Anuario 2024 | El trabajo en la era del capitalismo digital: nuevas formas de explotación y resistencia para la clase trabajadora

Anuario 2024 | El trabajo en la era del capitalismo digital: nuevas formas de explotación y resistencia para la clase trabajadora

La construcción de este Anuario sobre el Mundo del Trabajo en 2024, surge con el objetivo de investigar y analizar- en las escalas nacional, latinoamericano e internacional- hechos económicos, políticos y sociales que permitan profundizar la comprensión sobre la revolución tecnológica y social que estamos viviendo, y que como no podría ser de otra forma, transforma profundamente los modos de trabajar, en particular, y de reproducir la vida en general. Para cumplir con este objetivo hemos realizado un seguimiento de medios de comunicación e informes de actores políticos y estratégicos que realizan estudios sobre el sector trabajadores.

Para nadie resulta novedoso que estamos atravesando vertiginosamente una nueva fase de desarrollo del sistema capitalista financiero transnacional, que dio un salto de escala luego de su última gran crisis en 2008 invirtiendo grandes volúmenes de capital en el sector tecnológico e imponiendo nuevos tiempos sociales de producción. Esta nueva fase se caracteriza por la digitalización de la economía y del conjunto total de las relaciones sociales; asistimos a una nueva forma en la producción social de objetos y de sujetos. Estas profundas transformaciones están desencadenando un cambio de época, una ruptura irreversible en la estructura y la dinámica social que conocíamos, una verdadera crisis orgánica.

La penetración extensiva y profunda de estas tecnologías revoluciona también nuestra manera de relacionarnos, y comienza a colonizar todas nuestras actividades sociales y comportamientos individuales, transformando lo que antes se consideraba tiempo de ocio y de descanso, en tiempo de producción a través de las plataformas digitales. Bajo la apariencia de mayor libertad y progreso, los dispositivos digitales exigieron el ingreso de hombres, mujeres, niños y ancianos al proceso productivo, que se alimenta de las interacciones que ellos producen gran parte de su tiempo y desde la más temprana edad. La función que cumplían el ocio y el sueño, en su sentido tradicional como tiempo de recreación y descanso (como tiempo de reposición de la mercancía fuerza de trabajo) parecen desvanecerse del horizonte de posibilidades en favor de la producción capitalista.

Tengamos en cuenta que para la producción en general, son necesarios: instrumentos, objetos, pericia y un sujeto que accione sobre los mismos. Estas determinaciones son indispensables para no caer en el fetichismo de la tecnología, que lleva la mayor de las veces a una abstracción, no poco ingenua, donde la historicidad humana y la lucha de clases son borradas del análisis, como quien ve una mercancía obviando el proceso social de trabajo que la hizo posible. Los análisis en los que se anula al sujeto como creador del mundo material y espiritual, no tienen sentido para las y los que tenemos pretensiones de transformarlo.

Actualmente, el capital ha logrado que el 70% de la población mundial tenga teléfonos inteligentes, que el 66% disponga de acceso a internet y un 62% tenga cuentas en redes sociales. Además, el 95% de la población mundial que accede a internet, lo hace a través de un smartphone, lo que implica una socialización de instrumentos nunca vista en la historia de la humanidad. A esto hay que agregar que, según el informe de We Are Social llamado «Digital 2024: Global Overview Report», el crecimiento de usuarios en el campo digital sigue estando en términos relativos por sobre el crecimiento de la población. El tiempo que pasamos on-line va en aumento año tras año, el informe detalla que el tiempo promedio diario dedicado al uso de Internet fue de 6 horas y 40 minutos por dia, lo que se acerca a la tradicional jornada laboral.

A este proceso general nos referimos cuando planteamos las plataformas digitales como las “nuevas fábricas” donde el capital arrastra su mercancía fuerza de trabajo a un nuevo tiempo y espacio, a un nuevo locus standi del trabajo y de la vida. Este locus standi no implica solamente los teléfonos inteligentes sino todo el entramado tecnológico que lo hace posible, a saber: satélites, fibra óptica, antenas, computadoras, chips, desarrollo de software, etc.

A la jornada tradicional de 8 horas se le comienzan a yuxtaponer jornadas laborales en las plataformas digitales mediante múltiples instrumentos sin percibir ninguna remuneración por este trabajo. Este tiempo de trabajo está tendencialmente subsumiendo a la jornada laboral tradicional y se convierte en tiempo disponible para que la clase capitalista desarrolle las bases de una nueva civilización.

El fenómeno de la Pandemia Mundial del Covid-19 puso en evidencia las tendencias que venían desarrollándose. Lo que en apariencia fue una “parálisis total”, en realidad actuó como catalizador de la nueva fase en el modo de producción capitalista, basada en lo digital-virtual-intangible de “energías limpias” con mayor socialización de la producción, pero con aún mayor apropiación privada de la riqueza socialmente producida.

Se observa en este proceso, la aparición de una Nueva Aristocracia Financiera y Tecnológica (NAFT) que es la fracción que está conquistando estos tiempos y espacios, y como de costumbre para el capitalismo, lo hace produciendo muerte de forma permanente y creando sujetos inanimados y alienados.

En este nuevo mundo en revolución permanente, es que resulta de vital importancia el estudio de la relación trabajo-capital, que según Karl Marx, es la relación fundamental del sistema capitalista. En relación al capital, nos interesa conocer algunos aspectos generales que están provocando esta cuarta revolución industrial, a saber, los procesos de automatización, inteligencia artificial y todo cambio técnico científico que colabore en aumentar la fuerza productiva del trabajo vivo. No analizaremos aquí, aspectos de la financiarización de la economía, que sabemos que ocupa un rol central en la reproducción capitalista pero no nos atañe en este anuario. En relación al trabajo, nos interesa conocer algunas determinaciones del mismo, como son el salario, jornada laboral, las tasas de explotación, ejército de reserva, las condiciones en las que realiza su actividad y la finalidad para la cual se realiza dicha actividad.

Además, hemos analizado algunos hechos de enfrentamientos de calle, que son fenómenos emergentes de la situación que estamos viviendo y que, por su gran relevancia, nos han parecido bien incluirlos.

El presente informe fue realizado por los equipos de NODAL, bajo la dirección de Paula Giménez. Director de investigación: Lucas Aguilera. Coordinador del “Anuario 2024: El trabajo en la era del capitalismo digital”: Diego Lorca.

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