¿Cárteles terroristas? Estados Unidos pone las armas, México los muertos – Por Katu Arkonada

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¿Cárteles terroristas? Estados Unidos pone las armas, México los muertos

Por Katu Arkonada*

La asunción de Trump como Presidente de Estados Unidos va a traer una serie de consecuencias en el tablero geopolítico, desde Medio Oriente, Ucrania, y especialmente China, siguiendo la doctrina Pivot to Asia instaurada en la era Obama, que va a implicar el recrudecimiento, en primer lugar comercial, de la guerra con China.

Pero en América Latina también va a haber consecuencias en la relación con Venezuela (aunque el chavismo tiene un arma de negociación con el Trump negociante llamada petroleo), Cuba (a quien ha vuelto a incluir en la lista de países que patrocinan el terrorismo), y sobre todo, México.

La potencia de fuego dialéctica de Trump se ha concentrado en su vecino del sur, México, dos países que además tienen que renegociar el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, cuyas clausulas fundacionales exigen revisar varios puntos del tratado en 2025.

Además del T-MEC, la cuestión migratoria, probablemente la política más dura de Trump en sus primeros meses, el fentanilo y la declaración de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas son políticas ya firmadas en forma de decreto en los primeros minutos de Trump como Presidente.

Dejando de lado la hipocresía que supone pensar que se puede terminar con el paso de fentanilo o cocaína por territorio mexicano mientras Estados Unidos siga siendo el principal mercado y mayor consumidor del mundo, es necesario entrar a un debate que hasta ahora se ha dejado de lado, y es que las armas con las que asesinan los cárteles, son de fabricación estadounidense y entran ilegalmente en México por los 3152 kilómetros de frontera compartida entre ambos países.

La mal llamada “guerra contra el narco” iniciada en el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012) y continuada por Peña Nieto, provocó un incremento de la violencia armada y del poder de fuego por parte de las organizaciones criminales, que en muchos casos comenzaron a usar armamento de guerra, como los fusiles semiautomáticos antimaterial Barrett, que utilizan un calibre .050 BMG US Army.

Este aumento de la potencia de fuego de la economía criminal en México se debe a 3 factores: 1) En 2004 expiró una prohibición de fabricación y venta de armas de tipo militar (Federal Assault Weapons Ban); 2) En 2005 el Congreso estadounidense aprobó una ley de inmunidades que protege casi por completo a la industria de las armas en EUA contra demandas civiles por daños; 3) Incremento en la fabricación de armas de tipo militar en EUA.

Además, es necesario resaltar que en México no se pueden comprar legalmente armas de guerra y las armas convencionales están estrictamente controladas en tiendas cuyo propietario es la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA).

Como se puede observar en los siguientes mapas, las armas que matan en suelo mexicano entran por la frontera norte de México, sur de Estados Unidos, según el tracking que se hace de los números de serie y características de las armas.

Hasta el momento, los gobiernos anteriores a la 4T no habían hecho nada para impedir la llegada clandestina de armas estadounidenses, siendo la operación “Rápido y furioso” el caso más relevante pues se descubrió que con la participación de la Agencia de Control de Armas, Tabaco y Alcohol de los Estados Unidos (ATF) llegaron a territorio mexicano más de 2500 armas de manera ilegal. De hecho, según fuentes del propio gobierno estadounidense, al menos el 70% de las armas incautadas en México, tienen origen en Estados Unidos.

Ya durante el sexenio de López Obrador, por iniciativa del Canciller Marcelo Ebrard, se interpusieron dos demandas civiles por daños ante cortes estadounidenses contra la negligencia comercial de las empresas que fabrican y comercializan armas. La primera vista de estas demandas, del gobierno de México contra Smith&Wenson, tendrá lugar en la Corte Suprema de los Estados Unidos el 4 de marzo de 2025.

Es muy posible que las demandas sean rechazadas/desestimadas, pero la realidad es que la mayoría de las armas con la que los cárteles matan y generan terror en México, son de fabricación y/o comercialización estadounidense, por lo que México debe hacer frente a las amenazas de Trump no solo haciendo respetar su soberanía nacional, sino también enfrentando, por la vía judicial, política y mediática.

México no puede cuestionar el derecho de los estadounidenses de poseer y portar armas (permitido por la Segunda Enmienda de su Constitución), pero es necesario impedir, por todos los medios, que esas armas caigan, de manera fácil además, en manos de los cárteles mexicanos.

En cualquier caso, la administración de Claudia Sheinbaum tiene un gran desafío con la llegada de Trump. En materia migratoria, con las deportaciones masivas que además tienen un impacto económico. Solo en noviembre de 2024 las remesas enviadas por los migrantes mexicanos alcanzaron los 5435 millones de dólares (59518 millones de dólares entre enero y noviembre de 2024 según el Banco de México, el doble del PIB de El Salvador u Honduras, superando por mucho el de Bolivia, y cercano al PIB de Uruguay).

Pero en cuestiones del tráfico de drogas, fentanilo y cocaína sobre todo, es necesario tener claro que México es sobre todo un país de tránsito, y que las armas que matan en México, provienen de Estados Unidos. Ahí se tiene una carta de negociación, el reto es explotarla de manera inteligente con un Presidente como Trump.

La demanda presentada por la Secretaría de Relaciones Exteriores en 2021 ya sentó un precedente obligando a la administración Biden a asumir de manera oficial la relación entre el tráfico de armas y el empoderamiento de los cárteles: The Biden-Harris Administration has initiated new measures to disrupt the trafficking of illicit fentanyl and its precursors into American communities and dismantle the firearms trafficking networks that enable drug traffickers to grow their enterprises. (Noviembre, 2023)

Hay mucho por hacer, pero el gobierno que encabeza Claudia Sheinbaum tiene la firme voluntad de que el gobierno de Estados Unidos enfrente su responsabilidad por las muertes producidas por armas estadounidenses en México. Sin armas estadounidenses, no habría cárteles asesinando al pueblo mexicano (alrededor de 27 mil personas asesinadas según cifras de las fiscalías estatales sin consolidar, una media de 70 asesinatos diarios que podrían llegar a 80, a los que se suman unas 10 mil desaparecidas, tan solo en 2024).

*Analista Vasco-boliviano, Miembro de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad

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