Raúl Castro se reúne con Peña Nieto en su primera visita de Estado a México
En dos horas –de 10:35 a 12:25 del mediodía de este viernes–, los presidentes de Cuba, Raúl Castro Ruz, y de México, Enrique Peña Nieto, revisarán un atractivo menú de convenios comerciales y de inversión en el encuentro bilateral que sostendrán en el palacio de Gobierno de Yucatán. Los negocios serán el tema dominante en las conversaciones de más alto nivel, mientras los asuntos políticos y sociales –notablemente el de la migración ilegal de cubanos a México, que en las semanas recientes ha hecho crisis– no figuran en el temario que abordarán, al menos en el que se anuncia oficialmente.
La discusión sobre temas de intercambio comercial y desarrollo de proyectos empresariales viene precedida de una buena noticia para el sector privado mexicano, que se interesa en aprovechar las oportunidades que ofrece el nuevo panorama cubano, luego del deshielo con Estados Unidos.
El escenario del encuentro es el palacio de Gobierno de Yucatán, frente a la Plaza Grande que exhibe desde tiempos de los abuelos las singulares bancas de parque conocidas como tú-y-yo.
Viene a cuento el nombre de las bancas, porque la reunión bilateral entre los dos presidentes tiene un toque de reconciliación.
Este jueves, en la Feria Internacional de La Habana (FIHAV 2015), los directivos de la Zona Especial de Desarrollo Mariel presentaron a los ocho primeros inversionistas aprobados por el gobierno de Cuba como usuarios del gigantesco puerto y parque industrial, que pretende ser el mayor de su tipo en el Caribe. Entre estos ocho figuran dos empresas mexicanas, Richmeat, que fabrica embutidos, y Devox Caribe, manufacturera de pinturas.
Las demás empresas, según informa Cubadebate, son: Profood Service (España), abastecedora de alimentos y bebidas para el sector hotelero; BDC-Log y BDC-Tec (ambas de Bélgica), la primera trabajará en el sector logístico y la segunda en el de altas tecnologías; Servicios Logísticos Mariel (Cuba) y BrasCuba Cigarrillos (Brasil/Cuba), que triplicará su inversión en la isla. El estatus legal de todas las empresas es de sociedades mercantiles cubanas, pero la inversión la realiza cada país de origen de los consorcios.
Hasta la fecha son 36 países –incluido Estados Unidos– los que han presentado propuestas de inversión.
No sólo de negocios hablarán las dos delegaciones, que además están integradas por una docena de altos funcionarios de las dos partes, incluidos los cancilleres Bruno Rodríguez y Claudia Ruiz Massieu. También estará el gobernador de Yucatán, Rolando Zapata, quien estuvo en la FIHAV, donde manifestó interés en promover proyectos conjuntos en el desarrollo de astilleros entre Cuba y la entidad peninsular.
Los temas políticos y sociales, que tradicionalmente dominaban las agendas de estos encuentros de alto nivel entre México y La Habana, esta vez serán desplazados. Notablemente se eclipsó el tema migratorio.
De acuerdo con el embajador de Cuba en México, Dagoberto Rodríguez, en este tipo de encuentros presidenciales se hace siempre un repaso oficioso de la temática bilateral, tanto económica como política, y que comprende los intercambios educativos, académicos y científicos. “Pero sobre todo –añadió– se podrá constatar todo lo avanzado en la reconstrucción de la nueva relación en los recientes años”.
Queda en la lista de las asignaturas pendientes el tema de la migración. En 2008 los dos gobiernos firmaron un memorando de entendimiento para manejo de cientos de cubanos que alcanzan el territorio mexicano sin documentos buscando llegar a la frontera norte para acogerse a la ley pies secos, pies mojados estadunidense, que privilegia ese flujo de cubanos que al llegar se declaran perseguidos y obtienen privilegios de residencia de los que ningún otro grupo de extranjeros migrantes goza.
En las pasadas semanas, en la frontera sur, el problema de la migración cubana se ha desbordado. Cada día son cientos los antillanos que cruzan en balsas precarias el río Suchiate, entre Chiapas y Guatemala, como miles de centroamericanos paupérrimos, y se presentan en la estación del Instituto Nacional de Migración pidiendo ser asegurados. En lugar de ser deportados al país de donde vienen, las autoridades mexicanas les otorgan el llamado oficio de salida que les da un margen de 20 días para llegar a la frontera con Estados Unidos, un sueño imposible de alcanzar para hondureños, salvadoreños, guatemaltecos y nicaragüenses que intentan la misma travesía.
Según cifras oficiales, entre enero y septiembre de este año se internaron en México 6 mil 447 cubanos; 716 al mes. Esto multiplica por cuatro los números del año pasado. Pero en las semanas pasadas la prensa chiapaneca informa que las cifras se han disparado a más de cien al día. La razón: se presume que ante el temor de este flujo indocumentado cubano de que Estados Unidos cambie sus leyes de excepción anticastristas a partir de la normalización de las relaciones, intentan aprovechar la última oportunidad. Para los gobiernos de México y Cuba es un tema espinoso, por donde se le mire.
Por lo pronto, este es el programa oficial. A las 10:35, Peña Nieto dará la bienvenida a Castro. A las 12:25 se firmarán los convenios alcanzados y se dará un mensaje a la prensa. Más tarde las dos comitivas comerán en la Quinta Molina, en la avenida Montejo de la capital yucateca.
Llega Raúl Castro para visita de Estado
La primera visita de Estado del presidente de Cuba Raúl Castro a México esta semana culminará el relanzamiento de la relación bilateral tras un enfriamiento que duró más de una década entre gobiernos mexicanos conservadores y su hermano Fidel.
Castro llega a la ciudad de Mérida y se reunirá con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto mañana viernes para firmar acuerdos turísticos y educativos, así como para discutir varios temas, incluida la creciente migración cubana a territorio mexicano.
Será la primera visita de un mandatario cubano a México desde 2002, cuando Fidel Castro vino para una cumbre de la ONU sobre la pobreza.
“Es una visita muy importante para nosotros”, con gran significado histórico, dijo a la AFP Socorro Flores, subsecretaría de Relaciones Exteriores para América Latina.
La primera visita de Estado de Raúl Castro a México desde que asumió la presidencia en 2006 tiene lugar tras un periodo tenso entre los dos países durante los gobiernos conservadores mexicanos del Partido Acción Nacional, entre 2000 y 2012.
Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha buscado mejorar las relaciones después de asumir la presidencia en diciembre 2012.
En 2013, México condonó el 70% de una deuda de 487 millones de dólares contraída años antes por el gobierno de Fidel Castro y que generó fricciones.