Reforma constitucional en Chile: Piñera presentará proyecto propio y el resto de los partidos pide más detalles al Gobierno de su propuesta
Con el fin de explicarles el cronograma y contenido del proceso constituyente, la presidenta Michelle Bachelet invitó ayer a La Moneda a los ex presidentes Ricardo Lagos, Eduardo Frei y Sebastián Piñera. Tras la cita de casi dos horas, todos ellos pudieron conversar con la prensa y manifestar su mirada acerca de la propuesta anunciada por el gobierno la semana pasada y sobre la cual el representante opositor fue el más duro crítico. La reunión se realizó en medio de un complejo escenario político en que, al menos dos de los invitados, constituyen cartas que se mencionan para disputar una carrera presidencial.
Piñera asume el liderazgo en la derecha y cuestiona proceso
Tras participar en la reunión a la que también fue invitado por la presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Piñera aprovechó la plataforma para dar una señal de liderazgo y asumir la conducción de este debate en su sector. Incluso, se tomó el tiempo para anunciar el envío de una reforma que permita modificaciones a la carta fundamental, en un procedimiento más corto y rápido.
A diferencia de los ex presidentes Ricardo Lagos y Eduardo Frei que lo precedieron en hablar con la prensa, Piñera llevaba consigo un discurso preparado y no dudó en criticar duramente la propuesta del gobierno. A su juicio, la propuesta del Ejecutivo para una nueva Carta Fundamental «abre un largo e incierto proceso de discusión sobre la Constitución, que se va a extender por muchos años, y que va a coincidir con las elecciones municipales, parlamentarias y presidenciales. Y que no aporta ninguna definición ni en cuanto al contenido de fondo, ni en cuanto a los mecanismos de reforma, todo lo posterga, lo que sin duda provocará más desconfianza, más incertidumbre, más inestabilidad en la sociedad chilena».
La inquietud expresada por el ex presidente respecto a que el proceso anunciado por el gobierno cruzará los periodos eleccionarios de 2016 y 2017 da cuenta de una preocupación que pasados los días ha comenzado a crecer en la oposición, conscientes como están sus dirigentes y representantes de que estos temas suelen darle ventaja al oficialismo.
En todo caso, Piñera se definió partidario de una «reforma constitucional, participativa, consensuada e institucional que permita perfeccionar y no desmantelar la Constitución que hoy tenemos». Así, el ex mandatario, le propone a su sector seguir la línea ya establecida por la UDI, cuando a principios de octubre le entregó al ministro del Interior Jorge Burgos el documento en el que el gremialismo revela su visión sobre el proceso constituyente y en su último párrafo se abre a que hay espacios «perfeccionamientos», pero defienden la mantención de la actual Constitución.
Desde el punto de vista de Piñera, una nueva Constitución, «sin duda, provocará más desconfianza, más incertidumbre, más inestabilidad en la sociedad chilena. Y esos elementos van a agravar el estancamiento que afecta hoy a la economía».
Con un tono y disposición distinta a la de los otros dos ex mandatarios, Piñera ocupó la instancia que se le ofrecía y desde La Moneda anunció que propondrá a su sector que «presente en forma breve un proyecto de reforma constitucional, con contenidos claros y concretos», porque dijo tener la convicción de que «Chile prefiere una reforma constitucional ahora y no un proceso de incertidumbre, que va a tardar años y que va a empeorar el estancamiento de la economía y la inestabilidad y desconfianza de la ciudadanía». Según Piñera su propuesta podría darle «estabilidad, confianza y certezas» al país.
La postura del ex presidente coincide con el debate acerca de los presidenciables que cada vez toma más forma, sobre todo que en la oposición existe un cierto consenso que sigue siendo la carta con más posibilidades.
Larraín (UDI) da un giro y se abre a debatir
Pese a que la semana pasada el presidente de la UDI, senador Hernán Larraín, aseguró que no es necesaria una nueva Constitución, ayer matizó sus dichos tras participar en la cita semanal del sector y en calidad de vocero señaló que la oposición está abierta a debatir el tema, pero con un proyecto concreto, por lo que emplazó al gobierno a presentar una propuesta e iniciar el debate de fondo.
Este giro tiene que ver con que en Chile Vamos no está zanjado que el pacto se oponga como un todo a una nueva Constitución, al punto que de por medio existe una reunión entre RN y la DC que se realizaría esta misma semana.
