” y deseó la continuidad de las políticas de integración regional. “Esperamos seguir trabajando por la patria grande como hicimos con la ex presidenta de Argentina”, dijo, en alusión a Cristina Kirchner, quien, en verdad, seguirá en el cargo hasta el 10 de diciembre.
En tanto, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, felicitó al presidente electo por Cambiemos y lo invitó a visitar Brasilia incluso antes de su toma de posesión. La comunicación se efectuó luego de que Macri afirmara en su primera conferencia de prensa, realizada ayer por la mañana, que desea que Brasil sea su primer destino del exterior una vez que asuma el cargo.
Por su parte, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, confirmó que se comunicó con Macri para felicitarlo por “el impecable triunfo que tuvo” en el ballottage, y confirmó que estará presente en el acto de asunción. El presidente del país vecino aseguró que Macri “tiene su más firme disposición para trabajar en conjunto con el gobierno uruguayo y superar las dificultades que ha habido entre nuestros gobiernos”.
Las congratulaciones llegaron también desde el Norte: el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, felicitó “al pueblo argentino” por las elecciones realizadas el domingo, las cuales consideró reflejo de “los fuertes valores democráticos” del país. Asimismo, el funcionario de Barack Obama dijo que confía en que ambos países “continuarán trabajando estrechamente para promover la seguridad regional y la prosperidad, y mejorar el desarrollo humano y los derechos humanos en nuestro hemisferio y alrededor del mundo”.
Desde Rusia, el presidente Vladimir Putin envió un telegrama a Macri para felicitarlo por su triunfo y resaltar el actual “desarrollo de una asociación estratégica integral” entre ambos países. El líder ruso mencionó “en particular, la ejecución prevista de importantes proyectos conjuntos en el campo de la energía hidroeléctrica, la energía nuclear con fines pacíficos, petróleo y gas”.
En el mismo sentido, el gobierno de China felicitó al líder de Cambiemos y expresó su disposición a “profundizar” el vínculo bilateral. El portavoz de la Cancillería del país asiático, Hong Lei, sostuvo en una rueda de prensa que “Argentina es una gran nación latinoamericana y una economía emergente” y agregó que “la asociación estratégica integral entre China y Argentina se ha desarrollado favorablemente en los últimos años”.
El presidente electo recibió también el saludo de mandatarios del viejo continente. En un comunicado oficial, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, felicitó a Macri y le propuso acordar un próximo encuentro “en señal de amistad entre Italia y la Argentina, fundada en los fuertísimas relaciones históricas” de ambas naciones. También envió un saludo el presidente de Alemania, Joachim Gauck. “Apreciamos a la Argentina como socio comprometido y leal de Alemania, no solo en el terreno de la cooperación económica sino también en la defensa de los derechos humanos”, se detalló en un comunicado oficial. El presidente de España, Mariano Rajoy, hizo lo propio y felicitó vía Twitter a Macri, “por el gran triunfo” en el ballottage y anticipó que cuenta con su apoyo.