Abdallah el Tibi, palestino de la Franja de Gaza que vive en Argentina: “Mi mayor deseo es una Palestina libre”

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Abdallah el Tibi, palestino de la Franja de Gaza que vive en Argentina: “Mi mayor deseo es una Palestina libre”

Entrevista a Abdallah el Tibi, palestino de la Franja de Gaza que vive en Argentina. Redacción NODAL.

¿Podrías contarnos un poco sobre tu vida antes de irte de Palestina y cómo era el día a día en tu país natal? ¿Cómo viviste el momento de irte? ¿Qué pensamientos o emociones te acompañaron en esa decisión?

No puedo decir que fuera tranquila, pero vivíamos el día a día lo mejor que podíamos mientras no había guerra. Sin embargo, cada dos años, como si fuera más frecuente que el Mundial o la Copa América, llegaba una guerra.

Gaza, desde 2007 hasta 2024, ha sido la cárcel más grande del mundo. Estamos encerrados por todos lados. Por el mar, no tenemos salida. Por el cielo, no tenemos aviones ni aeropuertos para salir. Por tierra, estamos bloqueados por un lado por la ocupación israelí, y por el otro, por Egipto. No diría que Egipto es una ocupación, porque es un país hermano, un país árabe y musulmán, pero igual nos mantenía encerrados.

Nuestra vida estaba limitada, pero encontrábamos formas de vivir el día a día. Por ejemplo, nuestra única salida era frente al mar. Allí podíamos liberar un poco todo lo que llevábamos dentro.

Podría contarte muchas cosas más sobre nuestra vida en Gaza, podría hablar horas sobre lo que vivimos, porque hay demasiados detalles y experiencias para compartir.

¿Cómo es la relación actual con tu familia, que aún permanece en Palestina?

El día que dejé mi país fue muy difícil, como lo es para cualquier persona que se despide de su familia y amigos para ir a estudiar o trabajar lejos. Sentí una profunda tristeza al saber que no volvería a ver a mis amigos ni a mi familia por muchos años. No hablamos de uno, dos o tres años, sino de un período largo e incierto.

Mi pensamiento en ese momento era terminar mi carrera y cumplir mis sueños, que también eran los sueños de mis padres y amigos: estudiar y salir adelante. Fue un momento de tristeza, pero también de esperanza. Salí buscando una vida mejor, una vida sin guerra, con educación y nuevas oportunidades.

¿Qué medidas tomas para mantenerte en contacto y apoyarlos desde la distancia?

Desde la distancia, mantengo contacto con mi familia tanto como puedo. Las tecnologías nos ayudan mucho: llamadas, mensajes, videollamadas. Es difícil estar lejos, pero siempre intento apoyarlos, ya sea emocionalmente o en lo que necesiten, porque mi objetivo siempre ha sido regresar algún día con lo aprendido y poder contribuir a mi país.

Actualmente, no tengo contacto con mi familia en Gaza. Desde el 7 de octubre, la comunicación se volvió prácticamente imposible. Algo tan básico como la señal o el acceso a internet, que en otras partes del mundo es fácil de conseguir, allá es un lujo casi inalcanzable. En Gaza no hay señal, no hay internet, y para conectarse conmigo, mi familia tendría que caminar varios kilómetros, hasta 8 en algunos casos, para encontrar un lugar con wifi. Incluso si lo encuentran, el costo es exorbitante, algo que está fuera del alcance para muchos.

Hasta el día de hoy, llevo dos semanas sin saber nada de ellos. Es algo muy difícil de vivir. Estar lejos y no saber si están bien es desesperante. Aquí, en el extranjero, no tener noticias de mi mamá, mi papá o mis hermanos durante horas ya es angustiante. Imagínate semanas o incluso meses sin poder hablar con ellos. Muchas familias en Gaza están pasando por lo mismo desde el 7 de octubre; no tienen forma de comunicarse con sus seres queridos que están fuera. Es una situación que no se puede describir con palabras, la incertidumbre te consume.

¿Cómo es vivir bajo la ocupación de Israel?

Vivir bajo la ocupación de Israel es extremadamente difícil. No puedes cumplir tus sueños ni continuar con tus estudios debido a las constantes restricciones diarias. Cada minuto es incierto, ya que siempre existe el riesgo de un bombardeo, y no tienes control sobre lo que sucede a tu alrededor. En cualquier momento, pueden entrar a tu casa, agredirte y arrestarte. Esta situación significa que vives constantemente limitado, sin la libertad para desarrollarte plenamente y con una sensación constante de inseguridad.

¿Cuál es la mayor dificultad que enfrentaste desde que recrudeció el conflicto hace un año y de qué manera ha impactado en tu vida?

Aunque la situación sea extremadamente difícil, hemos logrado seguir adelante y lo seguiremos haciendo, ya sea dentro o fuera de Palestina. Estudiar, trabajar y perseguir nuestras metas es algo que siempre intentaremos, sin importar las circunstancias.

Hablando de mi experiencia en la Franja de Gaza, antes del 7 de octubre ya vivíamos en lo que considero la cárcel más grande del mundo, como te mencioné antes. Pero incluso en esas condiciones, tratamos de hacer las cosas que nos gustan, de mantenernos firmes y seguir adelante.

La mayor dificultad es la constante opresión y el riesgo de perderlo todo en cualquier momento. En otros lugares bajo ocupación, como Jordania, la gente también vive con miedo porque pueden entrar a sus casas y llevárselos cuando quieran. Sin embargo, en Gaza, aunque físicamente no puedan ingresar de la misma manera, el bloqueo total nos asfixia. A pesar de todo, mantenemos la voluntad de resistir, de vivir nuestras vidas y de alcanzar nuestras metas, sin dejar que la ocupación nos detenga.

¿Cuáles son tus esperanzas y deseos para el futuro?

Mi mayor esperanza y deseo para el futuro es ver una Palestina libre, desde el río hasta el mar. Estoy convencido de que, con la ayuda de Dios, lo vamos a lograr. Sueño con ver a mi país en paz, donde mi gente, mi familia y todas las familias palestinas puedan vivir con la dignidad y la tranquilidad que merecen, como cualquier otro pueblo en el mundo.

Quiero que los niños de Palestina puedan disfrutar de su infancia, estudiar y perseguir sus sueños, como lo hacen los niños en otras partes del mundo. Mi deseo es que mi país tenga la oportunidad de vivir en paz, de crecer y prosperar. Eso es lo que anhelo para el futuro.

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