Empezar perdiendo: la desigualdad de género en el ecosistema deportivo
Por Lucía Chu
Especialistas de la ONU, la Unesco y protagonistas del ecosistema deportivo uruguayo dialogaron sobre los beneficios de la práctica deportiva para las mujeres, así como sobre las barreras que enfrentan en un sector ampliamente masculinizado.
“Con la celeste en el pecho somos doble hombres”, rezaba una gran imagen de Obdulio Varela ubicada justo detrás del atril en el que expusieron las participantes del conversatorio “Género y deporte: claves para construir igualdad en el ecosistema deportivo”, convocado en el Museo del Fútbol del estadio Centenario.
“La práctica del deporte representa la imagen del varón: sus atributos como la fuerza, la competencia, la actitud competitiva y la velocidad. Por eso, las mujeres, que ingresan más tardíamente en este ámbito, deben enfrentar muchos de estos estereotipos, que se convierten en obstáculos discriminatorios en el mundo del deporte”, afirmó Magdalena Furtado, directora de Programas de ONU Mujeres Uruguay, la primera expositora del conversatorio, luego de llamar la atención sobre el cuadro a sus espaldas y de que la actividad —a la que asistieron casi exclusivamente mujeres— se desarrollaba en una sala rodeada de fotos de hombres y de proezas futbolísticas de Uruguay. Tan representativo como irónico.
En el encuentro, organizado por ONU Mujeres y Unesco, se ahondó en los beneficios que las prácticas deportivas tienen sobre el desarrollo y el sentido de pertenencia de las niñas y mujeres en la sociedad, su autonomía física y corporalidad y el impacto en su confianza, así como en las innumerables barreras que enfrentan para hacerse lugar en un deporte y permanecer en él, enfrentándose a estereotipos, comparaciones con sus colegas masculinos, discriminación por género y en muchos casos, acoso, abuso y violencia.
Para la exfutbolista Juliana Castro, goleadora histórica del fútbol femenino uruguayo, la primera “de muchas” barreras llegó a los seis años cuando le “picó el bichito para jugar al fútbol” y decidió acercarse al Centro Recreativo Porongos Fútbol Club de Trinidad. El club le abrió las puertas y empezó a jugar, pero había un problema: “No había un estatuto que dijera que las niñas podían jugar con los niños”. Sus padres “movieron cielo y tierra durante un año para que hubiera una evidencia física, psicológica, de que sí, las niñas estaban capacitadas para jugar con los niños”.
Desde entonces, a pesar de haber logrado mucho, Castro sostiene que sigue enfrentando limitaciones y “tratando de vencer cada una hasta el día de hoy”. Reconoce que, en comparación con sus inicios, hoy en día el fútbol femenino tiene más espacios, pero, aun así, Uruguay está “todavía bastante estancado” en comparación con otros países, principalmente en cuanto a oportunidades y condiciones. “Hay muchas niñas, adolescentes, mujeres, que quieren realizarlo [el deporte], pero las condiciones son desgastantes, son mínimas”, asegura.
La boxeadora Camila Piñeiro también recuerda con claridad el momento en que se dio cuenta de que la tendría más difícil por ser mujer. En el panel de profesionales junto a Castro y la esgrimista paralímpica Marta Perassa, Piñeiro relató cómo se promocionó una de las primeras veladas de boxeo en las que participó siendo adolescente: “Gran velada de boxeo, excelentes peleas. También habrá peleas femeninas”, distinguían los folletos del evento. “Pero ¿cómo? Yo quiero ser una de esas grandes peleas”, recuerda haber pensado.
Según la ONU, la tasa de abandono del deporte en niñas de 14 años duplica a la de los niños
Lisa Solmirano, especialista de ONU Mujeres Argentina, señaló a la diaria que la posibilidad de practicar deporte permite a mujeres y niñas, más allá de los beneficios físicos, “tejer redes que las conectan con otras, lo que resulta fundamental para sus proyectos de vida, pero también en “los casos en que las mujeres sufren violencia”. En su exposición, Solmirano sostuvo que la práctica del deporte es fundamental para ganar autoestima, confianza y para “adquirir habilidades que nos permiten transitar diferentes desafíos que tienen mucho más las mujeres y las niñas por vivir en entornos donde se sufre mucha más discriminación”.
La subsecretaria nacional de Deporte, Gabriela Freire, en su primera intervención pública desde que asumió, destacó que la nueva administración trabaja “el deporte, la actividad física y la educación física como un derecho, no como una vía para algo”, y, en ese sentido, también el acceso al derecho “en clave de género”. Freire se refirió al “derecho al goce” de las mujeres en la actividad física y a su valor como “espacio de conocimiento de nuestro cuerpo” y de “encuentro con otras corporalidades”.
