“Gloria Amor, volvimos”: el Frente Amplio regresa con nuevos desafíos históricos
Por Diego Roselli González*
“Gloria amor, volvimos” fue la frase de una joven que se volvió viral la noche que el Frente Amplio (FA) ganó las elecciones. Esas tres palabras expresan la alegría y la esperanza de un sector importante de la población que ve en este triunfo el inicio de un nuevo ciclo político. Hoy, con la asunción de Yamandú Orsi como presidente, esa esperanza se materializa, pero también llega acompañada de grandes desafíos. ¿Qué significa este nuevo período para el Frente Amplio y para Uruguay?
Yamandú escucha, dialoga y es cercano
Yamandú Orsi es el nuevo presidente de Uruguay y es un símbolo de cambio dentro del FA. Con un estilo marcado por el diálogo, la escucha y la cercanía, representa una evolución en el liderazgo progresista. Su figura, vinculada con la de José Mujica, el ícono viviente del FA, se conecta con él a través de valores compartidos: la humildad y el compromiso con los más vulnerables. A esto le agrega la gestión pragmática probada en 20 años de experiencia en la Intendencia de Canelones.
Sin embargo, no llega solo, lo hace acompañado de una nueva generación de dirigentes que tienen el desafío de estar a la altura de la historia. Este relevo generacional es una oportunidad para renovar el proyecto progresista, pero también una responsabilidad enorme: mantener los principios del Frente Amplio mientras se adaptan a las demandas de una sociedad que ha cambiado profundamente en los últimos años.
Un escenario inédito: Sin mayoría y con desafíos urgentes
Por primera vez en su historia, el Frente Amplio asume el gobierno sin mayoría en la Cámara de Diputados. Este escenario obliga a construir acuerdos y negociar con otros partidos, algo que pondrá a prueba la capacidad de Orsi y de Carolina Cosse, como Vicepresidenta, para liderar desde el consenso. Más allá de esto, hay desafíos urgentes que no pueden esperar.
El empleo es uno de ellos. En los últimos meses, Uruguay ha perdido un número importante de puestos de trabajo, y recuperarlos será una prioridad. La violencia, por su parte, se ha convertido en el principal tema de preocupación para los uruguayos, según todas las encuestas. Orsi y su equipo deberán abordar este problema con estrategias integrales que combinen seguridad, prevención y políticas sociales.
Y luego está la pobreza infantil, que se ha señalado como el principal problema social a resolver en este período. Combatirla no sólo es una cuestión de justicia, sino también de futuro: un país que no cuida a sus niñeces está condenando su propio desarrollo.
En medio de estos desafíos, hay una oportunidad que no se puede desaprovechar: la apuesta por la ciencia, la tecnología y la innovación como motores de un nuevo modelo de desarrollo, un compromiso que fue plasmado en el programa de gobierno. Uruguay tiene el potencial para dar un salto cualitativo en su crecimiento económico, pero para ello necesita incrementar la inversión en educación, investigación y desarrollo tecnológico. Esta será una de las claves para construir un futuro más próspero y equitativo para toda la población.
La política internacional: Uruguay en un mundo en transformación
En un escenario global marcado por la incertidumbre y las tensiones, donde las esferas de influencia parecen recobrar importancia, la política exterior será otro de los pilares de este nuevo gobierno. Mario Lubetkin, futuro Canciller, ha señalado que fortalecer el Mercosur y la CELAC será una prioridad, así como mejorar el relacionamiento con los países emergentes. Uruguay debe posicionarse como un país de diálogo, encuentro y promotor de la paz, así como un actor de relevancia en la región.
El preacuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea está en la agenda y en el horizonte cercano. Si bien puede ser una oportunidad, el escenario incierto todavía no se cristaliza. Uruguay deberá trabajar para evitar que el Mercosur se fracture o se paralice y la capacidad de Orsi para liderar en este ámbito será clave para mejorar la inserción internacional del país.
Tiempo de gobernar
El retorno del FA al gobierno es, sin duda, un momento histórico. Pero no es solo tiempo de festejar, llegó el tiempo de actuar. La frase “Gloria amor, volvimos” no sólo expresa alegría, es también una demanda: la de construir un Uruguay más justo, inclusivo e igualitario.
Yamandú y su equipo tienen un desafío enorme por delante. Deben enfrentar problemas urgentes como el empleo, la violencia y la pobreza infantil, mientras construyen consensos en un nuevo escenario político. Deben conducir un cambio generacional dentro del FA, manteniendo sus valores y adaptándose a los nuevos tiempos. Deben hacerlo en un mundo incierto y en transformación, donde Uruguay tiene la oportunidad de posicionarse como un actor relevante y respetable de mediación y diálogo.
Este nuevo ciclo está lleno de esperanza y de responsabilidades, de oportunidades para renovar su proyecto progresista y de demostrar que está a la altura de las circunstancias. Los desafíos están planteados. Ahora es tiempo de gobernar para las grandes mayorías con decisión y visión de futuro.
* Es licenciado en economía por la UdelaR, maestrando en estrategia nacional por el CALEN y miembro del Serpaj.