Argentina: El satélite geoestacionario Arsat-2 ya viaja rumbo al espacio
Los funcionarios argentinos presentes en el centro de lanzamiento de la Agencia Espacial Europea sacaron banderas nacionales y festejaron al grito de «Argentina, Argentina».
Durante la próxima media hora deberá cumplirse las fases de la misión: primero, desacoplar al satélite Sky Munster, de origen australiano -que comparte el cohete- y luego soltar al Arsat 2 a 250 kilómnetros de altura, desde donde emprenderá su viaje para ubicarse en su órbita final, a 36.000 kilómetros de la Tierra.
Está previsto que el satélite argentino alcance su destino final en los próximos 30 días.
Uniformados con las chombas y camisas grises con el logotipo de la misión y la bandera argentina bordados, los técnicos argentinos transitaron las horas previas al lanzamiento del Arsat-2 supervisando y rechequeando todos los parámetros de la misión a la vez que se alientan entre sí.
Mariano Goldsmith, gerente de Desarrollo Tecnológico de Arsat, dijo a Télam: “Hoy me toca asegurarme de que todos los sistemas del satélite estén en perfecto estado antes del lanzamiento, que se hayan seguido los procedimientos correctos y que al momento del lanzamiento todo lo referido al Arsat-2 esté en orden”.
Mariano explicó que “el proyecto satelital es crítico durante toda su integración, uno tiene que ser muy disciplinado y seguir todos los procedimientos para asegurarse que todo está bien; pero el momento del lanzamiento es la instancia en la que te encontrás con la realidad de lo que viniste haciendo”
“Todo eso que venías armando y tocando a diario ahora se va y no lo vas a ver más, de alguna manera nos pone en la responsabilidad de que el satélite entre en funcionamiento y lo haga bien porque se acabó cualquier posibilidad de arreglarlo”, continuó.
“Más allá de la experiencia de hace menos de un año con el Arsat-1, uno nunca está tranquilo; esto es cómo un parto, podemos tener más experiencia y más reflejos pero nunca vamos a estar tranquilos, ni cuando todos los indicadores digan que todo va bien”, enfatizó.
El técnico recordó: “Empezamos a pensar Arsat-2 en 2006, comenzamos a construirlo en 2010 y lo estamos lanzando en 2015; llevamos casi una década de emociones contenidas, de pensar en este momento, y todo eso junto va a aflorar en media hora de misión”.
“Estamos tranquilos porque hicimos todo y los hicimos bien, pero vamos a vivir todo con muchísima intensidad y pasión”, añadió.
Vicente Sagarsazu, gerente de Nuevos Productos de Invap, dijo a Télam que “en lo técnico, hacer por segunda vez un satélite te refuerza todo lo anterior; desde lo político está es la demostración de un país de su voluntad de ser autónomos en materia de tecnología”.
“Estas cosas se logran con grupos de trabajo, acá desaparece el individualismo; no hay un genio que resuelve todo, esto es fruto del trabajo disciplinado de todos los días de cientos de personas que le entregan la vida a esto”, explicó
Sagarsazu contó que “en este mismo momento hay montones de técnicos nuestros en el centro de lanzamiento, que trabajan junto los cientos que se les suman desde la planta del Invap en Río Negro y dese la estación terrena de Benavídez; y a ellos hay que sumarle a los que desde estaciones de observación en distintos puntos de la Tierra van a producir datos que son fundamentales para la tarea de poner el Arsat-2 en su órbita”.
“Después del lanzamiento van a venir semanas de trabajo para poner el satélite en servicio, después será responsabilidad de Arsat la operación y nosotros en el Invap tomaremos el siguiente desafío tecnológico que nos presente alguna de las necesidades del país”, concluyó.