Miles de personas marcharon a 10 años del caso Ayotzinapa y colocaron un memorial para “exigir verdad, justicia y el fin de la impunidad”

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Ayotzinapa, 10 años: «Traicionaron nuestra confianza»

Por Jessica Xantomila, Jared Laureles, César Arellano y Carolina Gómez

Ante el inminente final del sexenio y los pocos avances para resolver el caso Ayotzinapa, las familias de los 43 normalistas lo dejaron claro: gobierne quien gobierne, esté quien esté, no detendrán su lucha hasta conocer el paradero de los jóvenes.

En el marco del 10 aniversario de los crímenes, miles de personas acompañaron a las madres y los padres en una movilización que cerró en el Zócalo capitalino, desde donde aseguraron que continuarán su lucha aunque desde el gobierno se les propinen descalificaciones y les impongan obstáculos. No descansaremos hasta saber qué ocurrió con nuestros 43 compañeros. Gobierne quien gobierne, esté quien esté, aun con desprestigios, con descalificaciones, aunque nos pongan barreras, las saltaremos, continuaremos adelante, exigiendo la presentación con vida de nuestros 43.

En un mitin realizado tras marchar del Ángel de la Independencia al Zócalo, Hilda Legideño, madre de Jorge Antonio Tizapa, aseguró que el Ejecutivo traicionó la confianza que como padres pusimos y dio la espalda al caso Ayotzinapa para proteger al Ejército.

Resaltó que los padres y madres de los normalistas seguiremos adelante, nos asiste la razón, hay pruebas, hay informes que demuestran la participación de los militares. Exigimos que se entreguen los folios (del Ejército) faltantes, en los que está toda la información de lo que ocurrió esa noche.

Pide retorno del GIEI

A nombre de las familias, pidió que regrese el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI); sólo ellos nos conducirán hacia el camino a saber de nuestros hijos.

En un clima lluvioso, como sucedió hace 10 años, cuando estudiantes normalistas de Ayotzinapa fueron atacados por elementos de la policía y del crimen organizado en Iguala, Guerrero, los padres y madres de los desaparecidos reiteraron que su lucha es inclaudicable.

Junto con miles de personas que los acompañaron en toda la marcha, Mario González, padre de César Manuel, reclamó al jefe del Ejecutivo federal su compromiso de dar con el paradero de los jóvenes.

Usted sabe bien quién fue el que participó masivamente en el ataque cobarde hacia nuestros hijos, reprochó.

Las familias de los jóvenes también se dirigieron a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum: seguiremos adelante exigiendo verdad. No vamos a dar un paso atrás, aseguró Emiliano Navarrete, padre de José Ángel.

Vamos a seguir luchando. Y decirle que no vamos a dar tanto tiempo como se lo dimos a esta persona (López Obrador) que desafortunadamente nos traicionó, señaló Mario González al pronunciarse sobre el operativo policiaco de prevención que, de manera inédita, incluyó la instalación de grandes bloques de concreto en la calle 5 de Mayo.

Desde el templete instalado al centro de la Plaza de la Constitución, el obispo Raúl Vera, quien por la mañana ofició una misa a las familias en el Centro Prodh, reconoció a los padres y madres de los normalistas por estar del lado de la conciencia y de la verdad. A ustedes, les dijo, nadie los calla.

Mientras se realizaba el mitin, un grupo de encapuchados lanzó petardos al otro lado de las vallas metálicas que resguardaban Palacio Nacional, pero los padres y las madres de los 43 les pidieron que permitieran continuar con su mensaje.

La manifestación concluyó alrededor de las 8 de la noche, en un Zócalo donde retumbó en voz de los normalistas: ¡porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!, ¡26 de septiembre, no se olvida!

La Jornada


Miles marcharon hasta el Zócalo; «inclaudicable», la búsqueda de los jóvenes

Por Jared Laureles, Carolina Gómez, César Arellano y Jessica Xantomila

Para que nunca nadie olvide sus rostros, sus vidas, y el hecho de que a 10 años prevalece la impunidad en este crimen de Estado, ayer fue develado un memorial que recuerda a los 43 normalistas de Ayotzinapa en la avenida más visitada de la Ciudad de México: en la esquina de Paseo de la Reforma y Juárez, justo atrás del antimonumento +43.

Este memorial fue colocado por familiares y agrupaciones en el camellón de Reforma, como parte de las actividades para recordar la ausencia de los normalistas.

En él las familias detallan que “nuestros hijos fueron desaparecidos la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.

“Instalamos este memorial para exigir verdad, justicia y el fin de la impunidad en nuestro país. A 10 años de los hechos nuestra demanda es inclaudicable, por lo que al gobierno le exigimos la presentación con vida de nuestros hijos.”

La marcha inició minutos antes de las 17 horas en el Ángel de la Independencia y concluyó en el Zócalo capitalino.

A la vanguardia estuvieron padres y madres de los jóvenes desaparecidos, quienes desde su llegada fueron arropados por miles de normalistas, defensores de derechos humanos, sindicalistas y organizaciones populares que les repitieron una y otra vez: no están solos y que los acompañarán hasta que la justicia sea una realidad.