Según quienes conocieron el contenido de la reunión de ayer del pacto opositor, el timonel de RN, diputado Cristián Monckeberg, se habría mostrado contrario a oponerse de plano a la idea de una nueva Constitución.
Ello, justamente a raíz de las palabras de Larraín conocido el cronograma del gobierno para uno de sus compromisos emblemáticos de campaña. En la ocasión, puntualizó que el debate por una nueva Constitución «lo considero innecesario, distractivo y, además, agrega ciertos factores de incertidumbre o de inestabilidad institucional que no son positivos».
Monckeberg habría señalado que lo mejor es sumarse al debate, en vez de cerrar de plano cualquier posibilidad. La postura del dirigente de RN tiene que ver con dos elementos clave: por un lado que RN no tiene zanjada como partido una postura a favor o en contra de una nueva Constitución. Se dice que el tema cruza la colectividad generacionalmente. Pero lo cierto es que el sector más liberal del partido siempre ha estado más abierto a este tipo de cambios.
También está el hecho de que el presidente del partido siempre ha buscado fórmulas de acercamiento con la DC. Y el debate acerca de una nueva Constitución es una instancia más para conversar -cita que se concretaría esta semana-, aun cuando el propio Monckeberg advirtió ayer que no se hace muchas expectativas sobre el resultado, por cuanto la DC pertenece a la centroizquierda y RN a la centroderecha.
Mientras que ayer Larraín expresó la disposición del sector a debatir, pero con un proyecto concreto, pues de lo contrario «bajo el pretexto de un debate (el gobierno) va a buscar el adoctrinamiento político (…), va a hacerlo coincidir con la elección municipal para generar una discusión ideológica e impedir que la gente decida cuáles son los mejores alcaldes para sus problemas locales, como son las elecciones municipales».
Lagos defiende diálogo: «No hay nada que temer»
Un amplio recorrido por la historia constitucional chilena hizo el ex presidente Ricardo Lagos al finalizar la reunión con la mandataria Michelle Bachelet. «La Constitución de 2005 fue un paso adelante respecto de lo que teníamos, de recuperar la dignidad del Presidente. Porque hubo ese cambio en 2005 es posible iniciar el debate de hoy», dijo tras recordar los principales cambios ocurridos a la Carta Fundamental en los últimos 150 años.
Dicha introducción le permitió precisar, posteriormente, que «cuando he hablado de hoja en blanco, la hoja en blanco no parte de cero, parte de esta historia constitucional a la cual me he referido. Y por tanto, lo que yo quisiera es compartir es que al hablar de hoja en blanco es estar en igualdad de condiciones».
Luego advirtió que, «sin perjuicios de lo importante que es discutir la forma en que se va a adoptar la nueva carta, hay que establecer con claridad que así como no me gusta una carta constitucional ideológicamente sesgada que impide a una mayoría aplicar sus puntos de vista cuando es escogida como tal, también me parece que tenemos que tener una Constitución que no sea ideológicamente sesgada en la otra dirección».
Por último, el ex mandatario procuró dar una señal de tranquilidad a quienes han apuntado a un clima de incertidumbre producto de este debate: «No hay nada que temer si hacemos un trabajo donde todos comprendemos que la Constitución es un procedimiento que va mejorando gradualmente paso a paso. Ha llegado el momento para modernizar lo que hoy tenemos», expresó.
Eduardo Frei
En una línea similar, el ex presidente Eduardo Frei (DC), dijo que «creo que nadie en Chile está en contra de un proceso constitucional. Ya son muchos años que hemos debatido el tema».
El ex gobernante también afirmó respaldar el proceso constituyente anunciado por Bachelet la semana pasada y aseguró que «lo más importante, son los mecanismos: seguir pretendiendo que con una mayoría de 2/3 se van a reformar las constituciones, es imposible. Ese es el primer capítulo que hay que cambiar y dentro de la cronología está en primera etapa».
Además señaló «que sea el próximo Congreso, da una señal de que en la campaña de 2017 nuevamente vamos a discutir este tema, tal como se hizo en tantas oportunidades en que no tuvimos la voluntad, la fuerza política ni los votos en el Congreso para hacerlo. Finalmente reiteró que «no soy partidario de una AC porque en ejemplos internacionales ha sido negativo, se transforma en un supra poder del Estado por sobre todos los demás poderes».
