Perú volvió a crecer en medio de la incertidumbre y normas populistas
Perú volvió a crecer en medio de la incertidumbre y normas populistas
Perú volvió a crecer en medio de la incertidumbre y normas populistas
El Perú cerrará en 2024 con un crecimiento de alrededor de 3% (3.2% según estima el Banco Central de Reserva), luego de una caída de 0.55% en 2023, y en medio de una incertidumbre política, inseguridad ciudadana, así como de normas populistas y cortoplacistas.
El discurso del Ejecutivo durante el año apuntó a una recuperación económica, aunque se olvidó de que un avance menor de 5% no ayuda a generar empleo de calidad ni reducir en grandes cantidades la cifra de pobreza. El Gobierno, en innumerables oportunidades durante el año, también ha querido atribuirse como un logro la estabilidad de la moneda y la baja inflación, sin reconocer que este mérito le corresponde a la política monetaria del Banco Central de Reserva (BCR), un organismo que es autónomo y sin injerencia política.
Lo que deja 2024
El año estuvo marcado, nuevamente, por medidas populistas, como el séptimo retiro de los fondos de las AFP y el libre acceso al 100% de las cuentas por compensación por tiempo de servicios (CTS). Ambas acciones, pensando en el corto plazo, impulsaron el consumo privado, pero no son sostenibles en el tiempo.
Y si bien el resultado de 2024 recién se conocerá en febrero del próximo año, entre enero y octubre la economía creció 3.02% según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Es el sector pesquero el que registra un mayor crecimiento con un avance de 19.73%, mientras que el sector financiero y seguros es el único con dato negativo (-1.86%) hasta el momento.
Algo que también marcó este año en materia económica fue el incumplimiento por segundo año consecutivo de la regla fiscal. En julio y en el ámbito de las facultades otorgadas al Ejecutivo por parte del Congreso, se aprobó el Decreto Legislativo 1621, que establecía ajustes a las reglas macrofiscales referentes al resultado económico del sector público no financiero.
De esta manera, se estableció que el déficit fiscal de este año no debía ser mayor de 2.8% del producto bruto interno (PBI). Este porcentaje se encontraba por encima del 2% del PBI proyectado inicialmente.
No obstante, dicha meta no será cumplida, tal y como sucedió en 2023. El BCR, en ese sentido, estima que el déficit cerrará en 3.7% del PBI, es decir, casi un punto porcentual más de la proyección del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Petroperú y un nuevo respaldo del Ejecutivo por más de US$2,000 millones también estuvo en la pauta económica este año. La empresa estatal volvió a cambiar de directorio, eligiendo al izquierdista radical Alejandro Narváez como presidente de la petrolera, quien ha minimizado la crítica situación financiera en la que se encuentra la petrolera, la cual al tercer trimestre reportaba pérdidas acumuladas por más de US$745 millones.
Celebración a medias
Desde el Ejecutivo hay mucho interés por destacar el crecimiento de este año; sin embargo, para el exministro de Economía y Finanzas Luis Miguel Castilla y para el gerente de Políticas Públicas del Instituto Peruano de Economía (IPE), Víctor Fuentes, no hay motivos para celebrar ese avance.
El extitular del MEF precisó que el aumento del consumo privado explicó
principalmente la recuperación de la economía. Indicó que el incremento de este último estuvo asociado al bajo crecimiento de la inflación, que se ubica dentro del rango meta (entre 1% y 3%). “Eso no es adjudicable al Ejecutivo, sino al Banco Central de Reserva”, añadió.
Para Castilla, algo que también movió la aguja de la economía fueron las exportaciones, que se estima que este año superen los US$75,000 millones. Según explicó, esto responde al contexto internacional y al buen precio de los metales.
Además, consideró que hay factores que impiden el despegue de la inversión privada, como la alta rotación de las autoridades que perjudican el avance de los proyectos, así como la falta de disposición del Ejecutivo para frenar medidas populistas que se aprueban en el Parlamento.
“La recuperación que vemos ahora es normal, con riesgo de que se vea interrumpida. Las medidas populistas han tenido un alto costo fiscal”, sostuvo.
En tanto, Víctor Fuentes consideró que el crecimiento de 3.2% es
“mediocre” e insuficiente para el país, ya que el Perú necesita avanzar a tasas cercanas al 5%.
Del mismo modo, señaló que, si bien el Ejecutivo ha proyectado la reducción de la pobreza, esta contracción sería solo de un punto porcentual, comparado con 2023 (afectó al 29% de las personas).
“Nosotros proyectamos cuatro años consecutivos de incumplimiento de la regla fiscal, y para impulsar la economía no se requiere impulsar el gasto público, sino proyectos”, afirmó.
Chancay abre posibilidades
Una reciente encuesta de Ipsos publicada por Perú21 reveló que la inauguración del Puerto de Chancay se encuentra como el principal evento o suceso del año. Este terminal, cuyo 60% le pertenece a Cosco Shipping Ports Limited, y el resto a la peruana Volcan Compañía Minera, ha puesto al Perú en los ojos del mundo y le permite que se posicione como un hub portuario.
Esta obra, que se inauguró en noviembre en el marco de APEC y con la presencia del presidente chino, Xi Jinmpin, requirió una inversión de alrededor de US$1,300 millones en su primera etapa. El proyecto apunta a conectar Sudamérica y Asia con la reducción de tiempo para los envíos, que pasarán de 35 a 40 días a aproximadamente 25.
Según datos de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), este terminal podría movilizar entre 30% y 40% de la carga marítima nacional que tiene como destino el sudeste asiático durante los primeros años. Como se recuerda, China actualmente es el principal socio comercial de Perú, con aproximadamente 353 micro y pequeñas empresas peruanas que exportan a ese país.
Entre los productos que se beneficiarán con este terminal se encuentran los agrícolas, tales como uva, arándanos, palta, mangos; y pesqueros, como la pota. El café, la maca, el camu camu también tienen más oportunidades. Para las importaciones, es importante el impacto que tiene en la industria como la automotriz.
Dentro de las ventajas que trae el puerto se encuentra que recibirá buques de gran envergadura y capacidad de carga de hasta 25,000 contenedores. En tanto, el Ejecutivo ha señalado que Chancay aportará aproximadamente 0.9 puntos al producto bruto interno (PBI) peruano.
No obstante, para aprovechar aún más este puerto, es necesario que ya salga el marco normativo para las zonas económicas especiales (ZEE), que fue aprobada en el Congreso, pero solo en primera votación. La propuesta plantea, entre otras cosas, que los operadores de estas ZEE puedan tener una tasa de impuesto a la renta de 0% en los primeros cinco años.