Ecuador: entre el Legado Progresista y los Desafíos Actuales – Por Blanca López

758

Ecuador: entre el Legado Progresista y los Desafíos Actuales

Por Blanca López*

La disputa política en Latinoamérica se inscribe en una contienda ideológica de alcance global, y Ecuador no es la excepción. En los últimos años, dos corrientes han configurado el panorama regional. Por un lado, el progresismo, que tras una etapa predominante a inicios del siglo XXI, ha experimentado un resurgimiento con el retorno de Lula da Silva en Brasil, la elección de Gustavo Petro en Colombia y Gabriel Boric en Chile, así como las recientes victorias de Claudia Sheinbaum en México y Yamandú Orsi en Uruguay.

Por otro lado, el avance del neoliberalismo se ha consolidado en diversos países, destacándose Ecuador, con la administración actual de Daniel Noboa; Paraguay, bajo la presidencia de Santiago Peña; y Argentina, donde Javier Milei encarna, quizá, su versión más extrema.

En este escenario de confrontación ideológica, Ecuador atraviesa una coyuntura electoral particularmente tensa. La contienda se desarrolla en un contexto de desigualdad, en el que el actual presidente y candidato a la reelección ha incurrido en prácticas que desafían los principios constitucionales y las disposiciones normativas del Código de la Democracia, sin que el Consejo Nacional Electoral adopte medidas correctivas. Esta omisión institucional pone en entredicho la transparencia y legitimidad del proceso electoral en curso.

Por ello, las elecciones del 9 de febrero se perfilan como un punto de inflexión tanto para la dirección política del país como para la consolidación del bloque progresista en la región. En este contexto, la principal oposición al oficialismo, según las encuestas, es la abogada Luisa González Alcívar, candidata presidencial por la Revolución Ciudadana, organización política que gobernó Ecuador entre 2007 y 2017 bajo el liderazgo del expresidente Rafael Correa Delgado, periodo en el que obtuvo un significativo respaldo popular debido a su modelo de inversión social como eje del desarrollo.

Un Modelo Alternativo de Desarrollo

Durante una década de gobierno, el liderazgo del economista Rafael Correa Delgado estuvo marcado por un proceso de transformación que logró importantes victorias electorales respaldadas por el voto popular. Sin embargo, el proyecto de la Revolución Ciudadana, generó una fuerte oposición por parte de sectores tradicionales de poder, que vieron en sus políticas de redistribución y fortalecimiento del Estado una amenaza a sus intereses.

Los avances en materia social y económica durante este período fueron sustanciales. La ampliación de derechos para trabajadores y sectores vulnerables, así como la mejora de los servicios públicos y una importante inversión en infraestructura evidenciaron un modelo de desarrollo centrado en la equidad y la justicia social. No obstante, el proyecto fue objeto de una constante campaña de desprestigio, impulsada por sectores mediáticos y políticos adversos; que, ante la imposibilidad de derrotarlo en las urnas, recurrieron a mecanismos como el «lawfare», utilizando el sistema judicial para debilitar y perseguir a sus principales líderes políticos.

A partir de entonces, los gobiernos siguientes adoptaron una orientación neoliberal, con políticas que promovieron la reducción del Estado, la privatización de sectores estratégicos y la flexibilización laboral. Estas medidas, lejos de generar estabilidad, profundizaron las brechas de desigualdad y afectaron la capacidad estatal para garantizar derechos y brindar servicios públicos de calidad.

Actualmente, Ecuador enfrenta una crisis estructural que se manifiesta en el deterioro del tejido social, el aumento de la inseguridad y el debilitamiento de las instituciones. La falta de una planificación de largo plazo y la concentración del poder en sectores específicos han limitado la capacidad de respuesta del Estado ante los desafíos económicos y sociales del país

En este contexto, el progresismo enfrenta el reto de trascender la resistencia y consolidar nuevas propuestas que respondan a las demandas actuales de la ciudadanía. La Revolución Ciudadana, que en su momento posicionó a Ecuador como un referente de desarrollo en la región, ahora trabaja en el fortalecimiento de su estructura y la incorporación de nuevas dinámicas que fortalezcan la democracia participativa y la justicia social.

Si bien, actualmente la Revolución Ciudadana no es Gobierno, la representación del movimiento en diversos espacios locales ha permitido la implementación de modelos alternativos de gestión. En las elecciones seccionales del año 2023, el respaldo ciudadano se tradujo en la obtención de alcaldías, prefecturas y juntas parroquiales, consolidando una presencia territorial significativa.

Un ejemplo de esta gestión se encuentra en la administración municipal de Guayaquil, liderada por el alcalde Aquiles Álvarez. En nuestra ciudad, la obra pública, los servicios y los proyectos han sido diseñados con un enfoque social, priorizando la recuperación del espacio público y su accesibilidad para todos los ciudadanos. Estas iniciativas buscan no solo mejorar la calidad de vida, sino también fortalecer la cohesión comunitaria y generar mecanismos de participación ciudadana en la gestión local.

Desde estos espacios de gobierno, el objetivo es continuar impulsando un modelo de país que fortalezca el rol del Estado como garante de derechos, promueva el desarrollo con equidad y fomente la participación democrática como pilar fundamental de la gestión pública.

Es bajo este modelo que la Revolución Ciudadana logró profundas transformaciones sociales y económicas durante los años 2007-2017, y ahora se replica desde los gobiernos locales que representan la continuidad y mejoramiento del proyecto.

Renovación del Liderazgo y Continuidad del Proyecto Político

Es en esta línea de consolidación de un proyecto político que priorice el bienestar colectivo, que toma aún más fuerza la renovación de liderazgos desde la organización popular y los procesos de formación política-ideológica. En el escenario actual, se vuelve indispensable solidificar las estructuras que sostengan los procesos de transformación social y económica.

Por ese motivo, la Revolución Ciudadana promueve los nuevos liderazgos que asuman la responsabilidad de seguir impulsando políticas progresistas adaptadas a los desafíos actuales y expectativas que tiene la ciudadanía.

En definitiva, para la continuidad del proyecto político y la recuperación del poder para encauzar nuevamente al Ecuador hacia la senda del desarrollo, es fundamental fortalecer los liderazgos que surjan desde la organización popular y militante.

*Blanca López Castro, a sus 24 años, es la vicealcaldesa más joven en la historia de Guayaquil. Elegida concejala por el Distrito 1 de Guayas, misma circunscripción por la cual fue electa asambleísta alterna en 2021, en ambas ocasiones por el movimiento político Revolución Ciudadana. Su gestión como concejala y vicealcladesa se ha caracterizado por un enfoque en causas sociales, igualdad de género, medio ambiente y cultura. En el Concejo Municipal, lidera tres comisiones legislativas y participa activamente en otras cinco. En su rol como concejala de Guayaquil, ha presentado proyectos de ordenanza enmarcados en el manejo integral de incendios forestales y, en la prevención, vigilancia y reducción de la desnutrición crónica infantil. Además, encabeza las mesas de seguridad vial, ambiente y cultura. Desde noviembre 2023 es Secretaria Nacional de Jóvenes de la Revolución Ciudadana, espacio donde se estructuran las direcciones de juventudes en las provincias del Ecuador, junto a quienes se construyeron las propuestas de los jóvenes en educación, empleo, innovación, seguridad, salud, entre otros, para el Plan de Gobierno de la candidata presidencial, Luisa González.

Más notas sobre el tema