ADN y el correísmo necesitan al menos 41 mil voluntarios para hacer control electoral en todo el país
La Revolución Ciudadana y ADN se enfrentarán en la segunda vuelta electoral por la Presidencia de la República y tienen la tarea de reforzar sus mecanismos de control durante las votaciones para vigilar la transparencia del proceso.
Las organizaciones políticas pueden tener un observador en cada junta receptora de voto, en los centros de escaneo y de digitalización de datos, así como en las juntas provinciales, que a escala nacional son 41 mil. Sin embargo, no todos los movimientos tienen capacidad de cubrir todos esos espacios.
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La Revolución Ciudadana cuenta con 38 mil delegados, que se distribuyen en los recintos más grandes y que reciben capacitaciones previamente para estar atentos ante novedades. El encargado de ese sistema es Andrés Arauz, secretario del movimiento.
Mientras que, en ADN, el objetivo es sumar 41 mil observadores. Para ello, activaron la iniciativa Cuida tu voto en la que ya se han inscrito unos 10 500 voluntarios. La encargada de ese proceso es la candidata a la vicepresidencia, María José Pinto.
Ambos movimientos políticos han expresado su desconfianza en el sistema del Consejo Nacional Electoral (CNE). La candidata del correísmo, Luisa González, dijo que la presidenta del organismo, Diana Atamaint, «ha sido la jefa de campaña de Daniel Noboa, permitiendo que se cumplan y que se cometan irregularidades».
Mientras que, asambleístas electos y excandidatos de ADN han reclamado por supuestas inconsistencias en las actas de ciertos recintos. Por ejemplo, Giovanna Ubidia, aspirante por Pichincha, objetó la decisión de la Junta Provincial sobre no abrir las urnas para revisar 180 actas, a pesar de que asegura que se identificaron votos que no fueron contabilizados.
La diferencia de resultados entre los candidatos a asambleístas y a la Presidencia fue mínima, a Noboa le separan solo 18 mil votos de González, lo que significa que en el segundo balotaje cada papeleta podría marcar la diferencia.
Vigilar el proceso electoral desde las votaciones hasta que la información se carga en la nube del CNE y se publica en la página web, puede ser determinante para definir un ganador, así como para que el perdedor acepte la derrota.
DANIEL NOBOA GOBIERNA CON HECHOS 🇪🇨 🧬
Más de 260 mil ecuatorianos ya recibieron la devolución del IVA porque este gobierno cumple y protege a su gente con acciones reales.✅ Justicia social en marcha
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¿El proceso electoral es susceptible a fraude?
Medardo Oleas y Carlos Aguinaga, expresidentes del extinto Tribunal Supremo Electoral, explican que todo sistema es vulnerable a fraude, pero que se pueden tomar ciertas previsiones para evitarlo.
Por un lado, caben las posibles vulneraciones durante las votaciones. Oleas cuenta que en el pasado había un mecanismo de fraude mediante el cual las organizaciones políticas entregaban a ciertos votantes papeletas ya marcadas y les pedían que extraigan las originales. Ahora, la impresión de los documentos electorales incluye marcas de seguridad imposibles de imitar que impiden ese tipo de trampas.
Sin embargo, ambos analistas alertan que la nueva modalidad de fraude al momento de la votación es la compra de los sufragios a favor de determinada opción. Por ello, el Consejo Nacional Electoral ha planteado la posibilidad de prohibir el uso de celulares cuando los ciudadanos estén en el biombo, como una manera de prevenir que tomen fotos de la papeleta y así exijan el pago a cambio del voto.
Los expertos también hablan de extorsiones de grupos de delincuencia organizada, es decir, que exijan el apoyo a un candidato a cambio de que no tomen represalias en contra. Esta modalidad puede ser incluso masivamente, es decir, a todo un pueblo o un barrio.
Estas formas de atentar contra un proceso democrático se pueden prevenir con la presencia de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y delegados del CNE, en todo el territorio, para detectar las amenazas a tiempo.
Luego de las votaciones, comienza el conteo de votos y llenado de actas que se envían a los Centros de Digitalización de Actas (CDA), trasladadas por militares. Cada cuatro recintos, uno tiene infraestructura para ese trabajo.
Ahí se escanean los documentos y el sistema identificará a qué recinto corresponde y si tiene los sellos de seguridad que garantizan su autenticidad. Los digitadores no conocen a qué candidato corresponde el número de votos, por lo que efectuar fraude en ese punto resulta complejo.
Mediante una robustecida infraestructura informática, se envían los documentos al Centro de Datos Principal. Los resultados se almacenan en una nube y posteriormente se publican en la página web.
Aguinaga dice que los ataques informáticos podrían registrarse al sistema de la digitación de datos o incluso también en el almacenamiento. Aunque el CNE no utiliza Internet para evitar esa vulnerabilidad.
La tarea de los delegados de las organizaciones políticas es rastrear las actas desde que salen de los recintos electorales hasta que se publican en el sitio web del consejo y comprobar que la información que contiene es la misma que registraron los miembros de las juntas receptoras del voto.
Hay movimientos y partidos que levantan toda una infraestructura informática para cargar la información en tiempo real y comparar el procesamiento propio con el del CNE.