Javier Milei: ¿corrupto o estúpido?
Por Daniela Pacheco *
El presidente que dijo que llegaba a combatir a la “casta”, la clase política rancia en Argentina, terminó siendo igual o peor que aquellos a quienes denunciaba, en su estrategia de máxima fragmentación y amenazas. Ese distintivo que utilizó para referirse a su enemigo, a cualquier otro u otra que pensara diferente, regresó como un bumerán.
El pasado viernes, Milei promocionó en su cuenta de X, cuyos seguidores alcanzan los 3.8 millones, a $Libra, una nueva criptomoneda que supuestamente ayudaría a las pequeñas y medianas empresas. Rápidamente, la criptomoneda subió como espuma y su valor llegó hasta los 4.400 millones de dólares. No obstante, así como subió, cayó, y luego de que unas pocas billeteras digitales retiraron casi 90 millones de dólares, se desplomó. El nombre de la criptomoneda parecía aludir al partido político, La Libertad Avanza, o al menos, a su postura libertaria.
En una entrevista hecha a su medida, de la que después perdió el control al difundirse las imágenes en las que pactaba preguntas a conveniencia con Jonatan Viale, periodista del canal argentino TN, y en las que su equipo controlaba las respuestas, Milei se deslindó del hecho porque tuiteaba como “ciudadano” y porque se trata de un “problema entre privados”.
Cuando se concibe a lo público como un elemento burocrático prescindible y se privilegia a la supuesta objetividad de la economía, las decisiones económicas favorecen a las élites y desdibujan las necesidades de las mayorías.
No es la primera vez que Milei recurre a su discurso de libertad absoluta para justificar desregulaciones y experimentos financieros que favorecen a unos pocos, mientras la mayoría pasa hambre en Argentina; más de la mitad de su población vive en condiciones de pobreza. No en vano, el 2024 fue declarado como el “Año de la Defensa de la Vida, la Libertad y la Propiedad” por su Gobierno; una burla en las narices de la gente. ¡Una estafa maestra!
Lo que sucedió con $Libra no es solo una buena intención que salió mal, o que unos cuantos corruptos se aprovecharon de la buena voluntad del Presidente, como lo quieren hacer ver Milei —que estos días dejó de ser león y se volvió gatito—y sus ministros, sino la clara estampa de un modelo de gobierno que juega con lo público para alimentar la especulación descontrolada y sus deseos privatizadores. ¿No que los mercados se autorregulan de manera eficiente, siempre?
Hayden Mark Davis, uno de los directivos de $Libra, dijo estar dispuesto a devolver el dinero a los inversores que se vieron afectados, pero aseguró que espera que el equipo de Milei le de instrucciones para avanzar.
Al reducir todo a un problema entre privados, en el que el Estado “ no quiere intervenir”, su “mano invisible” asegura que la casta, los poderosos, los corruptos, continúen en su posición de privilegio a costa de los derechos del pueblo argentino.
Como explica Rafael Correa, economista y expresidente del Ecuador, la economía está cargada de ideología y muchas decisiones económicas responden a intereses políticos y de élite, más que a principios científicos.
El discurso anarco-capitalista de Miliei, —adjetivo con el que también se autodenomina el mandatario argentino—, y que rechaza cualquier regulación en nombre del mercado, deja un resultado brutal: un presidente que, lejos de buscar el bienestar de su pueblo, lo deja expuesto incluso a estafas financieras promocionadas por la propia figura presidencial, mientras trata a su país como un casino.
Argentina ha sido uno de los países con mayor adopción de criptomonedas, pero sin un marco regulatorio sólido, convirtiéndolo en un blanco fácil para los fraudes; en 2024 fue el país con mayor uso de criptomonedas de América Latina.
La pregunta inicial continúa: ¿Milei es un corrupto o simplemente un ignorante en la materia de la que tanto se jacta de ser un experto? Tal vez la respuesta es que ambas posibilidades son ciertas. En palabras del propio mandatario argentino para calificar a sus adversarios, resultó ser «el perfecto dinosaurio idiota». ¿A qué zurdos les echará la culpa ahora?
*Comunicadora social y periodista. Asesora de gobiernos progresistas. Analista política. Colaboradora del Instituto para la Democracia Eloy Alfaro. IDEAL