Oposición pide al gobierno adelantar proyecto de Nueva Constitución
Tras la habitual reunión programática del conglomerado de oposición Chile Vamos, el timonel de la UDI, Hernán Larraín, llamó al gobierno a adelantar y transparentar el proyecto de nueva Constitución que será enviado al Congreso en 2017, según anunció la Presidenta Michelle Bachelet.
«Queremos que el gobierno muestre sus cartas, y que diga cuál es el proyecto de nueva Constitución que le ofrece a Chile. Que el debate sea sobre una propuesta concreta y no sobre esta idea vaga de una reforma constitucional o de una nueva Constitución», señaló Larraín a nombre del bloque opositor.
«No queremos que hablen de nueva Constitución sin que le digan a los chilenos cuál es el proyecto, cuáles son los contenidos de constitución que quieren para Chile, y ahí tengamos el debate. De lo contrario estamos de alguna manera engañando a la gente llevándola al mundo de ilusiones», añadió el senador gremialista.
En esta línea, aseveró: «Queremos debate pero sobre la base de un proyecto que el gobierno tiene que presentar ya, no este otro año, no en dos años más. Le pedimos al gobierno que se abra a mostrar su carta y suponemos que no tiene miedo a que la ciudadanía conozca lo que el gobierno quiere».
Por otro lado, Larraín calificó de «tramposo» el proceso constituyente.
«Más nos preocupa aún el procedimiento. Chile Vamos considera que es un procedimiento tramposo, es un procedimiento que al final, bajo el pretexto de un debate, lo que va a hacer es buscar el adoctrinamiento político, comprar conciencias a través de un debate manipulado (…) es un procedimiento que conduce a un resultado incierto porque solo el futuro Congreso y gobierno va a resolver qué hace con todo lo discutido en estos dos años», dijo el legislador.
Presidente de RN: no hay temor sobre el Proceso Constituyente pero deben aclarar dudas
El presidente de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg, afirmó que su partido no tiene temor a un proceso constitucional, pero sí pide que el gobierno despeje dudas al respecto.
«Nosotros no andamos con miedo por la vida, porque se ha comentado mucho que tenemos temor. Ningún temor, que la ciudadanía se exprese, que haga sus planteamientos», enfatizó.
Sin embargo, afirmó que «el gobierno tiene que despejar dudas, qué es lo que quiere de contenido, qué es lo que está buscando con este proceso».
En esa línea, el diputado comentó que «a nosotros se nos dijo el día viernes que esto iba a tener un sentido más bien sacramental, por sobre el bien y el mal, incluso faltó echar incienso en La Moneda cuando se habló de estos temas».
No obstante, añadió, «salimos de esa reunión y a las 2 horas sabemos que Camilo Ballesteros (director de la Dirección de Organizaciones Sociales) está a cargo, con los fondos públicos, de llevar adelante el proceso de educación cívica y ahora recogen el cordel y dicen lo contrario. Para eso no estamos”.
Agregó que “a nosotros nos interesa el debate, a mí me encanta poder avanzar en un texto constitucional distinto, creo que hay montón de reformas y modificaciones que tenemos que hacer, porque el Chile de hoy no tiene nada que ver con el del año 80, ni el del año 90 y por lo tanto la Constitución tiene que reflejar eso, pero hagámoslo bien, para eso estamos dispuestos”.
Ante dicho escenario, Monckeberg pidió que «el gobierno entienda que esto no es chicha y chancho, ni pensar en un debate constitucional orientado a las elecciones municipales para sacar rédito de eso, al revés, es con la gente, es participando, es serio, es con fiesta, todo lo que quieran, pero hagámosla bien».
Según dijo, en el tema de educación cívica «el gobierno está desorientado, está enredado, está complicado. Un debate constitucional no puede ser monitoreado e impulsado exclusivamente por el gobierno. Un debate constitucional no puede ser hecho con los recursos públicos y solamente llevado adelante por el gobierno de turno, porque se transforma en una suerte de proceso constituyente al estilo Venezuela, chavista”.
“Aquí hay recursos públicos. Que el PC salga a la calle y que diga lo que quiera, bien; que la UDI, que RN o quien sea salgan a la calle y digamos lo que queramos en temas constitucionales, súper bien. El punto es que si se va a hacer con fondos públicos tienen que tener participación todos, los partidos, el Congreso, los académicos, la ciudadanía y de manera objetiva», remató Monckeberg.