La ambiciosa agenda de Petro para la CELAC – Por Moisés Ninco Daza

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Moisés Ninco Daza *

La presidencia pro tempore de Gustavo Petro en la CELAC representa una oportunidad histórica para que Colombia asuma un rol protagónico en la integración latinoamericana, en un momento decisivo para el futuro de la región.

Si bien es notorio el posicionamiento de Colombia como un actor estratégico en el marco del avance de una nueva oleada progresista en América Latina y el Caribe, apalancado en el liderazgo internacional del Presidente Gustavo Petro, 2025 es un año particularmente especial en el que desarrolla un papel central para los procesos de integración y concertación en nuestro continente.

Y es que el Presidente Petro, quien fue electo por unanimidad como el primer mandatario colombiano en ejercer la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en toda su historia, no solo ha sido visible por sus intervenciones que desafían la cotidianidad protocolaria del multilateralismo en crisis, sino por el planteamiento de un proyecto regional que permite a América Latina y el Caribe integrarse efectivamente, proyectando esa unidad al mundo a través de un nosotros y una agenda común. En este texto señalaremos el contexto y contenido de dicha agenda.

Como resultado de la ejecución de una nueva política exterior progresista para Colombia basada en los preceptos de la Constitución del ‘91, inspirada en la tesis que Carlos Pizarro llamó siendo comandante del Movimiento 19 de Abril en 1986 como una “revolución abierta al mundo” y consignada en el programa Colombia: potencia mundial de la vida, nuestro país ha sido elegido para ejercer presidencias y coordinaciones de otros 4 mecanismos de integración y concertación regional en 2025: la Comunidad Andina (CAN), la Alianza del Pacífico, Unasur y la Asociación de Estados del Caribe (AEC). Además, ejerciendo la secretaría general de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA).

La tensión entre lo que el mandatario colombiano enuncia como la agenda multilateral y la “agenda de la soledad” está planteada. En cabeza de esta última se encuentra el Presidente Donald Trump, quien busca imponer los intereses de su administración por encima de las prioridades de cualquier agenda multilateral, en negociaciones bilaterales donde ejerce gran presión a través de sus factores de poder a los interlocutores. El Presidente Petro propone romper esta dinámica desde la interlocución a través de bloques con el país del norte: revitalizar el multilateralismo latinoamericano y caribeño.

De esta manera, uno de los primeros anuncios de la presidencia pro tempore colombiana es precisamente un calendario en el que se amplía la interlocución de la CELAC a través de diálogos con otros bloques y actores de la comunidad internacional. Dichos encuentros serán: el 13 de mayo con China, el 29 de mayo el Encuentro de la AEC en Montería, Córdoba, en septiembre cumbres con el Golfo Arábico y la Unión Africana, la cumbre con la Unión Europea en el marco de los quinientos años de la fundación de Santa Marta, el 11 y 13 de junio el Foro Mundial de Migración en Riohacha, Guajira, y en agosto la reunión de la OTCA en Bogotá D.C. Vale la pena aclarar que si bien estos dos últimos diálogos no se desarrollan en el marco del mecanismo CELAC, el Presidente Petro hizo énfasis en la necesidad de articular su participación como bloque.

Esta agenda contrasta con la de “la soledad”, tal como lo plantea el Presidente Petro, pues esta “se limita a extender un diálogo en dos sentidos: migración y bloqueos; mientras que la agenda de la cooperación y la ayuda es mucho más compleja.”

“Para la agenda de la soledad hay que hablar de migración y tratar al migrante como un criminal. ¿Lo aceptamos? Si aceptamos un solo migrante encadenado retrocedemos a la época en que llegaron los primeros barcos cargados de negros y negras africanas encadenadas. La soledad son las cadenas, podemos aceptarlas y ponérnoslas nosotros mismos. La ayuda común es quitarnos las cadenas”, dijo el mandatario colombiano.

Colombia plantea abordar la migración desde la atención de sus causas estructurales, además de superar la fallida guerra contra las drogas para propiciar esfuerzos en torno al desarrollo de las comunidades y la sustitución de economías ilícitas. Señaló el Presidente Petro: “pareciera que hay una diferencia geográfica, no científica, lo legal es la droga que se produce en el norte y lo ilegal es la droga que se produce en el sur. No es un problema de protección a los niños y las niñas porque sino el dinero que se usa en las cárceles se estaría usando para prevenir sus consumos.”

Colombia buscará desde la presidencia pro témpore lograr que la CELAC pase de la concertación a la acción y la integración prácticas, para lo cual el Presidente Petro propone acoger el concepto utilizado en la Unión Europea de consenso suficiente, que permite superar y reevaluar el poder de veto que ha afectado severamente la adopción de decisiones desde el mecanismo en su etapa más reciente, produciendo una sensación de estancamiento.

Así mismo, la propuesta de la nueva presidencia pro tempore es crear grupos de trabajo voluntarios entre países miembros sobre:

– Articular las fuerzas militares y policiales de América Latina y el Caribe con el objetivo de luchar contra la criminalidad organizada a escala internacional.

– Establecer una estrategia latinoamericana y caribeña hacia el fortalecimiento democrático de Haití.

– Superar completamente los bloqueos impuestos a Cuba y Venezuela.

– Avanzar en la construcción de una agencia de medicamentos que fortalezca la autosuficiencia sanitaria y la producción a nivel regional.

– Conectar la región a través de energías limpias.

– Establecer proyectos en torno a la inteligencia artificial, la construcción de una red de fibra óptica continental e impulsar el desarrollo digital.

– Cuidar la amazonia pues se trata del tercer pilar climático del Planeta.

“Estos grupos nos podrían permitir avanzar en aspectos concretos de superación de conflictos, de profundización democrática y pacífica, y de integración como proyectos específicos”, es el planteamiento del Presidente Petro.

En definitiva, si tenemos en cuenta que la CELAC es el único organismo que reúne a las 33 naciones latinoamericanas y caribeñas y cuenta con la capacidad política de fungir como “Canciller” de nuestra región, la IX Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno en Tegucigalpa fue uno de los hechos políticos más contundentes respecto al avance de las tensiones entre Estados Unidos y el resto del mundo, llegando incluso a plantear en su declaración la propuesta de que una persona nacional de un Estado miembro ocupe la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas.

De tal manera que la presidencia pro tempore colombiana significa una gran oportunidad para que el Presidente Petro lidere la construcción de la unidad continental, lo cual dependerá además del alineamiento con su ambiciosa estrategia de las y los funcionarios de la Cancillería colombiana, que ha sido históricamente funcional a intereses extranjeros, como de la capacidad de las y los jefes de Estado y de Gobierno de la región para dialogar de manera constructiva desde la diversidad política que representan.

Me atrevería incluso a concluir sin riesgo a equivocarme que no ha existido un momento tan propicio como este para que Colombia asuma un rol protagónico en la integración latinoamericana desde los tiempos de Simón Bolívar y la Gran Colombia, ad portas de la conmemoración por los doscientos años de un Congreso Anfictiónico de Panamá que propuse personalmente al Presidente Petro recrear, esta vez con resultados satisfactorios para nuestro continente.

*Dirigente social y político. Ex embajador de Colombia en México. Integrante del comité político nacional del Pacto Histórico

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