Amazonía y delitos ambientales – Por Hugo Cabieses Cubas
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Hugo Cabieses Cubas*
Los delitos ambientales o economías ilícitas que impactan sobre el Bioma Andino-Amazónico y sus pueblos indígenas, no indígenas, bosquesinos, pobladores de las ciudades en los 9 países que lo ocupan en el marco de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica OTCA: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guayana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela.
Se trata de al menos 14 delitos que se articulan entre ellos y no sólo drogas, minería, tala ilegal de bosques y tráfico de tierras (ver gráficos). Las políticas hasta ahora impulsadas y fracasadas para combatirlos han sido de “Seguridad Nacional” o sea “guerra” y no de Seguridad Humana y ciudadana: preventiva, proactiva, comunitaria y de inteligencia policial. Además, están adscritas a la política que imponen los EEUU, UE y la ONUDC.
Estos delitos se han potenciado desde que hace tres décadas se comenzó a impulsar la ideología neoliberal depredadora cómplice en todo el planeta, la TINA (There Is Not Alternative) de Thatcher-Reagan. La llamada “guerra” contra estos delitos, los ha vuelto violentos, dispersado, mimetizado, fronterizado y fomentando corrupción en las fuerzas de seguridad y la sociedad en general, destruyendo la poca gobernabilidad existente.
Las triples fronteras amazónicas
El Perú tiene tres triples fronteras amazónicas o “fronteras calientes”, acosadas por actividades ilícitas (ver gráficos):
a) Bolivia-Brasil-Perú en la Zona MAP (Madre de Dios, Acre y Pando): Zona NO militarizada, con importante población en relación con las otras “Triple Fronteras” – 50,000 en Pando, 550,000 en Acre y 100,000 en Madre de Dios -, con poblaciones indígenas relativamente organizadas, colonos ribereños, campesinos y asalariados rurales también organizados, una destacable presencia de instituciones civiles del Estado y Gobiernos y una fuerte presencia de sociedades civiles parcialmente representadas en la Iniciativa MAP.
b) Colombia-Brasil-Perú en el Trapecio de Leticia: Zona militarizada, con relativamente poca población – 30,000 en Colombia, 20,000 en Brasil y 2,000 en Perú -, y con los pueblos indígenas y colonos ribereños también acosados por lo que era “Plan Colombia”, los extractores de madera, extractores de peces y cultivos de coca. Zona de tránsito del tráfico ilícito de drogas (TID). Importante presencia de instituciones civiles del Estado en Leticia-Colombia y Tabatinga-Brasil, pero casi inexistente en Santa Rosa-Perú. Sociedad civil de pueblos indígenas débilmente organizados en Leticia y Tabatinga, pero inexistente en Santa Rosa, Caballococha o El Estrecho del Perú.
c) Ecuador-Colombia-Perú en el Codo del Güepí: Zona militarizada, con muy poca población – 2,000 en Ecuador, 7,000 en Colombia y no más de 1,000 en el Perú – y con los pueblos indígenas acosados por lo que fue el “Plan Colombia”, las transnacionales de hidrocarburos en Ecuador y las empresas mineras en el Perú. Existe reducida presencia de instituciones civiles de los Estados y la sociedad civil organizada.
Y una cuarta frontera en la costa Bolivia-Chile-Perú en la Línea de la Concordia: Zona militarizada, desértica, con muy poca población permanente – 2,000 en Bolivia, 2,000 en Chile y no más de 1,000 en Perú -, con pueblos quechua-aimara principalmente bolivianos dedicados al comercio transfronterizo informal (contrabando), acosados por militares y policías. Alguna presencia de TID. Inexistente presencia de los organismos civiles de los Estados y de sociedad civil organizada.
Cumbre de Belém do Pará y los PIACI
He participado en el proceso social y político del 2023 hacia la Cumbre Presidencial de Belén do Pará y mi balance es que tuvo una de cal y otras de arena que las resumo en estos puntos:
Fue un buen ejercicio retórico con una declaración de 118 puntos de buenas intenciones. con participación de representantes de sociedad civil y PPII, pero sin metas y acuerdos vinculantes. Se puso en debate la necesidad de NO llegar al “Punto de no Retorno” en cuanto a la deforestación. Se abogó por hacerle más caso a los científicos y propuestas indígenas y no indígenas que a los agros bio negocios y la construcción de infraestructura.
Se propuso fortalecer la OTCA – designando posteriormente como responsable al antropólogo colombiano Martin von Hildebrand – y promover mayor participación de organizaciones de base. Pero los acuerdos trasuntan una fuerte fragilidad de políticas, generalmente contradictorias para encarar los delitos ambientales, en donde el enfoque de Seguridad Nacional (guerra, policías, militares y fiscales), resulta contrario al Bioma y sus gentes.
Se debería regular los esquemas de captura de carbono tipo REDD y variantes por ser complejos, ineficaces para combatir la deforestación y dejar sin territorios a los Pueblos Indígenas. Se menciona a los olvidados de siempre: los PIACI que son los que conservan los secretos ancestrales de un buen manejo de los bosques y tienen derechos territoriales que deben ser respetados y protegidos.
Peligros del Puerto de Chancay y la ruta a Shanghai
Está pendiente un balance serio de lo que ha significado para el Perú y sus gentes la reciente reunión del Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC), Lima 9-16 de noviembre 2024, en relación con la puesta en operación del Puerto de Chancay que unirá la ruta de la seda del Atlántico al Pacífico a través del Bioma Andino-Amazónico.
Es lamentable que este importante Foro básicamente económico-comercial, haya tenido como interlocutor por el Perú a una presidenta impresentable, desprestigiada, con un congreso corrupto y representantes del sector privado empresarial que no tienen una visión estratégica que vaya más allá de su billetera.
Aún así, y en un contexto geopolítico, nacional, interno e internacional complejo y multidimensional, el Perú y China decidieron impulsar el Mega Puerto de Chancay que fue inaugurado en su primera etapa, aunque de manera virtual desde el palacio del des gobierno, por el presidente Xi Jingping.
* Economista y ecologista peruano, viceministro de desarrollo estratégico de los recursos naturales del MINAM