La llovizna no impidió que miles de personas y organizaciones participaran en la conmemoración de la llamada noche de Iguala.

Entre los contingentes participantes estuvieron maestras y maestros de diferentes secciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, del Comité 68, estudiantes de la UNAM, IPN, UAM, UACM, así como del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de Atenco, y de movimientos sociales y de derechos humanos.

Pueblo, escucha, por tus hijos es la lucha, y que los ojos de los desaparecidos los persigan en todas partes, y que el llanto de sus madres no les dejen dormir, fueron algunas de las consignas de los manifestantes.

A diferencia de otras ocasiones, los normalistas no lanzaron cohetones ni pintaron mobiliario urbano, en respeto a la memoria de sus compañeros; sin embargo, un grupo de jóvenes vestidos de negro y con el rostro cubierto se infiltraron en la movilización pacífica.

El bloque negro cometió diversos desmanes a los largo del trayecto: rompió vidrios de comercios e instituciones bancarias, hoteles, tiendas de autoservicios, puestos fijos de periódicos y estaciones del Metrobús, e incluso logró destruir algunas protecciones de madera y de metal que resguardaban algunos establecimientos.

Los encapuchados quemaron mobiliario de cafeterías e instituciones bancarias. En la esquina de Isabel la Católica y 5 de Mayo derribaron la cortina metálica de un local de trajes para hombres, donde saquearon las prendas para regalarlas a la gente.

Realizaron pintas en fachadas de comercios, monumentos, vandalizaron todo lo que se les cruzaba en el trayecto, para lo cual llevaban tubos, palos, piedras, hachas, martillos y artefactos explosivos.

Luego de más de tres horas de caminata, en la que también se recordó a los tres estudiantes asesinados hace 10 años y al normalista Aldo Gutiérrez –quien sigue en coma–, los primeros contingentes llegaron a escasos metros de la explanada de la Plaza de la Constitución, donde se encontraron con estructuras de concreto y vallas metálicas que impedían el paso de los autobuses y de los manifestantes.

Eso no impidió su llegada a la explanada, pues madres y padres comenzaron a pasar por un reducido espacio que encontraron entre las protecciones de concreto, colocadas en la calle 5 de Mayo y Palma, sin dejar de expresar su asombro y denunciar que esto no se veía ni con Peña Nieto.

El resto de los contingentes comenzaron a colarse al Zócalo capitalino a cuentagotas, donde las agrupaciones instalaron un templete para realizar el mitin central de la conmemoración.

Mientras padres y madres de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa llevaban a cabo el mitin, grupos de encapuchados quemaron pancartas y papeles junto a las vallas metálicas que resguardaban Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana.

Escribieron consignas en contra del gobierno y lanzaron alrededor de 20 cohetones por encima de las protecciones. También golpearon las estructuras metálicas con mazos, machetes y hachas, sin lograr tirarlas ni dañarlas.

La jornada de lucha de ayer incluyó un encuentro entre padres y madres y estudiantes universitarios en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Ahí, las familias aseguraron que la actual administración nos deja con una herida que todavía sangra.

La Jornada


Comunicado conjunto: Asisten 10 mil personas a la marcha por los 10 años de los hechos de Ayotzinapa; no hubo enfrentamientos

El Gobierno de la Ciudad de México, a través de las Secretarías de Gobierno (SECGOB) y de Seguridad Ciudadana (SSC), informa que la movilización realizada en la Ciudad de México, con motivo del décimo aniversario de los hechos de Ayotzinapa, Guerrero, tuvo una afluencia de 10 mil asistentes, transcurrió de manera pacífica y concluyó sin enfrentamientos.

Para garantizar la libertad de expresión y manifestación, así como la seguridad e integridad de manifestantes y población en general, el Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, instruyó a ambas dependencias la implementación de un operativo de seguimiento al desarrollo de la marcha, la cual partió del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino.

En el dispositivo participaron más de 500 servidores públicos, entre ellos personal de Concertación Política y de la Brigada Diálogo y Convivencia, a efecto de establecer acuerdos y privilegiar el diálogo en caso de registrarse algún conflicto durante el trayecto.

También, hubo acompañamiento de integrantes de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM).

Asimismo, fueron desplegados 500 elementos de la Policía capitalina. En tanto, 200 efectivos de la Subsecretaría de Control de Tránsito apoyados con 26 unidades, 15 motos y tres grúas, agilizaron el flujo vial a lo largo del recorrido.

Por su parte, el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) puso a disposición cinco paramédicos, una ambulancia y dos motoambulancias. No hubo personas lesionadas.

Cabe señalar que, durante la ruta, un grupo minoritario de 100 personas con el rostro cubierto y ajenas a la organización de la marcha, realizaron pintas y ocasionaron daños al mobiliario urbano, fachadas e instalaciones de diversos negocios privados y algunas estaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro y Metrobús.

El Gobierno capitalino refrenda el derecho a la libre manifestación, a la vez que expresa su apoyo a la lucha emprendida por madres y padres de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, en busca de la verdad y la justicia.

Gobierno de la Ciudad de México

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