Tilda Rabi, Presidenta de la Federación de Entidades Argentino- Palestinas: “La causa palestina sigue viva: Volveremos a caminar hacia nuestra libertad”

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Tilda Rabi, Presidenta de la Federación de Entidades Argentino- Palestinas: “La causa palestina sigue viva: Volveremos a caminar hacia nuestra libertad”

Entrevista a Tilda Rabi, Presidenta de la Federación de Entidades Argentino-Palestinas. Redacción NODAL.

¿Cómo se organizan las entidades palestinas en Argentina y América Latina?

La Federación de Entidades Argentino-Palestinas se constituyó a principios de los años 80, con uno de sus objetivos centrales siendo aglutinar a los palestinos y palestinas dispersos a lo largo y ancho del territorio. Esta necesidad surgió de la urgencia de tener nuestra propia voz, como diáspora, frente al negacionismo del relato sionista, la ignorancia y el desconocimiento sobre la existencia de nuestro pueblo.

En Argentina, nuestro rol como diáspora es expresarnos con nuestra propia voz —como ya mencioné— y proyectarla hacia la sociedad civil y sus organizaciones, para construir juntos acciones de solidaridad y fomentar el conocimiento entre los pueblos.

Por otro lado, las comunidades palestinas de América Latina están contenidas dentro de COPLAC (Confederación Palestina Latinoamericana y del Caribe), que representa a las comunidades de palestinos y sus descendientes en el continente.

COPLAC fue fundada en 1984 e incluye, entre otras, a las comunidades de Honduras, Perú, Colombia, Nicaragua, México, Brasil, Bolivia y Chile. Esta última, de hecho, es una de las más grandes fuera de los campamentos en el mundo árabe. Además, COPLAC es un miembro activo de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) y tiene representación con tres diputados en el Consejo Nacional Palestino.

¿Qué crees que deben hacer los gobierno latinoamericanos para aportar a un alto al fuego que frene el genocidio en Gaza?

De los gobiernos latinoamericanos uno espera que sigan los ejemplos de países como Colombia, Nicaragua, Bolivia, Venezuela y Cuba, quienes han adoptado posturas firmes frente a la situación. También es fundamental acompañar la petición presentada por Sudáfrica, que tipifica claramente el delito de genocidio, como ya ha sido expresado por la Corte Internacional de Justicia. Romper relaciones con un estado criminal es un paso crucial.

Para aquellos gobiernos que aún sostienen posiciones de tibieza, es necesario que apliquen de manera efectiva el boicot, el desinversiones y las sanciones, tal como ocurrió con el régimen del apartheid en Sudáfrica. Esa fue la vía para ponerle fin. No creo que Israel vaya a responder a medidas tibias; sigue demasiado envalentonado y, si no se lo frena, continuará con sus acciones de Genocidio.

¿Crees que cambiará algo en relación al genocidio palestino a partir del gobierno de Donald Trump?

Para nada. De hecho, Trump ha dejado claro su apoyo incondicional a Israel. En la práctica, cualquier partido que gobierne en Estados Unidos respalda indefectiblemente sus intereses. Creo que, más allá de algunos tirones de oreja simbólicos, no habrá cambios reales. Como diría el Che, son lobos de la misma manada.

Éste lunes 11 de noviembre se recordó el paso a la inmortalidad de Yasser Arafat, quien fuera un símbolo de lucha por los derechos de los palestinos. ¿Cuál crees que sea su legado principal?

Foto en carpeta de Tilda Rabi con Yasser Arafat

Bueno, creo que el legado de Yasser Arafat es la principal bandera de lucha para nuestro pueblo, tanto dentro de los territorios ocupados como en el exilio. Arafat no solo fue un líder que sostuvo la lucha armada, sino que demostró una inmensa humanidad al impulsar la creación de instituciones y ministerios destinados a atender las necesidades de los palestinos, no solo en los territorios ocupados, sino también en las diásporas. Comprendía profundamente la situación de los refugiados en los campamentos y, por ejemplo, apadrinó la Asociación de Huérfanos, de la cual era padrino de muchos niños que lo veían como una figura paterna. También apoyó la Asociación de Mujeres, promoviendo el acceso a la educación y la libertad de pensamiento.

Tuve la suerte de conocer a Arafat en 1988, en Túnez, y de ver con mis propios ojos cómo funcionaban los ministerios encargados de acciones culturales, como el Ministerio de Cultura o las organizaciones de mujeres. Estas instituciones buscaban rescatar nuestras raíces culturales, nuestros bordados y tradiciones, y eran un ejemplo maravilloso de solidaridad entre los Pueblos. Arafat mostró al mundo que nuestra causa es justa y que no cesará hasta que logremos nuestra liberación.

A pesar de que Israel sigue siendo un Estado colonial que perpetúa condiciones de opresión similares a las que Arafat enfrentó, su visión sigue viva. Como él decía: “Denme un metro cuadrado, que desde allí iniciaremos la conquista y la independencia de Palestina”.

Su asesinato fue un retroceso profundo, pero las banderas de la lucha contra la ocupación criminal siguen ondeando. Estoy convencida de que surgirán líderes con la capacidad de unificar las diferentes fuerzas palestinas, tal como Arafat lo hizo en su momento. Volveremos a caminar hacia nuestra libertad.

¿Qué mensaje le darías a quienes luchan por la causa palestina en América Latina?

Más que un mensaje para quienes luchan por la causa palestina en América Latina, quiero enviarles un abrazo grande, profundo, lleno de amor y solidaridad.

Estoy convencida de que la lucha de los Pueblos es una sola. Lo vemos claramente aquí en Argentina y en otros lugares de América Latina, donde el sionismo ha intentado afianzarse y apropiarse de nuestros recursos, como ya lo está haciendo con el pueblo palestino. Tenemos ejemplos claros, como la apropiación de nuestros recursos hídricos. También observamos cómo se manifiestan las luchas de los pueblos originarios. Hay una gran vinculación entre nuestras luchas.

Solo quiero decir que sigamos unidos. Ésta lucha, es la lucha de todos. La humanidad sabe que los Pueblos se levantarán contra la explotación y la colonización. Estoy convencida de que, más temprano que tarde, como diría el Che, la justicia prevalecerá.

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