Argentina y Venezuela: Milei como punta de lanza de la derecha regional – Por Emilia Trabucco

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Argentina y Venezuela: Milei como punta de lanza de la derecha regional

Por Emilia Trabucco*

En una maniobra más del manual de las derechas latinoamericanas, el gobierno de Javier Milei recibió en la Casa Rosada el 4 de enero a Edmundo González Urrutia, el derrotado candidato presidencial de la derecha venezolana, a días de la asunción del presidente electo Nicolás Maduro, democráticamente electo en junio de 2024.

Allí mantuvo una reunión con el presidente, el canciller Gerardo Werthein y la Secretaría General de la Presidencia, Karina Milei. Desde la cuenta oficial de la Oficina del Presidente en X, el gobierno comunicó: “La Oficina del Presidente celebra la visita a la Casa Rosada del legítimo presidente electo de la República de Venezuela, Edmundo González Urrutia, quien se encuentra sometido a la persecución política del régimen del dictador Nicolás Maduro”.

El presidente Nicolás Maduro, el día lunes 6, declaró: “El Gobierno argentino está involucrado en los planes violentos de atentar contra la paz de Venezuela, así lo denuncio”. Hizo alusión al caso del gendarme argentino detenido, y aseguró que formaba parte de un plan para “asesinar a la vicepresidenta Delcy Rodriguez”

El gobierno argentino ha decidido escalar el conflicto con la República Bolivariana de Venezuela, con una previa marcada por varios hechos: el reconocimiento a Edmundo González Urrutia como ganador de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, sumado al asilo en la embajada de Argentina en Caracas que Javier Milei le dió a cinco militantes que responden a María Corina Machado -líder de la derecha golpista venezolana- y que están acusados por el gobierno bolivariano por crímenes contra su patria, hasta llegar al conflicto iniciado por el gendarme argentino detenido en dicho país.

El recibimiento de Gonzalez Urrutia, acompañado de un llamado a la movilización a las venezolanas y venezolanos residentes en nuestro país, representa una nueva acción del gobierno mileísta enmarcada en una estrategia que busca socavar las democracias que no responden a los intereses de la derecha global, con Argentina jugando un papel central en este nuevo mapa de desestabilización regional. Urrutia, que actualmente se encuentra viviendo en España tras haber perdido las elecciones, eligió Argentina como el primer destino de su gira internacional previa a la toma de posesión del nuevo mandato en Venezuela. Este gesto, cargado de simbolismo, no solo busca reforzar las relaciones de la derecha neoconservadora de ambos países, sino también intentar legitimar una narrativa que denigra al gobierno venezolano y a su líder electo, con un claro objetivo golpista comandado por “Occidente” y sus élites económicas.

Este movimiento no es aislado ni fortuito. Forma parte de una estrategia más amplia de guerra multidimensional que ha implicado diversas acciones destinadas a crear un clima de desestabilización en Venezuela. El gobierno de Milei se ha colocado, sin tapujos, como la «punta de lanza» en la región, trabajando en colaboración con los poderosos sectores de las aristocracias tecnológicas y financieras globales, encarnadas fielmente por Elon Musk, dueño de la red social X y un actor fundamental en los golpes contra los gobiernos populares en la región. Dicho plan injerencista incluye ataques mediáticos y digitales para imponer sentido común, medidas coercitivas unilaterales para afectar la economía (bloqueos, sanciones, embargos de dinero del Estado, etc.), intentos de magnicidio, maniobras diplomáticas y grupos armados paramilitares para generar violencia.

Uno de los principales frentes abiertos por el gobierno argentino ha sido la situación de Nahuel Gallo, el gendarme argentino detenido en la frontera de Venezuela. Su intento de ingresar sin previo aviso, vulnerando acuerdos diplomáticos, se presentó como el inicio de un conflicto diplomático con el gobierno venezolano, que se ha intensificado desde las elecciones presidenciales de 2024. Esta tensión escaló cuando el gobierno argentino decidió no reconocer los resultados del Consejo Nacional Electoral venezolano, un gesto que refuerza la estrategia golpista que Argentina ha respaldado en varias ocasiones.

En paralelo, Argentina siguió intentando socavar la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro a nivel internacional, incluso mediante una denuncia ante la Corte Penal Internacional. Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, presentó formalmente la demanda por «delitos de lesa humanidad» contra el gobierno venezolano, argumentando que situaciones como la de Gallo podrían transformarse en un «precedente peligroso». La ministra no ha podido dar argumentos convincentes que expliquen la presencia de su gendarme en la frontera colombo-venezolana.

El gobierno libertario ha acompañado las acciones “diplomáticas” y políticas con una potente estrategia de desinformación. A través de sus milicias digitales, ha utilizado las redes sociales como el escenario central para atacar y deslegitimar al pueblo venezolano y a sus dirigentes. El gobierno argentino ha llevado adelante un plan de manipulación informativa, difundiendo narrativas que distorsionan la realidad del país caribeño, buscando sembrar división entre los venezolanos y tildar a un gobierno elegido democráticamente como una dictadura, mientras reprime fronteras adentro cualquier manifestación que se oponga a su programa antipopular, dando vía libre a sus fuerzas de seguridad para violentar a jubilados, jubiladas y niñeces.

A pesar de los intentos desestabilizadores, el gobierno de Nicolás Maduro ha demostrado nuevamente su capacidad para anticiparse a las estrategias golpistas, en lo que parece ser un “Guaidó 2.0”, en alusión al intento de la derecha de autoproclamarlo presidente en 2019. Contrario al relato que se quiere instalar en la comunidad internacional, Venezuela se prepara, con un firme respaldo popular,  para la asunción de su presidente electo en un clima de fiesta, reafirmando su compromiso con los ideales del chavismo y con una democracia participativa que, pese a los embates externos, sigue de pie.

El gobierno de La Libertad Avanza sigue así cumpliendo su papel, comandado desde los centros de poder extranjeros. Desde el día de su asunción, la política exterior de Milei ha consistido en viajes extraoficiales, la mayoría (7) a Estados Unidos; reuniones con líderes de derecha como Donald Trump en Estados Unidos, Georgia Meloni en Italia, Benjamín Netanyahu en Israel, Nayib Bukele en El Salvador, Eduardo y Jair Bolsonaro en Brasil; participación en las cumbres de la CPAC (Cumbre de Acción Política Conservadora) y reuniones con los CEOS de las principales empresas tecnológicas. Una agenda que ha reunido a los actores que están involucrados directamente como los digitadores del plan desestabilizador que hoy tiene en el epicentro nuevamente a Venezuela, pero con un nutrido prontuario en la historia reciente, en Honduras, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Nicaragua.

Resulta urgente poder visibilizar el plan que dicho entramado internacional tiene sobre la región latinoamericana y caribeña, y poder disipar la neblina de desinformación que generan a través de sus dispositivos de poder, con gran centralidad del territorio digital, que bloquea la posibilidad de conocer la realidad en cada uno de sus países y los procesos en marcha de resistencia y ofensiva popular, situación que dificulta y obstaculiza la articulación de iniciativas de las organizaciones, desde el derecho de la autodeterminación de los pueblos y bajo el objetivo de construir un proyecto de soberanía, justicia social y dignidad, con capacidad de enfrentar los desafíos de este siglo XXI y sus transformaciones.

*Trabucco es psicóloga, Magíster en Seguridad de la Nación. Analista de la Agencia NODAL y de CLAE Argentina. Directora del Área de Universidad, Género y Trabajo del IEC-CONADU.

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