Al respecto, Solmirano afirmó que el peso de los estereotipos sobre la imagen corporal de las mujeres puede “llegar a ser determinantes a la hora de llevar adelante una actividad o no”. Por ello, la posibilidad que ofrece el deporte de generar una imagen corporal positiva “también es un factor central”.
Las limitaciones a la continuidad de las mujeres en las prácticas deportivas llegan desde temprano. Solmirano sostuvo que “las estadísticas señalan que las mujeres adolescentes abandonan en un porcentaje mucho mayor la práctica del deporte que los varones adolescentes”. Esto se debe a que es la edad en la que “se empiezan a definir mucho más los roles de género de forma más estereotipada, y entonces a las mujeres se les asignan más otro tipo de roles vinculados a los cuidados, vinculados al hogar, y a los varones, obviamente, se les fomenta que practiquen deporte”. Esta primera barrera se traduce en una “menor oferta deportiva para las niñas, menor calidad de las instalaciones, falta de políticas de protección”, aseguró.
Por otro lado, en el deporte profesional, la violencia y el abuso que sufren las mujeres es “aún un tabú que se mantiene por diversas razones”, dijo Giselle Burbano, especialista del Sector de Ciencias Sociales y Humanas de Unesco. Entre ellas, “el hecho de que no haya acceso equitativo a financiamiento para la práctica deportiva de mujeres”, lo cual hace que mujeres deportistas callen y sufran solas.
Participación de las mujeres en los puestos de toma de decisión
Un estudio realizado por ONU Mujeres en Argentina, Brasil y Ecuador analizó la presencia de mujeres en las comisiones directivas de las federaciones nacionales y entes de los deportes más importantes de esos país,es y arrojó las bajas cifras de ,2.05% en Argentina, 31,16% en Brasil y 19,58% en Ecuador, mientras que la participación de mujeres en presidencias de las instituciones era del 5,26% para Argentina, del 0% para Brasil y del 23,08% para Ecuador.
Fomentar el liderazgo de las mujeres en el ecosistema deportivo “tiene que ver con la decisión política de que más mujeres participen y también con romper con los estereotipos de que las mujeres no están, que el deporte no es para ellas y que no es una actividad en la que ellas sean competentes”, acotó Solmirano a la diaria.
Freire, hoy en un rol de decisión en el ecosistema deportivo uruguayo, también consideró una decisión política que de “siete cargos políticos que hay en la Secretaría Nacional del Deporte, cuatro sean mujeres”. Para la subsecretaria, “no se entiende” cómo la participación activa de mujeres en los ámbitos deportivos “no se ve en los espacios de poder”. En pos de lograrlo, afirmó que se deben “generar políticas para que más mujeres puedan ocupar esos espacios”.
Dánae Andrada, segunda vicepresidenta del Comité Olímpico Uruguayo (COU) y presidenta de la Federación Uruguaya de Hockey sobre Césped, consideró que tal vez se tengan “que generar cambios haciendo obligaciones” para que haya más mujeres en las tomas de decisión de las federaciones. “¿Y tenemos que obligarlos? Y sí, tenemos que obligarlos”, se respondió.
Para Solmirano, “incorporar la perspectiva de género en la gestión deportiva implica, fundamentalmente, identificar y abordar las barreras que enfrentan las mujeres”. Esto es necesario para que la oferta deportiva dirigida a ellas “considere tanto las barreras objetivas como las subjetivas que deben afrontar”. En ese sentido, consideró clave la creación de espacios libres de violencia y con tolerancia cero, y de políticas de conciliación de la vida familiar-laboral.

“Los medios de comunicación no solamente cubren poco las carreras atléticas de las mujeres, sino que también las cubren mal”
En diálogo con la diaria, la boxeadora Camila Piñeiro valoró a Chris Namús como la pionera que “abrió las puertas al boxeo femenino”. “Creo que todas las boxeadoras que estamos hoy en día nos acercamos al club de boxeo porque ella fue campeona del mundo”; sin embargo, reconoce que Namús tuvo que lograr ese título mundial, lo que nunca nadie había logrado, “para que se la reconociera”. Piñeiro considera que en Uruguay hay “falta de reconocimiento” a las boxeadoras femeninas, pero “están algunas condiciones dadas”, mientras que a nivel internacional “el boxeo sigue siendo todavía un lugar muy poco seguro para las deportistas”.
La presencia de referentes femeninos tiene un claro efecto sobre las barreras subjetivas que enfrentan las deportistas. Las role models siempre son necesarias, y los medios juegan un papel importante tanto en su representación como en la forma en que lo hacen. Para Solmirano, “los medios de comunicación no sólo cubren poco las carreras atléticas de las mujeres, sino que también las cubren mal”; en tanto, muchas veces hacen una representación estereotipada que no se focaliza en las capacidades deportivas de las mujeres.