Las reformas a la Constitución Política de Nicaragua plantean un nuevo orden jurídico para la defensa de la soberanía de este territorio, en correspondencia a la lucha antiimperialista que inició el general Augusto C. Sandino (1895-1934), valoró en entrevista con Sputnik, el presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras.
Los cambios a la ley fundamental de este país, reflejan la evolución del “modelo revolucionario” que se gesta en Nicaragua ante la injerencia del imperialismo norteamericano y el colonialismo europeo, reeditadas en el golpe fallido de 2018, a juicio de Porras.
“Lo que ratifica es cuál es la posición de los nicaragüenses frente a los intentos de injerencismo y frente a los intentos de quitarnos nuestra soberanía”, argumentó el legislador en referencia a la historia de luchas contra el colonialismo español, la ocupación de los Estados Unidos (EEUU) en los últimos siglos y las pretensiones actuales, a través del financiamiento a organismos no gubernamentales (ONG) y otros actores.
Desde abril hasta junio de 2018, Nicaragua sufrió un intento de golpe de Estado que dejó cerca de 300 civiles y policías asesinados, así como daños superiores a los 28.000 millones de dólares.
Financiamiento del golpe
El Gobierno de Nicaragua denunció entonces a dirigentes de la empresa privada, ONG y obispos católicos, de recibir recursos de la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y de instancias de la Unión Europea para financiar el golpe.
“En ese sentido está claro de que la derrota que sufrieron nuevamente los yanquis en el 2018, con el intento de golpe de Estado, queda sellada con esta Constitución; pero toda la historia del pueblo nicaragüense es una historia permanente de lucha por esta construcción de una patria libre, soberana, independiente y revolucionaria, y eso es lo que significa esta Constitución”, reafirmó Porras.
El nuevo fundamento constitucional ratifica como “traidor a la patria” a todo aquel ciudadano de este país que participe en acciones criminales contra el Estado.
“Aquí la Constitución deja claro y sella de que todo aquel que atente contra ella, contra sus principios, contra sus planteamientos, es un traidor a la patria y de esta forma está claro de que no lo vamos a volver a permitir”, declaró el diputado sandinista.
Historia de defensa soberana
Recordó que Nicaragua tiene una arraigada defensa por su soberanía que llegó hasta la Corte Internacional de Justicia de La Haya, por la agresión que financió EEUU contra la Revolución Popular Sandinista (1979-1990), que provocó más de 50.000 muertes y más de 17.000 millones de dólares en daños.
Para el jefe del Legislativo de este país, las actuales amenazas del expansionismo estadounidense contra naciones son las mismas pretensiones de dominio de EEUU contra Nicaragua en su historia contemporánea.
“Lo que estamos viendo, al ver al presidente [Donald] Trump con esa actitud y con esas acciones, a nosotros no nos extraña, esa es la cara verdadera del imperialismo. Está más claro, esa es la cara del injerencismo, del imperialismo, del ataque a los derechos humanos, del ataque a la humanidad. La Constitución nos permite enfrentar [esa] situación, pero no es de extrañar, así que esa cara que está poniendo el imperialismo, es su verdadera cara y nosotros la conocemos”, consideró Porras.
La Asamblea Nacional finalizó el 30 de enero, la aprobación total de la Ley Parcial de Reformas a la Constitución Política de la República de Nicaragua en segunda legislatura, con el respaldo de los 91 legisladores que componen el Parlamento.
“Poder del pueblo”
Esta Constitución define a Nicaragua como un Estado revolucionario en el que “el poder del país reside y lo ejerce el pueblo”, con la participación protagónica de las mujeres en todos los ámbitos políticos en equidad de género.
En este sentido, la paridad entre hombres y mujeres se constituye desde la Presidencia de la República, con la figura del copresidente y la copresidenta de esta nación, ejercidas desde ya por los mandatarios Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes podrán nombrar a sus vicepresidentes.
Además, la nueva carta magna prolonga de cinco a seis años el período de elección presidencial, legislativa y municipal; convierte a la Presidencia, en el rector de los órganos Electoral, Judicial y Legislativo.
De acuerdo con el nuevo articulado, los nicaragüenses tienen derecho “a la salud y a la educación gratuita y de calidad”, además garantiza el acceso a la cultura, al deporte y a la recreación; a la seguridad alimentaria y nutricional; el acceso a servicios básicos, como agua potable, saneamiento y energía; a una vivienda digna y segura, y a la promoción de la economía creativa”.
Derechos ratificados
Al respecto, el presidente del Legislativo, aseveró que todos los derechos ratificados en la reforma fueron institucionalizados por la primera administración sandinista de la Revolución de 1979; los mismos derechos fueron restituidos desde 2007, con la elección del presidente Daniel Ortega, tras serle negado a la población por el neoliberalismo que gobernó entre 1990 y 2006.
“Por eso es que dejamos claramente establecido que este es un Estado revolucionario. Ahora, este es un concepto que tiene grandes repercusiones en el pueblo nicaragüense (…) a partir de esta etapa, el modelo revolucionario tiene que evolucionar a lo largo de los años venideros, pero ya no tiene retroceso”, agregó.
De tal manera, que este cambio institucional fortalece el modelo revolucionario basado en la “persona, familia y comunidad” en el que se asienta la estrategia de lucha contra la pobreza que Nicaragua impulsa desde la administración sandinista, que de acuerdo a Porras, consolida el crecimiento económico retomado tras el golpe fallido.
“Trataron de dar el golpe de Estado, cayó ese camino de crecimiento y hoy venimos recuperando ese camino de crecimiento (…) de tal forma de que eso es lo que va a garantizar que derrotemos la pobreza con más hospitales, con más infraestructura, con carretera, con todo el desarrollo que se genera necesario y con la hermandad y amistad de los pueblos que con respeto mutuo nos apoyemos”, manifestó Porras.
En esta nueva Constitución Política, Nicaragua retoma su propuesta de fundación del “latinoamericanismo y la acción de la gran patria caribeña”, para lograr un nuevo orden mundial multipolar, finalizó el presidente del Parlamento de este país centroamericano.